La enigmática y deseada “Lanza del Destino” ¿Dotaría de poder eterno a quien la portara?


¿Dotaría de poder infinito a quien la portara?
Con ella Hitler se apoderaría de Europa completa,
¿Que fue lo que salió mal?
El libro mas reconocido a nivel mundial (La Biblia) narra que Longinos fue el individuo que se encargó de perforar el costado de Jesús una vez que fue crucificado, lo anterior se hacía con el propósito de constatar que la persona sujeta a castigo se encontrara muerta para poderla bajar, en otras ocasiones ocupaban cortar las piernas para que se desangraran más lentamente mientras morían hasta perder la conciencia y posteriormente encontrar la muerte, denominándose dicha técnica como crurifragium, pero en este caso fue diferente, se pidió a Cayo Casio Longinos que verificara por medio de la lanza.
Informa la Biblia, en el evangelio de Juan (19:33-34), que Longinos padecía de ceguera parcial lo que no le permitía ver de forma satisfactoria, por eso se le asignó tal sencilla tarea, dice que en el momento de perforar la piel de Jesús del cuerpo salieron dos líquidos distintos, uno era sangre y la otra agua pura, totalmente separadas, y que al salpicar los ojos de Longinos lo curaron de forma inmediata, por lo que este último decidió convertirse al cristianismo.
Se decía que el que tuviera en su poder tan preciada lanza podría conquistar el mundo y nunca caería, pero que si perdiera su posesión un mar de calamidades lo acabarían, la leyenda textualmente señala “Quien la sostenga en sus manos, sostendrá, para bien o para mal, el destino del mundo”, y es aquí en conde la Lanza del Destino o también llamada Lanza de Longinos se une a la historia del que fue uno de las mayores terrores de la humanidad en todos los tiempos, Adolf Hitler.

Por allá de 1912, se comenta que Hitler tuvo su primer encuentro con la Lanza del Destino, cuando intentaba vender pinturas fuera del Museo del Palacio Hofburg, al iniciarse una lluvia descomunal, Adolf Hitler decide entrar al Museo para cubrirse y tapar sus obras, y dando vueltas por el interior se encuentra de frente con la Lanza en una vitrina, recargada sobre un paño color rojo que combina a la perfección con su color dorado y cobrizo, se cuenta que estuvo por mucho tiempo frente a la emblemática pieza como hablando en su mente, desde ahí Hitler había generado un lazo muy fuerte con la Lanza y ni siquiera estaba a su alcance.
Con el transcurrir del tiempo, cuando Hitler se posesiona en el poder de las fuerzas alemanas del Tercer Reich Nazi, allá por el año de 1938 cuando Alemania se apodera de Austria, pidió a su gente de confianza que visitaran el Museo de Hofburg para que le entregaran esa joya que él consideraba su clave para conquistar el mundo entero, se sabía que en ese tiempo existían otras tres lanzas que también se decía eran las legítimas, en el Vaticano, París y en Polonia en la ciudad de Cracovia pero Hitler por dentro pensó siempre que la legítima es la que se encontraba en Austria.
Otros dirigentes guerreros poderosos que aprovecharon el supuesto poder de la Lanza fueron Constantino el Grande, el Rey franco Carlos Martel, Carlomagno y Federico Barbarroja, Emperador Romano, se dice que no perdieron ni una sola batalla siempre portando la Lanza del Destino, cuestión que le dio más credibilidad a los místicos poderes de la Lanza y que apoyó la hipótesis de Hitler de que con ella sería dueño del mundo, la persona que reveló a obsesión de Hitler por poseer aquella Lanza fue su amigo desde la adolescencia Walter Stein, conocido de Adolf desde 1914.
Una vez que tuvo en su poder la Lanza de Longinos, dio la orden de que se trasladara a la ciudad de Nuremberg, y se ocultó en los cimientos de una iglesia que Hitler transformó Santuario Nazi, hasta el día en que los Estados Unidos derrotan a los integrantes del Tercer Reich de Hitler en esa ciudad y se apoderan de ella sin que Hitler se enterara ya que él se encontraba resguardado en la ciudad de Berlín esperando a que se cayera su imperio, porque estaba en la recta final el destino de la Alemania Nazi, y será por cuestiones del destino pero de acuerdo a la historia universal, Hitler se suicidó a las 2 horas que los Estados Unidos se apoderan de la Lanza, sin este saberlo, como si fuera la maldición que se contaba en caso de perder el poder de la pieza.
Una vez concluida la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos entregan al recuperado Gobierno de Austria la Lanza para devolverla al Museo de donde Hitler la tomó.

La obstinación de Hitler.
El individuo que reveló la obsesión que tenía Adolfo Hitler, por la lanza que supuestamente había pertenecido a Longinos, era un sabio austriaco, el doctor Walter Stein, amigo del líder nazi desde antes de 1914.
Según el doctor Stein, la creencia de Hitler en los poderes sobrenaturales de la Lanza de Longinos lo llevó a la magia y el ocultismo.
Finalmente, cuando en 1938 Hitler anexó Austria al Tercer Reich, una de sus primeras órdenes fue visitar el Museo Hofburg para buscar la famosa lanza.
Posteriormente, llevó a cabo todos los arreglos para que la trasladaran a Nuremberg, donde fue ubicada en una iglesia que ordenó transformar en santuario nazi.
Cuando el Tercer Reich era derrotado, en varios frentes, las fuerzas aliadas bombardearon la ciudad, por lo que Hitler ordenó esconder la lanza en una bóveda que había mandado construir dentro de los cimientos del Castillo de Nuremberg.
Finalmente, el 30 de abril de 1945, las tropas estadounidenses entraron en Nuremberg, sacaron la lanza. Hitler, que en esos momentos se protegía en Berlín, no se enteró; horas después de suicidó.
En la actualidad, la Lanza de Longinos está de nuevo en el Museo Hofburg. Este aparato, conocido como “La lanza del destino”, no fue el único objeto que Adolf Hitler trató desesperadamente de hallar, sino que en su lista también se encontraban reliquias de tal calibre como el Arca de la Alianza o el Santo Grial.