Samuráis: ancestral manuscrito revela misterios de sus «poderes sobrenaturales»

Los Samuráis son muy famosos en la sociedad pop, siendo representado con una destreza casi asombroso. en cambio, un antiguo manuscrito traducido hace poco podría confirmar estas grandiosas capacidades.

Las Doce Reglas de la Espada es el título que lleva este antiguo manuscrito del siglo XVII, el cual explica los conocimientos de un samurái denominado Itō Ittōsai.

conforme a las investigaciones, este escrito no fue redactado por el propio Ittōsai, ya que el Samurái transmitió sus conocimientos vía oral a sus discípulos de la escuela One Cut. Fueron estos, años mas tarde, quienes decidieron registrarlos.

Las Doce Reglas de la Espada

Las Doce reglas de la Espada es un manuscrito que data del siglo XVII, basado en la técnica de Itō Ittōsai.

El escrito fue traducido  debido a Eric Shahan, quien tuvo la tarea de descifrar el manuscrito de artes marciales.

El traductor señala que el escrito da abundante información sobre las técnicas, en cambio, tiene oraciones mágicas que son complicadas de comprender.

Pero, básicamente, se trata de técnicas, reglas y consejos útiles en batalla para vencer al oponente.

El poder que obtenían los guerreros se resumía en el grabado de diversos caracteres sánscritos en la palma de sus manos, además del dibujo de un Oni, un tipo de demonio japonés.

Posteriormente de esto, se debía juntar ambas palmas y decir la oración mágica mientras giraba las manos.

Todo parece indicar que los guerreros Samuráis usaban las oraciones básicas para ver a sus oponentes, no con los ojos, sino con el «alma» y la «mente».

Los Ojos del Corazón y el Corazón de Zorro ¿Poderes sobrenaturales?

Los Ojos del Corazón y Corazón de Zorro: las técnicas mostradas en el manuscrito.

Una de las reglas que nombra el manuscrito se llama «Ojos del Corazón», la cual dice que no se debe mirar al oponente con los ojos, sino con el alma ya que, si se mira con los ojos puedes distraerte, pero si miras con el alma continuamente estarás enfocado.

Esto podría significar, en toda regla, que los Samuráis tenían la capacidad de ver a su oponente de una forma asombroso que no podemos entender.

en cambio, todo parece indicar que no hay nada mágico en el tema y hay una explicación científica.

En vez de mirar fijamente al oponente, miraban con la visión periférica; los individuos reaccionan más veloz a través de ésta.

Si un Samurái miraba directamente la espada del oponente, la mente registraba de forma consciente el movimiento y mas tarde intentaba contestar al mismo, lo cual en un duelo de un solo toque, no era algo bueno.

Si miraban con la visión periférica, la mente no registraba nada y reacciona por reflejo de forma automática a cualquier movimiento. resumiendo, reaccionaban más veloz.

En cuestión de las oraciones mágicas, Shahan estima que se trataba de un tipo de autohipnosis o algún ritual de meditación.

De esta manera, el Samurái estaba con la mente completamente despejada en batalla. Si había algo rondado tú cabeza en un duelo Samurái, ya habrías perdido anteriormente de realizar cualquier movimiento.

Otra de las reglas llamativas del escrito es «Corazón de Zorro». El traductor explica que su nombre procede de la actitud de estos animales.

Los zorros son criaturas en exceso cautelosas, por lo que generan sospechas de forma natural. Esto, en un combate, podría ser perjudicial y significar la muerte.

Así, el escrito alienta a los guerreros a abandonar cualquier tipo de cautela y guiarse solo por los ojos del corazón. De esta forma, se elimina cualquier duda en la técnica.

El nacimiento del manuscrito

La escuela One Cut fue la encargada de plasmar las técnicas de Itō Ittōsai.

El escrito procede del siglo XVII y muestra los misterios milenarios de la escuela del Samurái Itō Ittōsai, vencedor de 33 duelos en Japón.

Todo parece indicar que Itō Ittōsai protegió su estilo durante toda su vida, por lo que jamás plasmó en papel sus técnicas.

Sus discípulos solo podían aprenderla a través de las prácticas y el adiestramiento y estos, a su vez, lo transmitían a las siguientes generaciones.

Se conoce que Itō Ittōsai vino al mundo en 1560, pero no es claro verdaderamente cuando murió, si bien los expertos admiten que vivió alrededor de 90 años.

De esta manera se intuye que fueron los familiares de sus alumnos originales quienes escribieron el escrito, para dejar evidencia de los de los que hacía gala la escuela One Cut.

Asombroso o no, lo asombroso de la concentración casi mágica de los guerreros Samuráis no permite de sorprender. Como estos utilizaban cada rasgo del cuerpo humano para sacar ventaja a su rival, en este suceso, de la visión periférica, es algo que, sencillamente, es espectacular.

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