Inexplicables petroglifos de 8.000 años revelan entes desconocidos en Sego Canyon, Utah

Ubicados en las formaciones rocosas del área de Sego Canyon en Utah, se pueden ver enigmaticos petroglifos, figuras que parecen sacadas de una película de ciencia ficción. Estas señales se hicieron hace miles de años, y su apariencia extraterrestre hace surgir múltiples cuestiones. ¿En qué pensaban sus creadores cuando dibujaron estas figuras? ¿Qué simbolizan?

El examen del arte rupestre para conocer el pensamiento antiguo

Conocer la figura de pensar de los primeros moradores del mundo no es una tarea sencillo. Debido a los manuscritos viejos y al arte rupestre, es factible tener un vislumbre de sus creencias, costumbres y forma de vida. Cuando se examinan figuras primitivas, como los petroglifos, se puede conocer cómo entendían el planeta quienes las dibujaron.

Petroglifos de miles de años de antigüedad revelan insolitos humanoides.

por norma general, las imágenes grabadas en piedras localizadas en cada rincón del mundo, poseen un concepto cultural y religioso. Múltiples veces, los petroglifos son fáciles de descifrar, y los arqueólogos pueden comprender con mayor claridad su concepto. Definir si se trata de un signo astronómico, alguna forma de comunicación o inclusive una forma de redacción.

Los petroglifos del Cañón de Sego

Varios de los petroglifos más insolitos y misteriosos se pueden localizar al Norte de Thompson Springs, Cañón de Sego, Utah. Este sitio posee una cronica muy rica, y sus parajes ocultan centenares de misterios pertenecientes a sociedades de antaño. Particularmente, los acantilados de arenisca del Cañón de Sego están llenos de petroglifos con formas gran cantidad extraños.

Los petroglifos del Cañón de Sego datan de tres períodos y sociedades distintas, desde el 6.000 a.C. hasta el 1.880 d.C. La mayor parte de las figuras poseen formas muy controvertidas, que han dado origen a diferentes hipotesis. Imágenes de entes antropomórficos más grandes que el tamaño natural, sin ojos, manos ni extremidades inferiores. Diferentes figuras poseen ojos de insectos, aretes, antenas y serpientes en la mano.

¿Visiones fantasmagóricas o testimonios de vida alienigena?

Varios hasta se asemejan gran cantidad a la imagen actual de los entes extraterrestres: cabezas grandes, ojos colosales y cuerpos delgados. Por tal razón, varios se han atrevido a asegurar que los creadores de mencionado arte rupestre fueron declarantes oculares de entes de diferentes mundos.

Pinturas rupestres en el Parque Nacional Canyonlands. Crédito: Surfsupusa / Wikimedia Commons

Varios investigadores sostienen que los autores de estos petroglifos fueron los líderes religiosos de la villa, como los chamanes. Al hallarse en un estado alterado de conciencia, quizá por el uso de algún alucinógeno, dibujaron estar formas con apariencia casi fantasmal. Sea como sea, las imágenes en las paredes de los acantilados no dejan de suscitar intriga y hasta temor entre quienes las observan.

Bastantes de estos petroglifos fueron dibujados por los indios Fremont, quienes poblaron el sitio entre los años 600 y 1250 d.C. Es bien sabido que los individuos pertenecientes a esta comunidad estaban muy ligados a la naturaleza y sus cambios. Se desplazaban con mucha asiduidad, desarrollando así una enorme capacidad de aclimatación al medio ambiente inhóspito del sitio.

¿Representaciones de los espíritus Kachina?

En relación con los petroglifos del Cañón de Sego, hay una cronica autóctona del sitio que no podemos pasar por alto. Se trata de los espíritus Kachina, entes celestiales venerados por los residentes de los acantilados Hopi y Anasazi. Esta sociedad alcanzó un alto desarrollo cultural para su era, y poblaron el sitio, al igual que la zona de las Cuatro Esquinas de América del Norte.

Representaciones de Kachinas. (Wikimedia Commons)

Los Anasazi construyeron grandes metrópolis y centros de culto con kivas, construcciones sagrados especiales. En ellos se han encontrado un tipo de puerta o escotilla, que según la religión Anasazi, era la puerta al reino de los espíritus, o Kachinas. Estos entes eran los enviados de las deidades, protectores de los Hopi y los Anasazi, encargados de enseñarles y defenderles.

Representaciones de entes de diferentes planetas

Los Kachinas adoptaban formas humanas, físicamente reales, y contaban con tecnología alienigena muy avanzada. Los Hopi pensaban que los Kachina procedían de un mundo lejano, situado en nuestro sistema solar, al que llamaron Tóonáotakha. En sus viajes hacia y por la tierra, estos entes celestiales se desplazaban utilizando naves de alta velocidad.

Los dibujos y figuras encontrados en los acantilados del Cañón de Sego, poseen una apariencia muy parecido a las estatuillas y muñecos representativos de los Kachina. De ahí que bastantes afirmen rotundamente que los petroglifos no son más que evidencias fehacientes de la presencia de entes de diferentes planetas en nuestro mundo.

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