Los seres LUX: una raza parásita extraterrestre en nuestro planeta

Los seres LUX: una raza parásita extraterrestre en nuestro planeta 
 
 

 
 En esta ocasión hablaremos de los Lux, una de las razas alienígenas clasificadas como las más peligrosas y dañinas para los humanos.  Según varios investigadores, es un ser que no necesita un cuerpo físico para entrar y moverse en nuestro mundo.  Este ser, bautizado con el nombre de LUX, parece un niño pequeño hecho de luz.  Cuando se mueve, parece una llama.

 Seres de luz LUX

lux
 
 Los seres humanos están formados por 4 elementos: cuerpo, mente, espíritu y alma.  En nuestro caso, el cuerpo actúa como contenedor de los otros tres elementos.  Pero el Lux se compone de solo dos elementos: mente y espíritu.  Lo definen como un ser formado por energía espiritual.
 Por lo general, también se describe con una altura de solo un metro.  Sus ojos y yemas de los dedos son más oscuros que el resto de este extraño ser luminoso, pero tiene una facultad muy preocupante, ya que se introduce en los humanos y eso es otra cosa.
 Lux es un ser de plasma metamórfico que parasita alrededor del 80% de la población de nuestro planeta.  En física y química, el plasma es un gas compuesto por partículas cargadas de iones libres cuya dinámica tiene interacciones electromagnéticas de largo alcance entre sí.
 A menudo se hace referencia al plasma como el cuarto estado de la materia, después de sólido, líquido y gaseoso.  Mientras que en la Tierra la presencia de Plasma es rara, en el Universo constituye el 99% de la materia conocida.  Este descubrimiento le valió a Hannes Alfvén el Premio Nobel de Física en 1970 por su modelo y teorización sobre la cosmología del plasma.
 En este contexto, nació y se desarrolló el Alien que nos concierne, promovido por la corriente New Age como un “Ser de Luz” y, como tal, amable.  Los Lux provienen de áreas nebulosas de nuestra Galaxia (posición imposible de determinar) donde encuentran los elementos necesarios (compuestos por Materia y Antimateria) cuya interacción es capaz de generar formas de vida inteligentes sin necesidad de un cuerpo físico.
 Desde una perspectiva superior, este extraterrestre corresponde a un último intento del Demiurgo Negro de crear una base de vida alternativa con la capacidad de operar con su propia voluntad e independencia en nuestro Universo, donde anhela regresar algún día.
 Como si se tratara de un cáncer, el Lux se propaga consumiendo sin descanso hasta que se agota toda la energía disponible.  Estas operaciones de verdadero drenaje de energía se obtienen mediante diferentes métodos y fórmulas de parasitación o interferencia, tanto en humanos como en animales y extraterrestres corporales.
 Solo nuestra Galaxia está poblada por un número indeterminado de millones de Madre-Lux, a su vez divididos por una innumerable cantidad de extensiones menores (en constante comunicación telepática vía plasma) con libertad para asumir diversas formas (aunque suele tomar la apariencia  de un niño).
 
 Durante su peregrinaje a través de nuestra Galaxia (hace millones de años) esta raza entró en contacto con el Grupo de Energía Sauroide, posiblemente en la Nebulosa de Orión.
 Durante mucho tiempo, su vampirismo pasó desapercibido para esta raza.  Posteriormente, decidieron establecer una relación de simbiosis mutua: los saurios necesitaban adquirir más conocimiento sobre el Universo para satisfacer su voracidad territorial por la conquista planetaria;  El Lux (por su parte) encuentra en este ser un Contenedor de impresionante fuerza en el que vivir cómodamente, y extraer una gran cantidad de energía (de aquí surge el mito de que las serpientes son “Portadoras” del Conocimiento: el Conocimiento del Lux).
 En realidad, el Lux no tiene un verdadero conocimiento del Cosmos, al contrario, muestra signos de inteligencia que responden a una estrategia instintiva de supervivencia.  Los saurios pasaron este parásito a los humanos de la Tierra cuando recuperaron la Tierra, que consideran que es de su propiedad.  El Lux ha mantenido a la humanidad en sujeción durante miles de años, contribuyendo a la creación de religiones, razas y culturas.
 En casos de parasitación extrema, es posible apreciar un cambio en el timbre de la voz del anfitrión, volviéndose más alto de lo habitual.  Estos personajes a menudo son ridiculizados y sirven como contenido para programas de televisión.  Observamos la necesidad gregaria y la facilidad del sujeto Lux para crear grupos.
 Se sitúa virtualmente entre la Mente Consciente e Inconsciente, apoyándose en herramientas de sugestión y fórmulas para la emisión de pensamientos propios (ajenos al anfitrión), siguiendo un mecanismo infantil de recompensa-frustración con el propósito de drenar energía.
 En el pasado, dada la casi total inexistencia de materia de plasma en la Tierra, solo podía transmitirse de un sujeto a otro y su eliminación temporal requería una intervención exorcista.
 Actualmente, gracias al desarrollo tecnológico del hombre, puedes moverte por el mundo con facilidad utilizando la red eléctrica y diversos aparatos diseñados para facilitar tu trabajo, aunque un simple enchufe de luz es suficiente.
 Su eliminación definitiva se puede lograr mediante técnicas de hipnosis y simulación mental.  Es necesario precisar que existen diferentes niveles de interferencia relacionados con el Lux que pueden variar desde modos silenciosos hasta más histriónicos.
 El Lux es considerado por muchos investigadores de la llamada “Nueva Era” como un ser amable y positivo.  Pero otra investigación afirma algo completamente diferente y alarmante.
   

Deja una respuesta