¿Qué ocurre con el alma durante y después de la criogenización?

¿Qué pasa después de morir? Es una pregunta que ha cautivado al ser humano desde que desarrollamos por primera vez el concepto de “muerte”. La búsqueda de una respuesta y, lo que es más importante, un medio para eludir sus efectos ha sido tema de debate y ha servido para dar forma a uno de los fundamentos de la cultura humana.

Hemos construido pirámides para albergar a nuestros muertos en la otra vida, construimos ejércitos de terracota para protegerlos, sacrificamos a los vivos en su honor e incluso desarrollamos técnicas de preservación para evitar la descomposición, todo en un esfuerzo por desafiar de algún modo la permanencia de la muerte y resucitar al menos una parte, aunque intangible, de la persona fallecida. Ignorando el misticismo y el fervor religioso de estas prácticas, representan poco más que técnicas elaboradas de entierro, que obstinadamente siguen siendo parte de la sociedad moderna. La práctica de la criónica promete el renacimiento de un yo más joven, más en forma y no muerto, todo a través del milagro del futuro progreso científico.

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Pero también nos plantea otras preguntas muy controvertidas, pero igualmente apasionantes: Al comienzo de la criogenización, ¿dónde va el alma? ¿El paciente tendría algún tipo de experiencia cercana a la muerte? ¿La persona en realidad cruza al más allá y existe como cualquier persona fallecida, en forma de espíritu? Y si te descongelan y revives, ¿vuelve tu alma? ¿Hay una nueva alma? ¿O simplemente no hay alma?

Estas son solo algunas preguntas que plantea la criogenización. Si quieres algunas repuestas continúa leyendo.

¿Qué es criónica?

La criónica es la práctica de preservar cuerpos humanos “legalmente muertos” en temperaturas extremadamente frías con la esperanza de que los avances futuros en la ciencia médica puedan revivir sus cadáveres y curar la enfermedad, o al menos, extraer sus recuerdos y conciencia.

La idea básica es que al enfriar rápidamente el cuerpo después de que el corazón se haya detenido, pero antes de que el cerebro comience a morir a causa de la hipoxia, el cuerpo se enfría rápidamente para extinguir el metabolismo y detener la descomposición. Sin embargo, a diferencia de las técnicas de animación suspendida a corto plazo que se están desarrollando actualmente para ayudar en cirugía cardiaca y neurológica, lesiones traumáticas y emergencias similares que ponen en peligro la vida, la criónica te congela a largo plazo.

Cómo funciona la criogenización

Según el Instituto Cryonics, el proceso de crioconservación consiste en enfriar a una persona legalmente muerta a la temperatura del nitrógeno líquido donde prácticamente todo el deterioro físico se detiene, con el objetivo de preservar los tejidos, órganos y especialmente el cerebro con sus recuerdos y personalidad asociados de la manera más perfecta posible.

Una persona en este estado se denomina “paciente crioconservado”, porque no se considera la definición legal de “muerte” como un estado permanentemente irreversible. Los expertos en la materia creen que los increíbles avances que se están realizando hoy en día en el campo de la biología, medicina, informática, nanotecnología y mucho más apuntan hacia un futuro en el que la ciencia avanzada podrá revivir a estos pacientes, curándolos de sus enfermedades e incluso dándoles la juventud renovada.

¿Dónde va el alma durante la criogenización?

Llegado a este punto muchas personas se preguntarán que ocurre con el alma cuando comienza el proceso de criogenización. Está claro que hasta el momento nadie sabe a ciencia cierta que ocurre con el alma cuando una persona se le congela hasta la temperatura del nitrógeno líquido, sin embargo, ha varias teorías al respecto.

Supongamos que un día, la criogenización es posible. En la criogenización, una persona con una enfermedad terminal incurable sería congelada. Cuando se descubra la cura, el paciente se descongela y se le da un tratamiento, y se reanuda la vida, incluso si esta descongelación se produjo 200 años después de que comenzó la congelación. En la criogenización, el cuerpo, técnicamente, está muerto (sin latido del corazón). Entonces, según esto, el paciente tiene una experiencia cercana a la muerte o ECM.

Sin embargo, un cuerpo preservado criogénicamente no se descompone, entonces en ese sentido, la verdadera muerte no ocurre. Los tejidos se conservan. Entonces, ¿dónde está la conciencia de esta persona (yo astral, espíritu, alma…) mientras tanto? ¿Se encuentra entre la vida aquí en la Tierra y la vida en el más allá? Lo que está claro es que no se puede congelar un alma. No se puede congelar tu doble astral o espíritu, así que tiene que ir a algún lado durante la criogenización. ¿Pero dónde?

Primero de todo los más incrédulos pueden pensar que nunca se logrará esa tecnología, pero la realidad es que eso no se sabe. Qué pensarían las mentes más brillantes de la época del Renacimiento si alguien les hubiera dicho que algún día habrá trasplantes de corazón, que extraerán un bebé del útero y luego lo colocarán en una capsula para terminar su crecimiento, que se podrá clonar perros y gatos o que un día el hombre caminará en la Luna.

Lo que parece imposible incluso en esa época puede llegar a ser realidad algún día, así que no se debe descartar la posibilidad de la ciencia criogénica. Y si es así, supongamos que 200 años más tarde se encuentra una cura para la enfermedad. Aunque todo es especulación, se supone que el espíritu permanecerá en existencia incluso si su conciencia física está dormida. Las experiencias cercanas a la muerte apuntan a una conciencia colectiva. La conciencia colectiva parece relacionada con el espíritu o el alma, por lo que esto funcionaría de la misma manera que las personas que están físicamente inconscientes durante un corto período de tiempo.

¿Y después de revivir?

Otra teoría muy interesante es que el alma puede escapar temporalmente del cuerpo a través de una proyección astral, por lo que es muy posible que, si el cuerpo se congela significativamente, el alma pase por el plano astral durante años o siglos. Pero, ¿el cuerpo podría sostener durante años o siglos la desconexión del cordón astral?

Cuando el cuerpo de una persona queda inconsciente, las personas generalmente no tienen una proyección astral. Entonces, si estar congelado criogénicamente hace que el cuerpo esté en el mismo estado inconsciente, es posible que una persona no pueda alcanzar la proyección astral. Pero en este caso, tampoco es probable que una persona recuerde algo de su experiencia, por lo que su incomodidad psicológica sería mínima. También pude ver una situación en la que, si el cuerpo alguna vez se vuelve a reanimar, entonces el alma original regrese para terminar su encarnación o incluso, una nueva alma acceda al “recipiente”.

Aunque se trata de una idea realmente interesante, hay que decir que no todo el mundo está de acuerdo con la idea de la criogenización. Además, cabe la posibilidad de que un futuro nos encontremos con “contenedores” vacíos caminando por el mundo.

Fuente: mep