Declarante se localizó con «extraterrestres» y les preguntó si «eran buenos o malos»

Hay demasiados informes en el registro de casauísticas OVNI y de encuentros con supuestos extraterrestres; en cambio en muy escasos se entabla una comunicación entre ambas el humano y «ellos».

Varios sucesos de encuentros próximos presentan particularidades que los hacen únicos y especiales en algún sentido. Bien sea por los hechos en sí mismos, bien por el comportamiento de los entes implicados o por el de los propios declarantes.

Un interesante hecho a este respecto se dio el 19 de Octubre de 1973 al caer la noche en una reducida población francesa llamada Draguignan, cuando Gabriel Demoge conducía una motocicleta con su novia por una reducida carretera que subía al monte Le Malmont.

Próximas a la cuspide, un orbe anaranjado empezó a seguirles hasta que cambió de dirección y se esfumó en la lejanía pero la pareja quedó tan inquieta que decidió suspender su reducida excursión. Cuando llegaron de vuelta a la población, Gabriel le habló de lo ocurrido a un amigo quien pertenecía a un pequeño grupo de investigaciones ufológicos y pronto se puso en contacto con sus camaradas emprendiendo con ellos la subida al monte para investigar.

Crédito: Pixabay

Se repartieron en dos coches, en un viajaban Alain Leca y un compañero que prefirió mantenerse en el anonimato, y en el otro vehículo, iban George Macret y Christian Bensa.

Arribaron a un mirador y dieron la vuelta a los coches para cuando tuviesen que bajar de vuelta, pasaron un rato ahí hasta que un brillo empezó a luminar el pico de la montaña y de repente, el ambiente se calentó tanto que los objetos quemaban. Justo por lo tanto, otra luz roja apareció en el mismo lugar que la primera y empezó a bajar encaminándose hacia donde los chicos estaban.

Todos se asustaron y se escondieron entre las mesas y bancos de picnic del mirador y tras un pequeño muro que delimitaba el recinto.

Extraterrestres de 3 metros de altura

Al llegar aquella luz, se dieron cuenta de que formaba parte de una enorme figura humanoide de unos 3 metros de estatura mas o menos y sin previo aviso, la luz se apagó y todo se quedó en penumbras.

Empezaron a escuchar diferentes sonidos y los chicos, tan nerviosos como estaban, salieron corriendo hacia los coches. Tuvieron varios contratiempos para poner uno de los dos en marcha así que uno se adelantó en la bajado, pero el que conducía Leca se paró, lo hizo él mismo porque vio que tras ellos aparecieron dos figuras más.

Tuvo varios contratiempos con el vehículo y estuvo gran cantidad dudoso pero decidió echar marcha atrás, hacia aquellos entes que lentamente iban tras él, y por lo tanto pudo verles.

Eran muy altos, vestían monos de color rojizo con una luz en el interior de los trajes del mismo color. Dos de ellos llevaban unos cascos cuadrados con aperturas rectangulares para los ojos que se unían a los trajes y el tercero, en un lugar de un casco, portaba algo parecido a una máscara de gas que le cubría el cara.

Crédito: Pixabay

Por lo tanto Leca, que había investigado demasiados sucesos de encuentros cercanos y que en ese instante estaba viviendo uno, no se lo creyó, se bajó del coche y se acercó a una separación prudencial de aquellos entes para preguntarles a gritos:

“Sois buenos o sois malos?”

Los entes no le contestaron y el declarante lanzó la misma duda varias veces más hasta que se dio por vencido mientras las figuras humanoides parecían tener una conversación entre ellos emitiendo insolitos sonidos, y cuando volvieron a emprender la marcha, Leca huyó hacia su coche.

Los chicos llegaron al final al pueblo sanos y salvos aunque muy nerviosos y de hecho, los dos que bajaron en el primer coche, durante su camino, tuvieron otra experiencia un tanto perturbadora.

Fuente