La autopista maldita de Oklahoma

La autopista maldita de Oklahoma

Los testigos de los siguientes relatos cuentan sus historias con el corazón agitado y el claro temor de ser tomados por locos.  Las historias de autopistas abundan, pero en su mayoría se reducen a eso, historias sin hechos. En Oklahoma la historia es otra.

La autopista maldita de Oklahoma

Tulsa, Oklahoma. Mae Doris,  salió de su casa una noche de invierno del año 1965, con la intención de ver a su hermana en el poblado de Pryor.  Tomó la autopista 20 en su coche, como lo había hecho siempre, el  mismo camino, el paisaje parecía intacto, las mismas canciones en la radio, un viaje típico, hasta que, después de pasar por un colegio del poblado Clerenmore, divisó a un chiquillo de unos 11 años, que pedía coleo a los carros. Mae se detuvo sin pensarlo y recogió al niño, ya que no llevaba chaqueta y el frío era penetrante. El niño parecía saludable, tenía cabello claro, piel blanca, ojos gris azulados, Mae abrió la puerta del copiloto para que el pequeño subiera, este, de un salto se acomodó en el asiento. Entablaron una conversación normal, Mae preguntó su nombre, qué hacía allí, de dónde era y todo tuvo respuesta, pero Mae asegura no recordar el nombre. El pequeño le dijo que estaba jugando baloncesto en el colegio por el que había pasado, y que le mostraría para donde iba. Cuando se acercaban a Pryor el niño señaló un espacio donde finalizaban unas alcantarillas y dijo que allí era  para donde iba. Mae sorprendida le interrogó por qué allí, pero no recibió respuesta, cuando volteó a mirar el asiento, el chiquillo no estaba, Mae se bajó desesperada a buscarlo, pero no lo halló por ningún lado,  salió horrorizada del lugar y contó la historia durante años. Dos años después del suceso alguien le dijo que el niño era un fantasma y que se veía desde 1936.

En febrero de 1951, los avistamientos en la autopista 20 tomaron un fuerte giro.  Las apariciones provocaron una muerteCharles Bordeaux, investigador de la Fuerza Aérea trataba de resolver un caso de asesinato a un aviador. Mientras indagaba a las personas, se enteró que un miembro activo de la fuerza aérea recogió a un hombre con uniforme de aviador en la autopista 20, el hombre parecía amigable y sin prisa, el conductor le hizo un par de preguntas a las que el hombre respondió tranquilamente. El mismo hombre pidió un cigarrillo para calmar el frío, pero cuando el conductor quiso entregarle el encendedor, se sorprendió al ver que sobre el asiento estaba solo el cigarrillo. El pasajero desapareció.  Esa misma tarde, en el aeródromo, un guardia alcanzó a ver un hombre con uniforme de aviador cerca al hangar de bombarderos, un lugar de acceso prohibido. El guardia gritó alto al intruso pero como este emprendió a correr,  el guardia disparó, esas era sus órdenes, la bala fue en dirección del intruso, pero cuando el militar corrió al lugar no encontró ningún cuerpo, ni sangre, ni restos de nadie, la bala siguió su camino hasta encontrarse con el cuerpo de otro aviador de la base aérea, dejándolo muerto al instante. El crimen no pudo ser resuelto, el guardia no fue a  prisión por asesinato, ya que el hecho se consideró un accidente provocado por una aparición fantasmagórica. 

from otra realidad