La Leyenda del soldado español teletransportado en 1593

La Leyenda del soldado español teletransportado en 1593

 

Una leyenda sostiene que en octubre de 1593 un soldado del Imperio español (nombrado Gil Pérez en una versión de 1908) fue misteriosamente transportado de Manila en las Filipinas a la Plaza Mayor (ahora el Zócalo) en Ciudad de México. El testimonio del soldado no fue creído por los mexicanos hasta que supieron del asesinato del gobernador de Filipinas Gómez Pérez Dasmariñas corroborado meses más tarde por los pasajeros de un barco que había cruzado el océano Pacífico con la noticia. El experto en folclore Thomas Allibone Janvier describió la leyenda en 1908 como «actual entre todas las clases de la población de la Ciudad de México».​ Investigadores de lo paranormal del siglo XX que dan credibilidad a lo sucedido han dado explicaciones como que se trataría de un caso de teleportación o abducción alienígena.

El 24 de octubre de 1593, el soldado hacía su trabajo protegiendo el palacio del Gobernador en Manila en el Capitanía General de las Filipinas. La noche anterior, el Gobernador Gómez Pérez Dasmariñas había sido asesinado por piratas chinos, pero los guardias todavía protegían el palacio y aguardaban la proclamación de un nuevo gobernador. El soldado empezó a marearse y a sentirse agotado. Se apoyó contra la pared y descansó por un momento cerrando los ojos.

Cuándo abrió sus ojos unos cuantos segundos más tarde, se encontraba en lugar que no le resultaba familiar: en Ciudad de México, en el Virreinato de México, miles de millas a través del océano. Algunos guardias le encontraron con el uniforme incorrecto y empezaron a preguntarle quién era y a qué se dedicaba. La noticia del asesinato del gobernador de las Filipinas era aún desconocido para las personas de Ciudad de México. El soldado transportado llevaba, según los informes, el uniforme de la guardia en Manila y conocía la noticia del asesinato. (De hecho, Pérez Dasmariñas fue asesinado en mar, a cierta distancia de Manila.)

Las autoridades lo llevaron a prisión por ser un desertor y con cargos de ser un siervo del diablo. Meses más tarde, las noticias de la muerte del gobernador llegaron a México en un galeón de las Filipinas. Uno de los pasajeros reconoció el soldado encarcelado y dijo que le había visto en las Filipinas un día después de la muerte del Gobernador. Finalmente fue liberado de prisión por las autoridades y se le permitió volver a casa.

La Investigación

Thomas Allibone Janvier, un experto en folclore americano que vivía en México, reescribió la historia como Leyenda del Espectro Viviente en la edición de 1908 de Harper’s Magazine, nombrando al soldado Gil Pérez. La historia formaba parte de una serie titulada Leyendas de la Ciudad de México, publicada en un volumen completo en 1910. Janvier advierte entonces que los motivos similares son comunes en folclore.​ Los Cuentos de la Alhambra de Washington Irving incluyen la historia de El gobernador manco y el soldado, el cual mantiene semejanzas con la leyenda.

La historia de Janvier de 1908 se basaba en una versión española del folclorista mexicano Luis González Obregón publicada en 1900: México viejo: noticias históricas, tradiciones, leyendas y costumbres, bajo el título de Un aparecido. Obregón se basa a su vez en una narración de 1698 contada por Fray Gaspar de San Agustín a raíz de la conquista española de las Filipinas, el cual recuenta la historia como un hecho. San Agustín no da nombre al soldado pero si ascribe el hecho como un suceso de brujería.

Janvier afirma que Obregón aseguró en 1609 que Antonio de Morga había escrito que la muerte de Pérez Dasmariñas fue conocida el mismo día en México, pero aun así Morga ignora de cómo esto pudo ser. José Rizal también habla de muchos otras historias milagrosas de las Filipinas españolas del tiempo; y Luis Weckmann también observa la misma relación con el México español.​ Una colección de 1936, Historias de vivos y muertos, incluye una versión del sucesor de Obregon, Artemio de Valle Arizpe: Por el aire vino, por la mar se fue.

Varios escritores han ofrecido explicaciones paranormales a la historia. Morris K. Jessup​ y Brinsley Le Poer Trench, 8.º Conde de Clancarty, sugirieron una abducción alienígena, mientras Colin Wilson​ y Gary Blackwood sugirieron que fue un caso de teletransportación.

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