Nueva teoría: antiguos egipcios no labraron rocas para construir las pirámides

Antes que nada, tengo que decirlo: el título es un poco mentiroso. ¿Por qué? Porque no son “nuevas” las hipotesis que voy a presentar aquí.

Para nada. Pero se están popularizando un poco y, cuando lo presenté muy escuetamente en un directo en el Canal de YouTube “demonios”, debo decir que levantó polvareda, y por eso decidí escribir varios publicaciones en este sentido. Este, el primero, será una presentación (algo bombástica) donde explicaré varios temas y después, seguiré escribiendo aclarando incluso más este asunto.

Como continuamente, vayamos por partes…

Esta hipotesis, mínimo, tiene unos 43 años. Allá por 1979, Joseph Davidovits, presento en el “segundo congreso Internacional de egiptología”, dos hipotesis: la primera habla sobre de la fabricación de un tipo de Roca Artificial para fabricar Jarrones (nos adentraremos en este asunto en algún otro artículo) y la segunda, la que vamos a desarrollar hoy, trata de un tipo de Geo-polímero, es decir, un tipo de hormigón.  Davidovits fue el primero en decir que las rocas con las que se crearon las pirámides, no fueron talladas, sino realizadas por medio encofrado y llenado de un concreto egipcio (una receta que continuó oculta por miles de años y que 2500 años mas tarde, “redescubrieron” los romanos).

Sin sitio a dudas, para bastantes es sorpresiva esta hipotesis, si bien hay en internet, dando vueltas, una hipotesis que trata de ablandadores de piedras, pero que es distinta de esta. Aquí la vamos a aclarar la hipotesis del  concreto egipcio que, según creemos, no solamente sería egipcio, sino mundial.

Como mencionamos, Davidovits postulo la hipotesis del concreto egipcio. Es decir, que desde un polvo especifico, mezclado con agua, se obtenía un tipo de pasta semi liquida que podría llenar un encofrado y dejar secar (como se hace el concreto hoy en dia). Después de dejar secar este encofrado se retiraba, se desplazaba a un lado se fijaba de nuevo y se llenaba de nuevo.

La mezcla del concreto era sencillamente, roca caliza pulverizada, una roca de arcilla llamada Caolín o Caolinita, soda caustica y agua. Así de sencillo, así de facil.

Cuando leí los textos de Davidovits, hace unos años, no le di mayor importancia. Pero un amigo me dio un enlace a un documental denominado K 2019 (un documental de 3 horas), donde exponen que esta pasta, tarda unos 30 días en secar lo bastante como para mover el encofrado a un lado. Desde luego, un arquitecto egipcio que creó este concreto, calmadamente podría dirigir las obras para que las rocas se admiten en distintas zonas al mismo tiempo como para que no haya tiempo ocioso en esos 30 días.

Dicen los investigadores que la gran pirámide tardo 20 años en construirse. Si las rocas fueron cortadas de una cantera, movidas, elevadas y colocadas en su sitio, deberían haber movido una roca cada 3 segundos. Sin embargo, con este sistema de encofrado, el tiempo utilizado, inclusive podría haber sido menor.

Este encofrado, nos facultaría comprender porque esta roca se ve así, (Ver imagen siguiente) muy parecido al concreto actual.

Comparativa entre una de las rocas de la Gran pirámide y una muestra de concreto actual. Crédito: Darío Fernández

¿Es esto real? ¿Es un sencillo encofrado de albañilería el proceso que se usó para concebir ese tremendo monumento? Esta hipotesis en comienzo, tiraría por tierra cualquier especulación sobre de auxilio alienigena, genialidad de un ingeniero antiguo como Imhotep, etc… pero no. Si lo meditamos detenidamente, un día, por azar, un grupo de “albañiles” egipcios manifestó algo al igual que “¿y si pulverizamos la roca, la mezclamos con… esto, esto y esto y vemos si podemos levantar monumentos?” ¿No parece valido, no? Desde luego que deben de haber habido centenares de evidencias (acierto y error) hasta lograr la mezcla inmejorable.

Y ahí entraría las evidencias de las evidencias (perdón el trabalenguas).

Si es que se hicieron múltiples evidencias del “concreto egipcio”, ¿no quedaron restos de esto? No existe una evidencia (una estatua mal hecha, una pirámide en ruinas… esperen, ¡si que lo hay!

