Ante un inminente contacto extraterrestre: ¿cómo comunicarnos con «ellos»?

Si se diera una situación de contacto con extraterrestres ¿seríamos capaces de comunicarnos con ellos?

Obviando aquellos sucesos de encuentros próximos y abducciones en los que los declarantes han referido haberse comunicado con insolitos entes, vamos a plantear una situación muy parecido a la que tantas veces nos ha mostrado el cine: que de repente llegaran a nuestro mundo criaturas extraterrestres y se mostraran públicamente ante la sociedad.

En este escenario habríamos de considerar que tal vez, estos entes fueran más distintas a nosotros de lo que hubiéramos podido soñar y que sus formas de comunicación además podrían ser exageradamente diferentes a lo que sabemos ¿cómo podríamos comunicarnos por lo tanto?

Resulta que el ser humano viene haciéndose esta duda desde hace un par de siglos mas o menos y con ello, han surgido algunas propuestas muy interesantes.

A principios del s. XIX se pensaba que tal vez pudiera haber vida inteligente en el sistema solar por lo que los primeros procedimientos de contacto que se idearon consistían en enseñar que la Tierra estaba habitada. Hacernos visibles.

Crédito: Pixabay

Como ejemplo, enviando destellos con equipos de espejos que aprovecharan la luz solar o excavando canales de grandes dimensiones para prenderlos durante la noche. Algo, que pudiera ser captado por una supuesta civilización proxima que tuviera telescopios.

Más adelante, se hizo hincapié sobre el plan de mandar mensajes lumínicos hacia diferentes mundos y tambien hacia la Luna.

No hubo gran cantidad más propuestas hasta mediados del s. XX cuando se empezó a plantear la probabilidad de hacer emisiones de ondas de radio siendo que en la década de los 60 se desarrolló un lenguaje enfocado a permitir establecer comunicación con diferentes hipotéticas culturas que recibió el nombre de «Lincos», una abreviatura del término «Lingua Cosmica» (Lengua Cósmica) que consistía en el desarrollo de un código matemático que pudiera ser descifrado fácilmente por diferentes inteligencias que contaran con conocimientos de este tipo. Su creador fue el matemático Hans Freudenthal.

Después siguieron surgiendo propuestas semejantes que además se basaban en lenguajes matemáticos como el suceso del «Astraglossa» entre diferentes, variando sobre la misma idea. Varios de los cuales acabaron siendo utilizados en diferentes planes como ejemplo, en el «Lone Signal» del SETI que utilizó un lenguaje basado en el código binario o el plan «Cosmic Call».

Más adelante se empezó a valorar la probabilidad del envío de mensajes gráficos. Algo que se llegó a implementar en algunas sondas espaciales.

Las sondas Pioneer 10 y 11 portaban unas placas de metal que incluían la figura humana (un hombre y una doncella), la posición del sistema solar y de nuestro mundo, la trayectoria de las sondas, la figura de iguales y el spin del electrón de un átomo de hidrógeno.

igualmente, se mandaron mensajes en las sondas Voyager en las que se incluyeron discos de oro con la capacidad de reproducir audio con mensajes en varios idiomas entre diferentes.

Unos mensajes incluidos con la esperanza de que quizás, en el largo viaje que estas sondas habrían de emprender, fueran localizadas por alguna civilización.

Fuente