Científicos desconcertados por gigantescos “chorros” de energía que salen disparados al espacio

Se estima que los “rayos inversos” se producen entre 1.000 y 50.000 veces al año en todo el planeta, pero el más poderosa nunca registrado ha abandonado desconcertados a los investigadores.
los investigadores se han quedado perplejos ante el chorro enorme más poderosa -una especie de rayo inverso que sale disparado hacia el cosmos en vez de hacia la Tierra- jamás antes registrado.
Las erupciones ascendentes en zigzag son un espectáculo deslumbrante y siguen siendo un fenómeno en gran medida incomprensible, dado que el chorro que se vio brotar de la cuspide de una nube en Oklahoma (EE. UU.) y lanzarse a 80 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra fue la mayor transferencia de carga al cosmos de la que se tiene constancia.
La carga de un rayo se mide en culombios y su intensidad media es inferior a cinco.
Pero este enorme chorro transfirió a la ionosfera -la zona en la que la atmósfera terrestre se halla con el espacio- la asombrosa cifra de 300 culombios.
Esta cifra es casi el doble de la mayor carga registrada con anterioridad para un chorro enorme e iguala a la documentada como la más fuerte para un rayo nube-tierra.
El enorme chorro de Oklahoma se lanzó a 80 km sobre la superficie de la Tierra. Crédito: Chris Holmes
El fenómeno sucedió el 14 de mayo de 2018 y es objeto de un ensayo difundido la semana pasada en la revista Science Advances.
El chorro fue captado desde el suelo en una película por un investigador ciudadano en Hawley, Texas, con una cámara de poca luz, mientras que diferentes instrumentos en el suelo y en el cosmos además proporcionaron los datos del choque.
Actualmente, los investigadores conducidos por Levi Boggs, experto del Georgia Tech Research Institute, están intentando de decodificar lo que simboliza todo esto.
asimismo de su asombroso carga, el chorro ha confundido a investigadores como Boggs porque apareció en “circunstancias extraños” en una “nube de tormenta única”, según el ensayo.
Es más usual que los chorros descomunales se produzcan en entornos tropicales, donde se colocan en las proximidades de partes de una tormenta que son fuertemente convectivas, pero éste se provocó en una zona de convección débil.
Los aviones pueden ser golpeados por chorros gigantes, pero los pilotos normalmente evitan volar sobre nubes tormentosas. Crédito: Hung-Hsi Chang / NASA
Boggs explicó en una declaración:
“No hubo actividad de relámpagos antes del chorro enorme en la célula de la tormenta mamá, lo que jamás ha sido el suceso de las observaciones previos”.
Boggs además manifestó que es factible que las tareas de las naves espaciales se vean perturbadas por los chorros descomunales.
Boggs añadió:
“Dado que estos acontecimientos conectan con el borde inferior del cosmos y transfieren carga a esa zona, pudieran tener efectos en la meteorología espacial que podrían afectar a las comunicaciones y a las señales electromagnéticas entre la tierra y los satélites en órbita”.
Los descubrimientos de el estudio han sido publicados en Science Advances.
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