La piedra extraterrestre encontrada en Egipto hace 20 años contiene compuestos nunca vistos en el Sistema Solar

La piedra extraterrestre encontrada en Egipto hace 20 años contiene compuestos nunca vistos en el Sistema Solar

 

 

La piedra extraterrestre encontrada en Egipto hace 20 años contiene compuestos nunca vistos en el Sistema Solar

Imagen: Google Earth

Año 1996, los investigadores encuentran en Egipto la que posiblemente sea la piedra más extraña que se ha visto en la Tierra. Apodada como Hypatia, se descubre que la reliquia era de origen extraterrestre, aunque no parecía pertenecer a un meteorito o cometa. Un nuevo estudio agiganta el misterio.

Fue en el año 2013 cuando se supo que aquella pieza inclasificable encontrada en el desierto del Sahara no provenía de un meteorito, aunque se apuntaba a un tipo de mineral del núcleo de un cometa. En todo caso, Hypatia, nombrada así por el científico de Alejandría, se confirmaba que su origen no estaba en la Tierra.

Un análisis posterior reveló que el fragmento relleno de diamantes no provenía de ningún cometa tampoco: sus características combinadas eran únicas entre los materiales extraterrestres conocidos.

Ahora, cuatro años después, un equipo de investigadores de la Universidad de Johannesburgo ha analizado la matriz carbonosa de la piedra, y ha encontrado una falta de materia de silicato que la distingue de otros materiales interplanetarios que han caído a la Tierra, junto a la presencia de minerales que parecen ser anteriores al propio Sol.

Los meteoritos no metálicos se llaman condritas y, desde el punto de vista de la composición, se parecen mucho a la Tierra, con una pequeña cantidad de carbono y una gran cantidad de silicio. Sin embargo, Hypatia es lo opuesto, con mucho carbono y pequeñas cantidades de silicio. Según el investigador principal, Jan Kramers:

Aún más inusual, la matriz contiene una gran cantidad de compuestos de carbono muy específicos, llamados hidrocarburos poliaromáticos, o PAH, un componente principal del polvo interestelar que existía incluso antes de que se formara nuestro sistema solar. El polvo interestelar también se encuentra en cometas y meteoritos que no se han calentado durante un período prolongado en su historia.

Kramers explica que algunos de los PAH en Hypatia se convirtieron en algún momento en diamantes submicrométricos, probablemente en su impacto con la Tierra. Con todo, no ha sido el único hallazgo sorprendente. Los investigadores también encontraron aluminio en su forma metálica pura, algo extremadamente raro en el Sistema Solar, al menos hasta donde se sabe.

 

Además, hallaron carburo de silicio (también conocido como moissanita) y fosfato de yodo de plata en formas inesperadas. También un compuesto que consiste principalmente en fósforo y níquel, sin hierro, una composición mineral nunca antes vista, ni en la Tierra ni en otros materiales extraterrestres.

Fragmentos de Hypatia. Mario di Martino, INAF Osservatorio Astrofysico di Torino

Todo estas características en conjunto sugieren que la piedra está hecha de materiales inalterados que son anteriores al Sol… pero que la propia piedra probablemente se formó después del Sol, principalmente porque se necesita una nube densa como una nebulosa solar para formar objetos más grandes.

 

Por tanto, se trata de todo un galimatías que desafía a nuestros modelos de formación planetaria que suponen que el material está distribuido uniformemente por todo el disco protoplanetario, aunque, obviamente, se necesita más investigación para saber más sobre ello. Según Kramers:

Hypatia se formó en un ambiente frío, probablemente a temperaturas inferiores a la del nitrógeno líquido en la Tierra. En nuestro sistema solar habría estado mucho más alejado que el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, de donde provienen la mayoría de los meteoritos.

El investigador finaliza el trabajo con una frase que deja la puerta abierta a cualquier teoría, al menos hasta que consigan profundizar más en el origen de la piedra más extraña que se haya encontrado jamás, una que podría ser anterior a la formación del Sistema Solar, o tener orígenes interestelares. Alucinante. [ScienceDirect vía NewAtlas]