AL MENOS 500 GENES SE ENCIENDEN DESPUÉS DE MORIR

 

 

Quinientos genes identificados que cobran vida después de la muerte.

Un equipo de microbiólogos con sede en la Universidad de Washington encabezado por Peter Noble ha llevado a cabo uno de los estudios más extensos sobre el tema de la vida post-mortem en la historia e hizo un descubrimiento sorprendente.

AL MENOS 500 GENES SE ENCIENDEN DESPUÉS DE MORIR

Según Noble, el equipo ha identificado quinientos genes específicos que se vuelven más activos después de la muerte física del cuerpo, alcanzando un máximo de aproximadamente cuatro días después de que la persona ha muerto.

Los científicos han notado que hay genes que continúan activos en el cuerpo humano durante algún tiempo después de la muerte en estudios previos, pero estos genes han sido activados por los microorganismos que permanecen activos en los cuerpos muertos durante un período posterior a la muerte.

Sin embargo, este estudio reciente fue un poco diferente ya que examinó qué genes estaban funcionando en los tejidos después de la muerte. Los sujetos del estudio fueron mil cadáveres de ratones y pez cebra.

¿QUÉ PASA SI TODOS LOS HUMANOS QUE NACIERON VOLVIERON A LA VIDA HOY?

Quizás el descubrimiento más asombroso que este experimento ha arrojado es que los genes que continúan funcionando después de la muerte física del organismo comienzan a funcionar de forma muy similar a cómo funcionarían cuando la criatura nació por primera vez. La mayoría de los genes identificados como activos después de la muerte se utilizan principalmente para emergencias en el cuerpo físico, como el sistema inmune y los genes necesarios para combatir el estrés.

Sin embargo, algunos de los genes que comenzaron a encenderse fueron más sorprendentes para el equipo. Noble explica que los genes de desarrollo parecen activarse en la siguiente muerte y describió esta revelación como “asombrosa”. Los genes que comienzan a encenderse después de la muerte se usan normalmente para esculpir embriones y son inactivos después del nacimiento del organismo, y por lo tanto su actividad en una autopsia es profundamente inusual.

Los investigadores han sugerido que es posible que esto ocurra porque las condiciones celulares en un cadáver fresco son bastante similares a las de los embriones. Este hecho peculiar ha planteado algunas preguntas serias relacionadas con la biología del cuerpo después de la muerte. En ciertas religiones, como el budismo tibetano, uno de los principales inquilinos de la fe es que el cuerpo físico no es más que un recipiente y que la conciencia permanecerá después de su desaparición. Esta investigación ha sugerido que puede haber algo de verdad en estas creencias espirituales.