Gilgamesh, Enkidú y su visita al inframundo narrada en una tablilla sumeria

Gilgamesh estuvo en un palacio del Inframundo buscando un objeto. Su amigo Enkidú estuvo cerca de quedar inmovilizado en ese reino oscuro.

En la tablilla 12 de la Epopeya de Gilgamesh, este soberano de Sumeria baja a un palacio del inframundo para rastrear un objeto perdido. Su amigo Enkidú llegó a ayudarle pero fue inmovilizado por Ereshkigal, deidad del inframundo. En otra ocasión, Gilgamesh cruzó las Aguas de la Muerte para hablar con Utnapishtim, el «Nóe» inmortal sumerio. Gilgamesh deseaba la inmortalidad.

Gilgamesh estaba devastado por la muerte de Enkidú, su mejor amigo, quien fue asesinado por los Anunnaki. Debido a ese trauma, Gilgamesh comienza a pensar en una forma de eludir la muerte. Por eso visitó a Utnapishtim.

Gilgamesh en un palacio del Inframundo

En la Epopeya de Gilgamesh la ida del protagonista hacia el Inframundo la leemos en la Tablilla 12. Lo que ocurrió fue que Gilgamesh había elaborado un objeto o juguete que constaba de un ellag y un ekidma (palabras de concepto incierto). Ese objeto fue elaborado de un árbol singular que se hallaba a orillas del río Éufrates.

Por conflictos con unas «viudas» y «muchachas», su ellag y su ekidma caen en un agujero hacia el Inframundo, además celebre por Kurnugi por sumerios y babilonios. Gilgamesh bajó hacia las puertas del palacio Ganzir de ese planeta, donde clamó por su objeto. Su amigo Enkidú, quien había muerto y estaba en el Inframundo, llegó a escucharlo y le manifestó:

Soberano mío, estás llorando; ¿por qué se preocupa tu corazón? Hoy recuperaré tu ellag del inframundo, recuperaré tu ekidma del Ganzir.

Gilgamesh y Lamassu. Crédito: Ninara / Flickr.

Gilgamesh por lo tanto le dice que tenga atencion a la hora de descender y que siguiera sus instrucciones. Enkidú no debía llamar la atención de los fallecidos, para que no sea inmovilizado por ellos y quede varado en ese reino oscuro.

en cambio, Enkidú es inmovilizado por Ereshkigal, la deidad del Inframundo. Así que Gilgamesh le reza a Ea y a Shamash para que traigan a su amigo de regreso. Ea le dice al guerrero Utu que abra un agujero y de ahí sale el alma de Enkidú.

Enkidú le cuenta que ese bajo planeta es horripilante y que unos parásitos le comían su cuerpo. Le manifestó que los individuos sufren diferentes penurias, aunque además alegrías. Los que murieron sin hijos comen basura, los que tuvieron uno lloran, los que tuvieron dos hijos, permanecen sentados comiendo pan y los que tuvieron demasiados viven en regocijo. Es la retribución por las acciones en vida.

Gilgamesh cerca de volver a entrar al Inframundo

Gilgamesh y Enkidú matando al Toro del Firmamento, grabado del siglo 7-8 a. C. Crédito: Lucas / Flickr.

En la tablilla 10 de la Epopeya de Gilgamesh, el héroe titular además estuvo cerca de caminar en el Inframundo. Ahí se lee que él debe cruzar las Aguas de la Muerte para llegar donde Utnapishtim. Esas venenosas aguas sólo las puede cruzar con el barquero Urshanabi.

Anteriormente de llegar donde Urshanabi, Gilgamesh lucha contra las Ursh-serpientes y los «Objetos de Roca», a quienes venció con su hacha y daga. Luego vence a una criatura alada y ahí conoce a Urshanabi, quien lo lleva a la isla de Utnapishtim.

Enki le había otorgado la inmortalidad a Utnapishtim y Gilgamesh lo visitó para pedirle que le revelara el incognito de la inmortalidad. en cambio, el inmortal estipula que la vida eterna había sido un don enigmatico de los Anunnaki y que no podría recibirlo, así que Gilgamesh regresa vencido a su reino Uruk.

La boca del infierno en un fresco del siglo 16, iglesia Saint-Médard, Francia.La boca del infierno en un fresco del siglo 16, iglesia Saint-Médard, Francia. Crédito: Julianna Lees / Wikimedia commons.

Esta fue la misteriosa cronica de Gilgamesh quien estuvo en la entrada del Inframundo y que salvó a su amigo de esa dimensión macabra (con auxilio de Ea/Enki). Lo raro es que esos objetos ellag y ekidma hayan abierto como un «portal» hacia el Inframundo. Quizá eran artilugios mágicos.

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