¿Una inteligencia creadora engendró el universo?

¿Cómo se creó el Universo? ¿Cómo surgió el Cosmos? Eruditos y investigadores han debatido por demasiados años sobre del origen del universo.

Los físicos y astrofísicos pueden ofrecer respuestas fidedignas hasta casi el instante mismo del nacimiento de nuestro universo, en cambio nada pueden asegurar sobre qué ocurrió anteriormente de ese instante, en el denominado «tiempo cero».

Pero aun más notable que el cómo es el quién, porque todo efecto debe tener una causa. ¿Qué «fuerza» ocasionó el inicio del cosmos? En verdad es una duda sin contestación porque se encuentra más allá de la física y la cosmología.

Varios investigadores son lo suficientemente honestos como para admitir que dichas cuestiones caen fuera de su campo de ensayo, pero diferentes tratan postular hipotesis sin sentido solamente para despejar la incógnita de una causa primera para el origen de la materia. Esa «causa» no deja de ser una metáfora de Dios, la Inteligencia Creadora o el Comienzo de Todo.

El Big Bang

¿Es el Cosmos solo producto del Big Bang? Crédito: Pixabay

Según la hipotesis más extendida entre los astrofísicos, el Big Bang se produjo a causa de una «singularidad cuántica»: una situación anómala en el «vacío» o en un cosmos paralelo al nuestro.

Mencionado proceso tuvo lugar hace quince o veinte mil millones de años, circunstancia que coincide con la datación de los objetos más viejos del cosmos, que se conoce es precisamente alrededor a 15.000 millones de años. Del mismo modo, la distribución de los elementos químicos de nuestra galaxia coincide con la predicción del Big Bang.

Pero el espaldarazo definitivo a esta tesis lo constituyó el hallazgo de la radiación de fondo de microondas o, mencionado de un modo más poético, del eco del Big Bang.

Los defensores de dicha hipotesis estaban convencidos de que esa «explosión» debió producir un eco que en algún instante debería detectarse, y eso ocurrió en 1964, cuando dos astrónomos, Arno Penzias y Robert Wilson, lo desvelaron por casualidad.

Captaron una serie de interferencias que catalogaron de aberración, puesto que provenían de todas partes, no de una estrella o galaxia concreta.

En un primer instante pensaron que esas interferencias eran producto de «una capa blanca de material dieléctrico» que cubría parte de la superficie del telescopio.

en cambio, tras limpiarlo a conciencia, continuaron captando dicha señal. Esta circunstancia constituyó el inicio de una apasionante investigación que desembocó en el hallazgo del eco del Big Bang. En 1978, Penzias y Wilson recibieron por ello el Premio Nobel de Física.

¿Intervención de un agente asombroso?

¿Una inteligencia creadora engendró el cosmos?

¿Algo asombroso intervino para el surgimiento del Cosmos?

Como consecuencia de esa «gran explosión», el cosmos empezó a expandirse, proceso que aun sigue su curso. Lo conocemos debido a la distorsión de la luz estelar, que señala sin ningún género de dudas que los astros se están distanciando de nuestro punto de vista a velocidades inverosimiles.

Es aquí cuando surge otro enorme enigma, porque si el cosmos se está expandiendo, ¿sobre qué se expande? Los astrofísicos responden que sobre la nada, lo cual es lo mismo que no decir ídem, puesto que nadie puede definir qué es eso de la nada.

Cualquiera que conozca mínimamente la complejidad del cosmos no podrá por menos que sorprenderse de que todo se encuentre en tal equilibrio y armonía.

Que exista el universo y no digamos nosotros, los entes humanos, es científicamente imposible y, en cambio, así es. Roger Penrose, prestigioso físico y matemático de la Universidad de Oxford, señala que sólo hay una probabilidad entre 10^10^123 (10 elevado a 10 y al mismo tiempo elevado a 123) de que nuestro cosmos presente tal perfección y precisión. Se trata de una posibilidad tan asombrosamente reducida que ni siquiera podemos hacernos una idea.

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Como ejemplo, el universo entero contiene mas o menos 1078 átomos, una cifra infinitamente menor que la señalada con anterioridad, lo que ha llevado a cuantiosos investigadores de primer nivel a defender la existencia de Dios, de una Fuerza Creadora, de una Conciencia Cósmica o cómo lo queramos definir.

En verdad, alguna clase de energía inteligente responsable de crear el germen inicial de nuestro cosmos (y quizá además de diferentes paralelos) y dotarlo de ciertas leyes físicas que hagan factible su existencia.

Es indiscutible que el debate continuará. Por un lado la ciencia que define la creación del cosmos por medio el Big Bang, mientras que los eruditos postulan que una fuerza creadora dio origen a todo lo que hay. Quizá haya un lugar intermedio o un lugar en normal que una ambas partes; después de todo el origen del cosmos es uno de los más grandes misterios y que perdurará por continuamente.

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