¿Qué es la tecnología de impulsores genéticos y por qué pone a la biodiversidad en riesgo?

Los impulsores genéticos o “gene drives” según su denominación en inglés son un nuevo y controversial tipo de ingeniería genética que podrían alterar especies vivas, con liberar al ambiente un sólo individuo diseñado genéticamente.

Según los análisis hechos y difundidos por la organización civil ETC Group, el peligro que reviste esta nueva tecnología es la “rediseñar ecosistemas completos, ocasionar extinciones de especies que se propaguen rápidamente e intervenir en sistemas vivos a una escala mayor de lo que se haya imaginado”.

Esta nueva tecnología es también conocida como “reacción mutagénica en cadena” y según la misma fuente, “es diferente a todo lo que hayamos visto antes” ya que combina la ingeniería genética de la biología sintética con las nuevas técnicas de edición del genoma de los organismos.

“Esta tecnología se sostiene en la idea de que los humanos pueden y deben usar herramientas ilimitadas para controlar la naturaleza, pero lo impulsores genéticos cambian para siempre la relación entre la humanidad y el mundo natural”, señalaron desde ETC.

Lobby-Gates

Este tipo de biología sintética será discutido el próximo año en el Congreso Mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) considerada la organización ambiental global más grande y antigua del mundo actual, fundada en 1948.

En su Congreso Mundial de la Naturaleza llevado a cabo en Hawaii en septiembre de 2016, la UICN reconoció que la biología sintética es un campo diverso que se desarrolla a una velocidad mayor que las capacidades de conservación de la biodiversidad mundial y que su aplicación “puede tener consecuencia importantes para muchos aspectos de conservación de la naturaleza y la biodiversidad”; por esto, el Congreso aplicó el principio precautorio a la nueva tecnología hasta que pudiese completarse su evaluación científica.

El principio precautorio es una posibilidad que tiene la ciencia de suspender el uso de una tecnología en tanto no se pruebe su inocuidad a los seres humanos y al ambiente; una herramienta de bioseguridad que ha sido ampliamente discutido en torno al uso masivo de las semillas transgénicas y su paquete tecnológico-químico asociado.

En lo referido a la biología sintética, la UICN sostuvo en el documento final del mencionado Congreso de 2016 que la aplicación del principio precautorio para los impulsores genéticos fue sugerida por distintas instancias a la luz del Convenio sobre Diversidad Biológica.

El particular estuvo a cargo de su Grupo especial de expertos técnicos en biología sintética, el órgano subsidiario de asesoramiento científico, técnico y tecnológico y también por el Grupo especial de expertos técnicos en evaluación del riesgo que fue establecido en el marco del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología.

A su vez, se dio un plazo de cuatro análisis para su análisis que culmina este año  202 para evaluarla y adoptar una postura sobre la nueva tecnología.

Sin embargo, ETC Group denunció que la UICN contrató a la empresa Emerging AG Inc para organizar las discusiones de su Congreso Mundial de 2021, que tendrá como centro el análisis de este tema y la continuidad o no, de la aplicación del principio precautorio.

Emerging AG Inc es una compañía de lobby o cabildeo parida en el corazón de la industria biotecnológica, que está financiada por la Fundación de Bill y Melinda Gates.

Esta decisión es, para ETCm una señal de “la creciente captura corporativa de una gama de procesos internacionales e intergubernamentales“, que parece haber contagiado también a la UICN, la decana del ambientalismo global.

Según los datos brindados por ETC, Emerging AG recibió 4,1 millones de dólares de la Fundación Gates para promover la biología sintética y las tecnologías de impulsores genéticos, “en un intento por socavar los debates tendientes a adoptar un enfoque precautorio en los foros internacionales”, denunció la fuente.

Apuntaron un antecedente de esta actitud, cuando la Fundación Gates fue acusada de boicotear la adopción del principio precautorio en 2017, cuando “coordinó a supuestos expertos independientes” para que contrarrestaran la opinión y el pedido que 170 organizaciones sociales y ambientales del Continente e Internacionales hicieron a los Gobiernos firmantes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) para que adoptasen una moratoria respecto a la adopción de los impulsores genéticos.

“Los gene drives o impulsores genéticos son una tecnología experimental cuyo objetivo es la diseminación virulenta de un rasgo genético manipulado a través de toda una población o incluso una especie entera. En el cruzamiento sexual, los rasgos genéticos manipulados siempre predominan, pudiendo llevar a una especie a su extinción en unas cuantas generaciones”, concluyeron.

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