Imagen que muestra la pirámide semidestruida en la provincia de Edfú. Crédito: Universidad de Chicago

Un grupo de arqueólogos de la Universidad de Chicago, allá por el 2014, desvelaron una pirámide, algo anterior a la Gran pirámide, que supuestamente perteneció al faraón Huni (2635-2610 antes de Cristo) o Snefru (2610 -2590 antes de Cristo). Esta pirámide pudo llegar a medir 13 metros de altura y se encontraba completamente hecha con bloques de arenisca. El estado general de la pirámide, que se puede ver en la imagen, es deplorable. El paso de los años la deterioraron de tal forma que los trabajos deben llevarse a cabo de forma meticulosa. Se reveló que el monumento (y diferentes pirámides pequeñas, llamadas “provinciales“) no poseen cámaras mortuorias dado que no estaban destinadas a ser sepulturas, sino más bien, una muestra de poderío de los faraones.

Se sigue investigando en esta y diferentes de las pirámides “provinciales”.

La evidencia de la evidencia…

Para mí, como teórico de los Antiguos Cosmonautas, las evidencias son fundamentales. La ciencia oficial, además se centra en evidencias, si bien a veces se quedan mirando y mencionando “¿y actualmente?“. No es una crítica, pero si ven un ave y dicen “ave” está bien. Pero si el ave tiene sus alas muy rectas, su cola en posición vertical, por lo tanto no es un ave, es un avión. Y la ciencia convencional sigue pensando que son pájaros a pesar de lo que muestra la siguiente imagen:

Comparativa de los “pájaros” de Quimbaya y Saqqara. Crédito: Museo de Otún / Museo del Cairo/Darío Fernández

Continuamente intento ser respetuoso, pero cuando se oyen galopes, por lo tanto son caballos (a menos que estés en África y pueden ser cebras, ¡pero denme evidencias de que estamos en África!).

Más allá de la chanza animal, no hay pájaros que tengan las colas verticales o, como en el suceso de los Quimbaya, esa especie de “motores” en las proximidades de su cola.

Pero volviendo a las pirámides, los investigadores convencionales, opino que puedo explicar un poco la situación hasta aquí.

Como dije más arriba, para conseguir el concreto egipcio, tuvieron que hacer evidencias y opino que las pirámides de Edfú fueron las evidencias preliminares. Por ese motivo eran más pequeñas, con ladrillos más pequeños de roca caliza (casi con seguridad, en un examen más hondo, se puede probar que no es caliza únicamente). Casi con seguridad, cada pirámide tiene una composición distinto (acierto y error) hasta lograr la receta ideal. Por lo tanto, empezaron las pirámides más grandes.

El tronco marcado en rojo, es un trozo de madera incrustado en la roca, en la pirámide de Meidum. Algo Imposible, amenos que la roca estuviera en un estado fluido y vaciada en un molde que contuviera la madera, y que no hubiera sido quitada antes de secarse. Crédito: Darío Fernández

Ya poseemos una parte del gran enigma revelado.

Pero hay más…

Siguiendo con nuestra teoría, los egipcios consiguieron la receta inmejorable del concreto para concebir grandes monumentos. Por lo tanto realizaban un encofrado, lo llenaban con su concreto, lo dejaban unos días, lo retiraban para utilizarlo en otra roca y así.

Pero no queda todo ahí.

¿Por qué dejarlo en pirámides? ¡Si podemos realizar moldes desmontables, hagamos obeliscos! Por lo tanto, vemos obeliscos hermosamente ornamentados y que además poseen unas señales redondas y pequeñas, que evidencian que se fijaban los paneles del encofrado con clavijas o algo así.

Hileras de huecos en un obelisco de Egipto. Me recuerdan a diferentes hileras de huecos, de las que hablaré en otro artículo. Crédito: Darío Fernández

¿Sólo obeliscos? Pues no. Opino que en algún artículo lo nombre al pasar, pero dejen que les cuente velozmente la historia de…

Asuán y Abu Simbel

El santuario de Abu Simbel es un complejo de dos templos, el primero, empleado a Ra, Ptah y Amón, y que tiene las 4 estatuas gigantescas del propio Ramsés II deificado. El santuario menor está empleado a su mujer Nefertari. Es un bello santuario, que además tiene múltiples más estatuas en el interior del santuario, un friso que tiene representados 22 Babuinos, y múltiples más.

