El día que un ovni se estrelló en Isla Decepción, Antártida

 

Una de las oleadas ufológicas más relevantes ocurridas en la Antártida tuvo sitio entre junio y julio de 1965 sobre la Isla Decepción, y tuvo por declarantes a personal de las bases de Gran Bretaña, Chile y Argentina.

Era una noche despejada y de firmamento estrellado, con escasa nubosidad, en la base naval argentina Decepción, colocada en la isla homónima perteneciente al archipiélago de las Shetland del Sur.

Aquel 3 de julio de 1965, un grupo constituido por 17 personas, 14 integrantes del destacamento argentino y 3 militares chilenos que estaban de visita, originarios de la base Aguirre Cerda, fueron declarantes del avistamiento de las evoluciones de un raro objeto luminoso sobre aquellos cielos antárticos.

El comandante de la unidad era el teniente de fragata Daniel Alberto Perisse, quien con el tiempo se transformaría en un destacado ufólogo, integrante de comisiones investigadoras militares (Comisión Permanente de Investigación del Fenómeno OVNI) y civiles (Comisión de Investigaciones Ufológicas (CIU) y Comisión Directiva de la Federación Argentina de Investigaciones de la Ciencia Alienigena (FAECE)

Se trataba de una luz con apariencia solida, de forma circular o lenticular, cuyo perímetro lucia borroso, su parte central ofrecía tintes rojizos, mientras que los bordes presentaban colores que variaban entre amarillo, verde, anaranjado, azul y blanco.

Se lo pudo ver por instantes con binoculares y un teodolito. No emitía sonido alguno y la altura de vuelo estimada era de 15-20 km.

Perisse llego a valorar un tamaño aparente del objeto de 75 a 90 metros de circunferencia, mientras que uno de los miembros civiles del grupo, el meteorólogo Jorge Hugo Stanich arribó a cifrar en cuatro el numero de objetos observados, si bien no unidos, sino en distintas sitios.

a lo largo de los 62 minutos del avistamiento, ocurridos cuando se hacia la observación meteorológica usual, el objeto se movia lentamente, con detenciones, destellos, oscilaciones, desapariciones y reapariciones (efecto relacionado quizá a la escasa cobertura de nubes actuales).

Los declarantes señalaron que se desplazaba haciendo zigzag, disminuyendo al final su tamaño aparente a medida que se alejaba.

Stanich intentó infructuosamente fotografiar al objeto, dado que no contaba con una película apropiada a las circunstancias de escasa luminosidad reinante en el invierno antártico, además, la separación y los vientos potentes se constituyeron en adicionales factores adversos.

Ese mismo día, el destacamento chileno, situado al sudoeste del argentino, además detecta movimientos de objetos.

Y algo parecido ocurría con los cinco británicos que contemplan desde su base antártica una mancha luminosa de apariencia insolita que permanecería 10 minutos estática.

El comunicado autorizada de la Secretaria de la Marina

El 6 de julio de 1965, la Secretaria de la Marina argentina informa a la prensa por medio una declaración titulado “Avistaje de OVNIS en la Antártida Argentina” lo siguiente:

Desde el Destacamento Naval Decepción, en la Antártida Argentina, fue contemplado el día 3 de julio, a las 19:40 horas, un objeto volador de forma lenticular, aspecto solido, coloración predominante roja y verde, por instantes con tonalidades amarillas, azules, verdes, blancas y anaranjadas.

Fue registrado su desplazamiento en dirección general Este, por instantes cambiando al Oeste, a una altura de 45 grados encima del horizonte y a separación aproximada de 10 a 15 kilómetros.

Destacase la inexistencia de sonido, habiéndose contemplado en sus evoluciones variaciones de velocidad, al igual que además haber permanecido estacionario, por instantes, en el cosmos.

El objeto fue reconocido bajo circunstancias meteorológicas que podrían ser consideradas, para la zona, excepcionales en esta era del año; firmamento despejado, varios estratos cúmulos aislados, luna evidente en cuarto menguante.

El reconocimiento del OVNI fue efectuado por el observador meteorológico del destacamento, al lado con 10 personas mas de la dotación. El intervalo de observación fue de 15 a 20 minutos, pudiéndose tomar imágenes.

Personal del Destacamento naval antártico Orcadas además vió, en la tarde del mismo día, el OVNI de mención.

El objeto se alejo en dirección general Noroeste (arrumbamiento 330 grados) y a una altura de 30 grados encima del horizonte), separación del objeto, estimada en ese instante, de 10 a 15 kilómetros.

Estos datos fue transmitida por medio dos radiogramas a la Secretaria de Marina, en Buenos Aires, ampliándose con la mención a una observación previa del OVNI, efectuada en la víspera (2 de julio).

El avistamiento del 3 de julio de 1965 en el destacamento naval Decepción no fue el singular acontecido en aquellas lejanas tierras australes.

a lo largo de los meses de junio, julio y agosto se ocurrieron diferentes observaciones que implicaron a bases navales antárticas argentinas, chilenas e inglesas; inclusive ese mismo día 3 de julio hubo diferentes dos avistamientos atestiguados desde una base argentina y una chilena, mientras que en el día anterior tuvieron sitio diferentes cuyos protagonistas fueron los británicos.

La mayor cantidad de avistamientos fue durante julio con 6 sucesos, 3 en junio y uno en agosto.

Se ensayaron diferentes aclaraciones para entender lo ocurrido en aquellos tres meses, desde la observación de sucesos astronómicos (meteoros, estrellas, mundo Marte) y meteorológicos (nubes), pasando por la presencia de objetos artificiales como el satélite (globo) ECHO II, hasta la sugerencia de que podría haber existido una suerte de psicosis colectiva, si bien bastantes de estos argumentos no resultaron concluyentes.

Seguidamente, 3 vídeos donde un militar le cuenta al experto Josep Guijarro su insolita aventura a bordo del buque oceanográfico Hespérides, durante una operación a la Antártida que tuvo sitio en el año 2001.

Según el declarante, un ovni se habría estrellado en Decepción, una isla de la península antártica con amplia casuística ufológica.