El Suceso del Niño que se esfumó en un lago y apareció idéntico 60 años después.

Corría el año de 1910 y en el pequeño poblado de Butterwick, Inglaterra todo marchaba con tranquilidad, como cualquier otro día.

En una reducida granja un padre y su hijo se disponían a tomar un paseo por los largos sembradíos circundantes en aquella zona.

Jamas se hubieran imaginado lo que el destino les poseía preparado aquel raro día.

Andando calmadamente por una vereda iba el muchacho con su padre, platicando y bromeando sobre de los insolitos sucesos que se que pasaban por ese rumbo.

La gente comentaba sobre de insolitos avistamientos de objetos voladores que usualmente se veían volando a gran velocidad y de gente que desaparecía en aquellas veredas.

De misteriosas luces parpadeantes que aparecían y desaparecían a voluntad sin que nadie supiese su origen ni propósito.

Al final llegaron a un estanque cercano y debido al sofocante calor se les ocurrió el plan de tomar un baño rápido para refrescarse y divertirse un rato.

Debido a esto perdieron la noción del tiempo y se les hizo tarde para el vuelta por lo que decidieron apurar su paso y lograr regresar a tiempo anteriormente del anochecer.

Pues si bien no pensaban en las historias que la gente, lo que sí que era cierto es que esas veredas de noche eran totalmente oscuras y peligrosas por los animales que rondaban.

El sol apenas se lograba ya diferenciar en el horizonte y padre e hijo estaban ya a unos escasos 10 minutos de arribar a su hogar cuando lo inesperado ocurrió.

Un inmenso haz de luz detrás de ellos se hizo presente dejándolos totalmente atónitos y desconcertados, no haciendo otra cosa más que iniciar a correr sin parar.

El haz de luz se posó inmediatamente encima del chico quien repentinamente se desvaneció ante la incrédula mirada de su padre, quien intento desesperadamente alcanzar esa luz que en cuestión de segundos se esfumó con el muchacho para dejar al hombre sorprendido y destrozado en medio de la serena y lúgubre oscuridad.

El hombre triste y desolado no podía creer lo que acababa de ocurrir y solo se le ocurrió correr lo poco que le faltaba para llegar a su hogar de la villa y contar todo a las autoridades locales para de cierta figura rastrear auxilio, aunque en el fondo sabía que lo que acababa de suceder no era algo normal ni reversible.

A pesar de las historias de deambulaban en aquel lugar los residentes de la villa y las autoridades no pensaron del todo la cronica del hombre inclusive sospechando un poco de él y creyéndolo algo insano mentalmente.

Y así el tiempo transformó aquel hecho en cronica y despues en leyenda del niño que había sido llevado por una reluciente luz.

Pasaron exactamente 50 años, y aquel hombre actualmente anciano seguía viviendo solo en aquel lugar lamentándose y quizás culpándose del hecho que le había arrebatado a su pequeño.

El Vuelta

Corría el 13 de abril del año 1960, un día con un viento extraño y eran mas o menos las 7 PM., la misma hora en la que el pequeño se había esfumado.

Cuando de repente el viento cada vez mayor llamo la atención del anciano quien salio de su hogar para ver que ocurría, encontrándose con una extraño sorpresa.

Un flash de luz chocó fuertemente contra el suelo, casi como un rayo, derribando inclusive a aquel hombre a pesar de que estaba a unos 50 metros del hecho.

Cuando se levantó ante su sorpresa pudo contemplar nada más y nada menos que a su hijo que había perdido hacía ya largos años, estaba exactamente idéntico al día en el que se había esfumado, la misma edad, vestimenta y totalmente desconcertado.

De primer instante no pudo identificar a su padre, sino hasta después de una breve charla en la que el hombre le contó como se esfumó y el niño recordó aquel hecho y le contó algo que lo dejaría sin palabras.

El Caso del Niño que desapareció en un lago y apareció idéntico 60 años después

El pequeño manifestó que para él solo habían transcurrido un par de horas en las que pudo viajar al futuro, manifestó haber estado con unos hombres que lo habían tratado muy bien y le habían explicado que estaba en el año 2110.

Le habían contado que no tuviera miedo que solo querían mostrarle como sería el planeta y que nuevas razas vendrían a coexistir con los humanos y vendrían en figura pacífica.

Cambien contó como todo era totalmente distinto había naves voladoras, edificios flotantes, y todo era muy diferente, contó que el hombre convivía con la naturaleza y animales y solo existía un único gobierno, y un único lenguaje sin guerras ni contratiempos y además le habían dado unas monedas misteriosas que valían una fortuna en el tiempo donde había vuelto.

Aquel hombre, a pesar de lo fantasioso que sonaba todo aquello, decidió creerle a su pequeño pues después de todo había vuelto después de 50 años con la misma edad cuando se fue, debido a que para el pequeño solo habían pasado un par de horas.

Este mito retomó fuerza y se hizo incluso más grande en aquella ciudad, se sabe que después de esto se mudaron de aquel lugar para vivir alejados de la sociedad pues no deseaban más que vivir su vida sosegada.

Así que cierto día no se conoció más de ellos, continuamente se manifestó que quizás el niño vino por su padre para llevárselo a aquel lugar y año que aseguró haber visitado, diferentes decían que quizás era otro niño y no el que se perdió, pero lo que nadie pudo negar es que fue y sigue siendo uno de los más grandes misterios de viajeros en el tiempo.

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