La verdad es que en un instante de 1959, se tomó la decisión de realizar algo con el chocante monumento: moverlo.

Resulta que durante la edificación de la represa de Asuán, el valle donde se localizan los templos, quedaría inundado, algo que sería una perdida terrible.

Por lo tanto, después de diversos planes se tomó la decisión de mover los templos 65 metros hacia arriba y unos 200 metros más lejos del rio. El plan, en hipotesis, representaba un movimiento de las estatuas y demás gran cantidad “sencillo”. Pero las estatuas pesan unas 200 toneladas. Y en 1964 las grúas aéreas no podían mover pesos tan grandes, así pues se tomó la decisión de cortar las estatuas. Se cortó en secciones, se marcó e identifico cada sección y se movió todo el santuario a su sitio en el que se localiza en este instante.

La cosa es la siguiente. Si bien el santuario se excavo de la roca, las estatuas se movieron a su sitio. Por lo tanto surge la duda ¿Cómo es que en el siglo XIII A.C. movieron estatuas de 200 toneladas y en 1964 se tuvieron que cortar en no menos de 6 secciones cada una?

La contestación que yo encontré es sencillo: moldes. Al igual que se hicieron los moldes de los obeliscos, las rocas de las pirámides y de centenares de estatuas en Gizah y alrededores, en Nubia (en el sur de Egipto) utilizaron el mismo sistema para concebir las estatuas de Abu Simbel. Armar el encofrado con la figura de las estatuas en secuencia. Las extremidades inferiores primero, después la cintura, el pecho/brazos y al final la cabeza.

Consulte con un amigo arquitecto y si al armas las extremidades inferiores, las dejaban fraguar, al armar la parte superior, quedarían alejadas (por eso en la edificación actual, se ubican hierros para preservar las partes juntas y continuamente es preferible llenar todo el concreto de una sola vez), por lo tanto, el armado en secuencia es para realizar más cómodo el llenado, se armó en secuencia (y por eso, el santuario original tenia señales, si bien no eran “rocas” alejadas.

Esta maqueta, simboliza la situación anterior y la actual de los templos. Crédito: Museo de Nubia en Asuán

Lo mismo se hizo con las estatuas interiores, el friso y demás. Y por eso, en los 60s se tuvieron que cortar las estatuas.

Algo más: según escritos, el santuario completo de Abu Simbel tardo 20 años en ser erigido. La gran pirámide, además habría sido construida en 20 años. ¿Azar o mentira universal?

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Para mí, es más que indiscutible que intentaron ocultar el autentico incognito de edificación. Los egipcios no cortaban las rocas. Crearon un concreto tan eficaz, que en todo Egipto los monumentos se cuentan por centenares. Por lo tanto, para impedir que el incognito salga a la luz, no lo tallaban en roca, casi con seguridad solo se encontraba escrito en papiros, hoy destruido por los años. La fórmula utilizada era rigurosamente guardada y pasada solo a jefes o capataces que debían conocer el incognito para concebir la mezcla inmejorable. Esta mezcla, con los años “se perdió” hasta la llegada de los romanos y su concreto, que hasta hoy perdura en sus edificaciones. Pero como los romanos arribaron a tener un concreto comparable, es otra historia…

Imagen que muestra los cortes realizados a una de las estatuas de Abu Simbel. Entretanto que bastantes se preguntan como movieron estas grandes rocas. Yo postulo que sencillamente, utilizaron su Concreto Egipcio, desarmaron el encofrado y continuaron con la siguiente. Crédito: Iagua / Darío Fernandez

Hablé de los huecos en los obeliscos y hay huecos similares en diversos zonas más. Pero eso es harina de otro costal, o mejor mencionado, asunto de otro artículo.

En una noticia posterior, hablare sobre de este mismo asunto (agregando indicios y evidencias), de como hacían para utilizar el mármol y el granito (haciendo vasijas de 3 mm e espesor) y de cómo esa hilera de huecos cruzó el atlántico

Esperen, se pondrá mucho más fascinante, y les aseguro que terminaran mencionando algo al igual que “Aaaah… ¡mira vos!“.

Se los digo. Esto se pone fascinante y mis hipotesis se están convirtiendo (en mí, por lo menos) en La Gran hipotesis Astroarqueológica.