El kraken: el verdadero origen de su leyenda

El Kraken probablemente sea el monstruo más grande jamás imaginado por la humanidad.

En el folklor nórdico se dice que ronda desde Noruega hasta Islandia e inclusive llega a Groenlandia.

Tiene el don de acosar a los barcos y muchos reportes seudocientíficos(incluidos los de oficiales navales) dijeron que los atacaba con sus fuertes brazos. Si le fallaba esta estrategia, la bestia empezaría a nadar en círculos alrededor de la nave, creando un fuerte remolino para hundirla.

Por supuesto, para ser apreciado como tal, un monstruo necesita tener gusto por la carne humana. Las leyendas dicen que el Kraken podía devorar de un solo bocado a toda la tripulación de un barco.

Pintura de un Kraken, hecha por Pierre Dénys de Montfort en 1801 a partir de las descripciones de los marineros franceses que afirmaron haber sido atacados por la criatura en las costas de Angola.

Pero a pesar de su temida reputación, el monstruo también tenía sus beneficios: nadaba acompañado de enormes bancos de peces, los que caían en cascada desde su espalda cuando emergía del agua. Los pescadores valientes podían, de esta manera, arriesgarse acercándose a la bestia para asegurarse una abundante pesca.

La historia del Kraken se remonta a un recuento escrito en 1180 por el rey Sverre de Noruega.

Al igual que muchas leyendas, la del Kraken comenzó con algo real, basado en avistamientos de un animal: el calamar gigante.

Para los marineros antiguos, el mar era traicionero y peligroso, escondiendo una horda de monstruos en sus inconcebibles profundidades. Cualquier encuentro con un animal desconocido podría adquirir una connotación mitológica en las historias de marineros. Después de todo, el cuento crece durante la narración.

El kraken y su leyenda científica

La fortaleza del mito se hizo tan fuerte, que el Kraken todavía se podía encontrar en los primeros estudios científicos del mundo natural en el siglo XVIII en Europa.

Ni aún Carl Linnaeaus –padre de la calificación biológica moderna- pudo evitarlo, e incluyó al Kraken entre los moluscos cefalópodos en la primera edición de su innovador Systema Naturae (1735).

Pero cuando en 1953 se encontró varado en una playa danesa a un gigante cefalópodo, el biólogo noruego Japetus Steenstrup recuperó el pico afilado del animal y lo usó para describir científicamente al calamar gigante, Architeuthis dux. De este modo, lo que se convirtió en leyenda entró oficialmente en los anales de la ciencia, regresando nuestra imagen del Kraken al del animal que originó el mito.

Calamares gigantes encontrados en Ranheim, Noruega, medidos por los profesores Erling Sivertsen y Svein Haftorn. (NTNU Museo de Historia Natural y Arqueología, 1954)

Luego de 150 años de investigación del calamar gigante que habita en los océanos del mundo, todavía hay mucho debate de hasta dónde representa a una sola especie o hay un máximo de 20.

El más grande de los Architeuthis registrados alcanza 18 metros (20 yardas) de longitud, incluyendo al muy largo par de tentáculos; pero la vasta mayoría de los especímenes son mucho más pequeños.

Los ojos del calamar gigante son los más grandes del reino animal y son cruciales en las oscuras profundidades donde habita (hasta los 1,100 metros de profundidad, tal vez alcanzando los 2.000 metros).

Al igual que algunas otras especies de calamares, el Architeuthis tiene bolsas en sus músculos conteniendo una solución de amonio, el cual es menos denso que el agua marina. Esto le permite flotar debajo del agua, es decir, puede mantenerse estable sin nadar activamente. Probablemente, la presencia del desagradable amonio en sus músculos sea la razón del porqué no se atrapó al calamar gigante hasta casi su extinción.

El kraken: ¿cazador o presa?

Durante muchos años los científicos debatieron sobre si el calamar gigante era un rápido y ágil cazador, como el poderoso predador de leyendas o un cazador de emboscada.

Tras décadas de discusión, en 2005 llegó una bienvenida respuesta con las filmaciones sin precedentes de los investigadores japoneses T. Kubodera y K. Mori que filmaron un Architeuthis vivo en su hábitat natural, a 900 metros (alrededor de media milla) de profundidad en el Pacífico Norte, mostrando que es un poderoso y rápido nadador que usa sus tentáculos para capturar a sus presas.

A pesar de su tamaño y velocidad, el Architeuthis tiene un predador: el cachalote.

Las batallas entre esos titanes deben ser frecuentes, ya que es común encontrar cicatrices en la piel de las ballenas, dejadas por los brazos y tentáculos del calamar, los cuales tienen ventosas alineadas con afiladas estructuras quitinosas parecidas a dientes.

Pero un Architeuthis no tiene los suficientes músculos en sus tentáculos como para ceñir a su presa, y nunca puede superar a un cachalote en un “duelo”. Su única opción es el escape, cubriendo su salida con la usual nube de tinta cefalópoda.

Reconstrucción de una batalla épica entre un calamar gigante y su némesis: un cachalote. (American Museum of Natural)

¿El hallazgo del Kraken?

Según el Daily Mail, Scott Waring, director del portal UFO Sightings, junto a otros amantes de los fenómenos paranormales, afirman haber encontrado cerca de la Antártida al “Kraken”, este hecho sucedió en abril de 2016 cuando Waring halló en las coordenadas 63 ° 2’56.73 “S 60 ° 57’32.38” Wen Google Earth un fenómeno inexplicable.

Aún no está claro cómo o dónde Waring obtuvo estas coordenadas exactas. Ayudándose de las herramientas de Google Earth para hacer las mediciones, la criatura podría medir 30 metros, pero con tentáculos podría llegar hasta 60 metros.

Aunque ahora sabemos que esto no es solo una leyenda, el calamar gigante se mantiene tal vez como el animal más esquivo del mundo, lo cual contribuyó en gran medida a su aura de misterio. Todavía hoy en día muchas personas se sorprenden al saber que este realmente existe.

Después de todo, aun tras mucha investigación científica, el Kraken todavía está vivo en la imaginación popular gracias a películas, libros y juegos de computadora, aún si este a veces cae en la mitología errada, tales como en la antigua épica griega de 1981 (y 2010) “Furia de Titanes”. Esas representaciones han llegado a definirlo en la mente del público como una bestia al asecho de navíos hundidos esperando a buzos descuidados.


Source: Mundooculto.es