El misterioso barco fantasma del Ártico


Los mares de nuestro mundo son considerados una auténtica belleza de la naturaleza, pero también ocultan grandes misterios. Uno de los fenómenos más extraños en alta mar a lo largo de la historia es la aparición de barcos fantasmas, embarcaciones que se encuentran a la deriva vagando por los mares sin ningún tipo de tripulación. Como ya publicamos en “Barcos fantasmas, misterios en los océanos”, podemos encontrar historias sobre barcos fantasmas en la tradición del mar, siendo una conversación a evitar por todos aquellos que “viven” de los océanos. Los barcos fantasmas se dividen en dos categorías, los que son supuestamente buques fantasma impulsados ​​por fuerzas sobrenaturales desconocidas, y los que sus tripulaciones desparecen en misteriosas e inexplicables circunstancias. Por lo general, es bastante fácil de discernir entre los dos, sin embargo, hay casos en que no se puede determinar fácilmente si estamos hablando de un simple barco abandonado o de algo más sobrenatural. Uno de los casos registrados más extraños de barcos fantasmas es el del SS Baychimo, que pasó de ser un simple barco fantasma a convertirse en uno de los mayores y más perdurables misterios marítimos de nuestros días. La leyenda del SS  Baychimo El SS  Baychimo era un buque de vapor de acero de unas 1.322 toneladas que comenzó su carrera como buque en Suecia, donde fue construido en 1914 como buque de carga oceánico para una naviera alemana bajo el nombre de “Ångermanelfven”, operando principalmente entre Hamburgo y Suecia hasta la Primera Guerra Mundial. Debido a las consecuencias de la guerra, el buque fue trasladado a Gran Bretaña, donde fue rebautizado como el SS Baychimo. El SS Baychimo fue adquirido por la compañía naviera “Hudson’s Bay Company” para utilizarlo de transporte de carga a través del Atlántico hasta la costa norte de Canadá. El barco fue utilizado para el transporte de pieles, pero también realizó viajes a Alaska y a la Columbia Británica llevando pasajeros. El Baychimo operaba con toda normalidad, desafiando los mares agitados, el mal tiempo y los peligrosos témpanos de hielo para llevar a cabo un total de nueve viajes exitosos. Pero el 1 de octubre de 1931, la suerte de la nave cambiaría por completo. El Baychimo transportaba un cargamento de pieles valiosas hacia Vancouver con un cargamento de pieles valiosas cuando una tormenta repentina dejó atrapado el barco en los témpanos de hielo. La situación para la tripulación era realmente aterradora, no podían continuar su viaje y además el barco se podía hundir. Sin pensarlo, el capitán ordenó a la tripulación que abandonaran el barco para dirigirse a pie a la ciudad de Barrow, que se encontraba a menos de dos kilómetros de distancia. La tripulación consiguió llegar a Barrow sanos. Después de descansar dos días decidieron volver a su barco abandonado, pero cuando llegaron, se sorprendieron al encontrar que el buque se había liberado del hielo en su ausencia y se encontraba a la deriva.  La tripulación decidió construir un campamento en el hielo mientras pensaban como recuperar su barco. Por desgracia para la tripulación del Baychimo, el mal tiempo no dio tregua y el 8 de octubre la nave volvió a quedarse atrapada por el hielo, aunque esta vez parecía definitivo. El 15 de octubre, debido a que el temporal no parecía parar, Hudson’s Bay Company envió un equipo de rescate para evacuar a la tripulación del campamento. Aunque 22 de los tripulantes fueron rescatados, el capitán y otros 14 miembros de la tripulación se negaron a abandonar el buque y su carga, y optaron por permanecer acampados en el hielo a pesar de la fuerte tormenta.  El 24 de noviembre, una fuerte tormenta de nieve particularmente cruel dejó sin visibilidad toda la zona. Cuando la tormenta se disipó al día siguiente, y para sorpresa de toda la tripulación, el Baychimo había desparecido. El capitán y la tripulación supusieron que el barco se había hundido en las profundidades gélidas y oscuras. La tripulación abatida decidió regresar a la civilización. Aunque semanas más tarde, un cazador nativo les dijo que había visto el barco a unos 72 kilómetros de donde había quedado atrapado por el hielo. La tripulación emprendió un viaje para recuperar la embarcación. Y así fue, el Baychimo estaba exactamente en el lugar donde el cazador lo había visto. Pero después de examinar a fondo la condición del Baychimo, el capitán decidió que estaba muy dañado para volver a navegar. Por lo que la tripulación recuperó las pieles más valiosas dejando así el barco definitivamente abandonado a su destino. Avistamientos del barco fantasma Y a partir de aquí comenzó el misterio del Baychimo. Muchas personas afirmaron haber visto el barco sobre las frías aguas del Atlántico Norte, totalmente intacto y sin tripulación. Además de los avistamientos, hubo quienes trataron de acceder a la nave, pero parece ser que el barco fantasma acaba eludiéndolos asombrosamente, despareciendo sin dejar ni rastro. Todo intento de abordar el barco abandonado era frustrado de alguna manera, y cada equipo que intentaba la hazaña se veían obligados a dejarlo marchar por una razón u otra. Según los registros históricos, cuando la gente lograba subir a bordo, los témpanos de hielo parecían salir de las aguas circundantes como tiburones atraídos por la sangre. Además, los cables de los remolques conectados al Baychimo en todas las ocasiones se acaban rompiendo ya sea debido a la fuerte marejada, la aparición misteriosa de hielo, o incluso a veces sin razón aparente, como si fueran cortados por una fuerza invisible.  Debido a las dificultades a las que se enfrentaban todos aquellos que trataban de salvar el barco, el Baychimo se ganó la reputación de ser un barco maldito, un mal presagio para aquellos que lo avistaban. En 1939, definitivamente el Baychimo desapareció en la fría extensión del Ártico durante más de 23 años. En un principio, se creía que el barco finalmente se había hundido, pero en marzo de 1962, un grupo de esquimales lo avistó a la deriva cerca de la costa del Mar de Beaufort. El barco fantasma fue posteriormente avistado varias veces más hasta 1969, cuando un equipo de rescate fue a investigar un avistamiento que decía que el Baychimo estaba varado en el hielo, pero cuando llegaron había vuelto a desaparecer. Desde entonces nadie más lo ha vuelto a ver. ¿Dónde está ahora el Baychimo? Después de 1969, se creía que el mar se había tragado la embarcación y todas las búsquedas para encontrarlo acabaron en fracaso. En 2006, se produjo el resurgimiento del interés sobre el misterioso destino del SS Baychimo, y el gobierno de Alaska anunció sus intenciones de localizar la embarcación. Pero hasta ahora, no han encontrado nada, como si el barco hubiera desparecido de la faz de la Tierra. El destino de la Baychimo y su cargamento que todavía está intacto, sigue siendo desconocido. ¿Qué pasó con este barco? ¿Fue recuperado? ¿O continúa navegando a través de las aguas árticas? Sea cual sea la respuesta, la realidad es que el Baychimo continúa siendo un misterio en nuestros mares.

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