Mesopotamia y Egipto no fueron los primeros en inventar la escritura

François Desset arqueólogo francés  del Laboratorio Archéorient de Lyon, ha logrado descifrar unos antiguos manuscritos procedentes de Irán que permanecieron ininteligibles desde su descubrimiento en 1901 y que se remontan al tercer milenio antes de Cristo, período que dio origen a la escritura.

Los antiguos jarrones adornados con estos misteriosos símbolos, que tienen alrededor de 4.400 años. Fueron hallados durante unas obras arqueológicas en la antigua ciudad de Susa, al sudoeste del actual Irán. Durante 120 años, la comunidad científica no consiguió dilucidar qué representaban esos signos. Hasta que el pasado 27 de noviembre Desset anunció que finalmente lo había logrado.

El descubrimiento del investigador francés abre el camino a nuevos conocimientos sobre Oriente Medio y el origen de la escritura. Pues hasta la fecha, los sistemas de escritura más antiguos conocidos eran el protocuneiforme de los mesopotámicos y los jeroglíficos egipcios.

Alrededor del 2.300 A. C. encontramos que existía un sistema de escritura paralelo en Irán y que su versión más antigua, llamada escritura protoelamita (3.300 a. C. – 2.900 a. C.) se remonta a los primeros textos cuneiformes mesopotámicos», explicó Desset, citado este lunes por la revista Sciences et Avenir.

«Hoy puedo afirmar que la escritura no apareció primero en Mesopotamia y luego en Irán: estos dos sistemas, el protocuneiforme mesopotámico y el protoelamita iraní, ¡eran de hecho contemporáneos!», expresó el científico.

Reino de Elam

El elamita lineal estuvo en uso continuo desde el 2300 hasta el 1900 A. C. durante el reinado de diferentes monarcas y dinastías en diferentes regiones del antiguo reino de Elam, actual Irán.

A diferencia del cuneiforme mesopotámico, que combina fonogramas (signos que representan un sonido) con logogramas (signos que representan una palabra, lexema o morfema). Esta antigua escritura iraní era puramente fonética y utilizaba signos que señalaban sílabas, consonantes y vocales, algo muy único para el mundo del tercer milenio antes de Cristo.

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