Los misterios alrededor de la ‘maldición de Tutankamon’

Se asevera que, desde el mas allá, los fallecidos pueden influenciar en la vida de quienes osen interrumpir su descanso perpetuo. El conjunto de expertos y arqueólogos que exhumaron los remanentes del faraón Tutankamón comprobaron este hecho de primera mano.

En múltiples sociedades y religiones, la reverencia, respeto y adoración por los antepasados es una característica común. en cambio, el ansia de revelar modernos descubrimientos y en gran medida, la avaricia ha llevado a saquear diferentes sepulturas y monumentos viejos sin medir consecuencias.

Un hallazgo asombroso: la sepulcro de Tutankamon

En noviembre de 1922, Howard Carter se hizo mundialmente conocido mas tarde de revelar la sepulcro intacta del faraón de la XVIII Dinastía, Tutankamón.

Una de las culturas más antiguas encima del mundo fueron los viejos egipcios. El esplendor que una vez hubo en cada rincón del reino, hoy escasamente puede apreciarse en las enormes pirámides y demás remanentes de sus construcciones. Por decenios, arqueólogos, historiadores y aventureros han llevado a cabo excursiones en busca de tesoros y misterios ocultos bajo las arenas del tiempo.

Para el año 1922, una expedición dirigida por el arqueólogo Howard Carter y subvencionada por el acaudalado Lord George Herbert de Carnarvon, llevó a cabo un hallazgo asombroso. Se trataba nada más y nada menos que de la sepulcro del faraón Tutankamon, soberano de Egipto entre los años 1332 y 1323 anteriormente de Cristo.

El cuerpo de líder estaba en un estado de conservación asombroso, tomando en cuenta que llevaba sepultado más de 3.000 años. Alrededor de la sepulcro, los atónitos expertos encontraron más de 5.000 objetos, entre los que figuraba un majestuosos ataúd de oro, joyas, comida, ropa, arcos, trompetas y demás atavío.

Acceso a la tumba de Tutankamón, en noviembre de 1922.

De izquierda a derecha, Lord Carnarvon, su hija, Lady Evelyn Herbert, y el arqueólogo Howard Carter, en el acceso a la sepulcro de Tutankamón.

Una maldición que fue ignorada por el equipo investigador

Actualmente bien, justo anteriormente de que el equipo encabezado por Carter encontrara la puerta hacia la sepulcro del faraón, hallaron un mito. Esta se podía leer con claridad en una de las antecámaras del recinto, y contenía una seria advertencia. : «La muerte golpeará con su tridente a aquel que turbe el reposo del faraón».

Dichas expresiones arribaron a conocerse como la Maldición de Tutankamón, y pasaron a formar parte de los tantos enigmas que salieron a la luz con su hallazgo. El conjunto de expertos ignoró el claro aviso de que no interrumpieran el descanso perpetuo del monarca. Actualmente bien, al cabo de un par de meses, la Maldición de Tutankamón empezó a resonar en la mente de bastantes.

Trágicos sucesos para el equipo de expertos

Poco mas tarde del hallazgo de la sepulcro de Tutankamón, varios de los miembros del equipo empezaron a perder la vida en circunstancias extraños. Como ejemplo, dos meses mas tarde del descubrimiento, el propio Carnarvon murió repentinamente debido a un envenenamiento en la sangre, ocasionado por un mosquito.

En seguida, la prensa hizo público el trágico deceso, y lo relacionó con lo que denominaron la Maldición de Tutankamon. Velozmente, el plan de que el fallecimiento del Lord era consecuencia directa de la profanación de la sepulcro ganó abundante aceptación. Y se avivó incluso más cuando diferentes miembros del equipo de excavadores empezaron a fallecer repentinamente.

Tal fue el suceso de Audrey Herbert, quien se encontró presente en la apertura de la sepulcro y murió sorpresivamente mientras volvía a Londres. Quien dio el último golpe al muro para entrar en la cámara real, Arthur Mace, murió en El Cairo poco mas tarde, sin una explicación médica convincente. Y Sir Douglas Reid, quien radiografió a la momia de Tutankamón, enfermó y murió dos meses mas tarde en Suiza.

Howard Carter, Lord Carnarvon y diferentes mientras examinan la momia del soberano Tut en 1922.

¿Pudiera haber una explicación más convincente?

Los periódicos ingleses llegaron contabilizar unas 30 muertes aparentemente atribuidas a la Maldición de Tutankamón. Para las mentes supersticiosas, no podía haber más explicación que era el propio faraón quien se estaba vengando de los que profanaron su sepulcro. La ciencia médica, por su parte, expresó un par de hipotesis que parecían despejar toda duda.

En el suceso de Carnarvon, se llegó a la deducción de que había difunto a causa de una septicemia bacteriana derivada de una erisipela. Dicha infección apareció debido a que se cortó una picadura de mosquito mientras se afeitaba. Otra explicación más lógica de su deceso es que, al abrir el sarcófago de más de 3000 años de antigüedad, se vio exibido a las esporas de un hongo asesino.

El enigma alrededor de la Maldición de Tutankamon incluso persiste

Momia del faraón TutankamónEn el presente, la momia de Tutankamón descansa en el Valle de los Soberanos, en un sarcófago de cristal sellado. Crédito: Mohamed Abd El Ghany / Reuters

Actualmente bien, diferentes investigadores en medicina afirman que las toxinas actuales en el sepulcro profanado no fueron las culpables de todas las muertes. Estas ocurrieron meses mas tarde del descubrimiento, tiempo bastante para que cualquier materia dañina perdiera efecto. De tal forma que el enigma de la Maldición de Tutankamón incluso persiste en la corriente del tiempo.

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