Escritos cristianos viejos revelan combates entre magos y demonios

Escritos traducidos hace poco han revelado la existencia de magos y las batallas que estos libraron contra demonios y la iglesia.

Nadie en su sano juicio pensaría que en la Biblia existan batallas de magos y demonios en contra de ángeles y obispos, como si se tratase de un cuento de aventura fantástica.

Pero los eruditos de las escrituras bíblicas se han dado a la tarea de traducir hace poco textos cristianos apócrifos, los cuales cuentan algo que contradice completamente el canon de los escritos bíblicos.

Aquí se puede ver una faceta sombría de la vida de Jesús, pero que no fue canonizada ya que la iglesia, a finales del siglo IV, ya había seleccionado cuales se incluirían en la Biblia ¿Por qué se dejaron de lado estos escritos sobrenaturales?

Batalla contra la iglesia

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La obra «New Testament Apocrypha More Noncanonical Scriptures (Volumen 2)», escrita por Tony Burke, recopila más de 300 escritos cristianos apócrifos, los cuales hablan de las primeras creencias cristianas.

La mayoría de los mismos nos exponen las prácticas de las primeras sociedades cristianas. Lo interesante viene a partir del segundo volumen. Ahí podemos ver cómo nació la iglesia primitiva.

Uno de los escritos nombra una batalla contra «magos diabólicos», que intentaban destruir la antigua iglesia en honor a la Virgen María en Filipos, Grecia.

El escrito se escribió en copto, un idioma egipcio que usa alfabeto griego, hace unos 1500 años. La cronica está dividida en dos escritos, ambos están en el Monasterio de San Macario el Grande de Egipto. Para la era, gran parte del pueblo del Mediterráneo ya era cristiana.

El maestro de investigaciones religiosos, Paul Dilley, explica que los cristianos llamaban a los que incluso practicaban el politeísmo como «magoi», o magos. Estos representaban un peligro para el cristianismo.

El escrito habla como la Virgen María se le acercó al obispo Basilio en un sueño, diciéndole que encontrara una imagen de ella que «no fue hecha por humanos».

igualmente le dice que coloque la imagen en el santuario de su iglesia. Sobre dos columnas que encontrará en un santuario en las afueras de Filipos.

Atrapando demonios

El escrito cuenta que siete demonios se hicieron pasar por ángeles hasta que Apóstol Pedro los capturó.

El otro escrito más controversial es sobre una obra griega del siglo XI o XII d. C., pero es factible que se escribiera hace unos 1600 años. Según explicó Cambry Pardee, maestro de religión de la Universidad de Peperdine.

Este escrito habla de la travesía del Apóstol Pedro atrapando siete demonios que se hacían pasar por ángeles en Azotus, metrópoli se localiza en el presente en lo que es Israel.

Cuenta como Pedro sospecha de los ángeles y pinta un círculo mágico alrededor de ellos. Luego exclama:

«Mi Señor Jesucristo, que tu gloria se revele a través del Alma Santo ¿Son estos, como dicen, ángeles de tu deidad o espíritus que odian lo que es bueno

Seis demonios admiten que son espíritus del engaño, la inmoralidad sexual, la falsedad, el adulterio, la avaricia y la calumnia.

El séptimo demonio reta a Pedro, exigiéndole conocer por qué Dios no perdona los pecados de los demonios.

El demonio además recalca que los humanos no tienen por qué culpar a los demonios por sus fallos:

«Yo, el demonio, no soy su perturbador, pero ellos mismos se caen. Porque me he vuelto débil y estoy sin vigor. Por lo tanto, ya no tengo lugar ni flecha, porque en todas partes la gente se ha hecho cristiana. Por lo tanto, que se guarden y no echen la culpa».

Al final de la cronica, Pedro deja ir a los demonios.

Pardee estima que el creador de estos escritos intentaba escribir una obra de ficción y cuenta las aventuras de «un vasto héroe cristiano» como Pedro. en cambio, es posible que demasiados cristianos de la era hayan creído que estos hechos fueron autenticos.

La única copia conocida de este escrito está situada en la Biblioteca Angélica de Roma.

Si son autenticos o no estos escritos, no dejan de sorprender la visión completamente distinto a la que estamos acostumbrados en las profecías bíblicas. Una cronica con un tinte casi tétrico y sombrío del cristianismo mismo.

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