La Bestia de Bray Road: el misterio del “Hombre Lobo norteamericano”

 

a lo largo de años, en el estado norteamericano de Wisconsin, los expertos han podido acopiar más de un centenar de noticias de personas que afirman haberse tropezado con una misteriosa criatura que más bien parece escapada de una historia de terror clásico. La han bautizado como la “Bestia de Bray Road”. Pero lo más extraño de toda esta historia es que los declarantes están convencidos que ha tenido un encuentro con un hombre lobo. En realidad, si no dispusiéramos de tal cantidad de narraciones sería inconcebible admitir siquiera la probabilidad de que un licántropo se ocultara en los bosques de Wisconsin. