Despertar a la Quinta Dimensión: Síntomas de que estás cambiando a una vibración más elevada

El despertar espiritual es una forma de desprenderse de los contratiempos propios del planeta físico, un respiro que te eleva a una vibración más elevada. Claro está, al experimentar este cambio de realidad, el cuerpo humano puede reaccionar de diversos formas. Por ello, conviene que hablemos sobre varios síntomas que señalan que estás cambiando a una vibración más elevada.

Al hablar de conciencia o dimensiones, no nos referimos a zonas y ubicaciones, sino de un nivel y / o estado de conciencia. Si bien todos vivimos en el mismo mundo nuestra percepción de él será distinto dependiendo del estado de conciencia en el que elijamos ver las cosas.

Aquellos que perciben la vida desde un estado de la tercera dimensión van a recorrer su viaje de forma muy distinto a alguien que percibe cosas desde un estado de la Quinta dimensión.

Una frecuencia de energía más elevada está creando hoy en dia un cambio planetario masivo hacia la conciencia en la quinta dimensión para que todos podamos evolucionar como especie desde la tercera dimensión a la cuarta y quinta.

Los evidentes sucesos que está sufriendo la Tierra y la sociedad podrían ser un previo aviso de que el mundo se dirige hacia una Quinta Dimensión. Estos sucesos se relacionarían al repentino aumento de actividad OVNI, las anomalías en la magnetósfera y a misteriosas sensaciones que algunas personas están sufriendo desde hace algunas semanas.

Distintas dimensiones

Las nombradas dimensiones se definen de la siguiente forma:

  • La tercera dimensión es nuestro planeta material, el cubo, con un tiempo lineal. Es donde la energía se vuelve materia densa. El ser humano posee una percepción de dualidad (bueno-malo, positivo-negativo) y desea lo físico y el materialismo. El alma está encerrado en un cubo, obedeciendo leyes físicas y con potencial para cometer acciones egoístas o crueles.
  • La cuarta dimensión es el mismo Plano astral, el planeta onírico, que podemos experimentar a través de nuestros sueños o la meditación. Se siente menos densa que la tercera, y más fluida. Hay mayor libertad, pero aun se siente temor y pueden percibirse seres negativas. Es una transición.
  • La quinta dimensión es la realidad superior, con una energía o luz pura, con una misma frecuencia electromagnética de la Fuente. No hay restricciones físicas ni dualidad, tampoco hay temor y se percibe una impresion de unidad, de amor incondicional y felicidad.

La anhelada Quinta dimensión

Como explicamos con anterioridad, la quinta dimensión se define como otro nivel de conciencia, una nueva realidad libre de sensaciones negativas. Desde hace bastantes años se ha comentado que la sociedad trascenderá a esta dimensión superior, y en los últimos días, diferentes personas han notado los cambios que revelarían la pronta ocurrencia. Un inminente cambio de energía está ocurriendo a nivel planetario, un cambio que se ha acelerado en los últimos días.

Es un período turbulento en términos de vibración planetaria. Los entendidos en el asunto comentan que desde hace un año se ha hecho indiscutible, en cambio solo algunas personas «privilegiadas» pueden sentirlo, no todos. Los individuos pueden tener diferentes sensaciones, obviamente no completamente positivas, y efectivamente, bastantes han manifestado haber sentido esto durante los últimos años.

La Quinta Dimensión llegará como un cambio de energía, ascender hacia una realidad superior a la dimensión material en que residimos hoy en dia. Se le conoce además como ascenso espiritual, y trae consigo diferentes señales o síntomas que pueden sentirse de forman mental y física.

Es claro que no todas los individuos sufrirán estos síntomas, y las razones podrían ser diferentes, desde no encontrarse bien informado o no estar abierto a el plan de la presencia de otra dimensiones. La realidad que podemos ver a diario, en nuestro hogar o en la calle, no es la única en el cosmos; hay diferentes dimensiones con distintas aspectos en física y naturaleza.

El despertar físico y sus síntomas

Cuando la conciencia humana alcanza un grado de elevación superior, la experiencia puede tornarse verdaderamente única. Entrar en contacto con el Cosmos y sus reinos superiores produce sensaciones inigualables, pero además conlleva un desgaste físico considerable. Se puede pasar de estar en lo más alto, a sentir que caes por un río abajo para recibir una dosis de cruda realidad.

Como es de esperar, el cuerpo humano busca amoldarse a este tipo de experiencia, y en el proceso puede aproximarse a sus límites de resistencia. El instante puede ser sublime, pero el regreso al despertar físico es casi como estar bajo una cascada de ladrillos. Hasta que se equilibre el campo energético, es factible que te sientas abrumado, o tal vez todos esos efectos desaparezcan abruptamente.

Síntomas del despertar físico que son indicios de un cambio a vibraciones más altas

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Es factible aislar varios síntomas específicos que son indicios de que se está cambiando a una vibración más elevada. En medio de los síntomas más habituales se localizan:

  • Cansancio o falta de energía.
  • Náuseas.
  • Sentirse aturdido o mareado.
  • Dolor de cabeza.
  • Debilidad en todo el cuerpo.
  • Experimentar temperaturas corporales extremas: demasiado frío o demasiado calor.
  • Sentirse desconectado del cuerpo.
  • Dolor en los músculos y articulaciones.

¿Síntomas de despertar espiritual o de un inconveniente de salud real?

Actualmente bien, es muy notable que sepas diferenciar en medio de los síntomas de un despertar espiritual y la presencia de un inconveniente de salud real. Para empezar, debes conocer que ambas experiencias se parecen demasiado, así que resulta complicado diferenciar una de otra.

Por tal motivo, es absolutamente necesario que asumas toda la responsabilidad de tu salud, y como primer paso descartes cualquier probabilidad real. En diferentes palabras, si has probado alguno de los síntomas ya descritos, debes visitar a tu médico cuanto anteriormente. Tú eres la principal persona que ha de cuidar de tu cuerpo y tu salud, pues eres tú quien traspasa la experiencia.

No concluyas que eres muy fuerte y puedes soportarlo todo, o que el Cosmos mismo se encargará de cuidarte. De hecho, alude una lección notable: el Cosmos no puede defender tu salud si anteriormente no lo haces tú mismo. Así que no dudes en consultar con un profesional de salud comienzas a sentir que tu bienestar desmejora.

Propiedades de un autentico despertar espiritual

Cuando se experimenta un autentico despertar espiritual, la sensación presenta una serie de rasgos distintivos e inequívocos. Es cierto que puede ser agotador y muy perturbador, pero hay cosas buenas y malas. ¿Cuáles son las propiedades de un autentico despertar espiritual?

  • Es muy intenso y normalmente fluctuante.
  • Vienen de repente y sin previo aviso.
  • En extraña ocasiones se detectan con evidencias y exámenes médicos.
  • Ningún medicamento o terapia funciona para aliviarlos.
  • Al igual que llegan se van, velozmente.

El hecho de que experimentes síntomas de un despertar espiritual real representa que estas avanzando hacia ese despertar. El singular inconveniente es que de seguro te sentirás gran cantidad mal por un tiempo, mientras tu cuerpo se adapta. Pero ten la certeza de que el malestar inherente a la experiencia irá desapareciendo, lo que representa que estas progresando.

Cuál es la razón de que te sientas tan mal

Si es un despertar espiritual, ¿por qué el cuerpo se siente tan mal? Pues porque todo despertar espiritual además incluye un despertar físico.

El cuerpo además experimenta un tipo de elevación, y cada centímetro de tu ser lo siente. Como normalmente descuidamos nuestro cuerpo físico, este tiende a sufrir más que nuestro lado espiritual.

¿Cómo puedes apoyar a tu cuerpo mientras asciende a una vibración más elevada? Pues bien, una buena forma es descansando lo bastante, consumiendo abundante agua y alimentos nutritivos. Alude tomarte descansos prolongados de los estimulantes tecnológicos, como la televisión o el móvil. Cultiva buenos hábitos y respeta tu cuerpo.

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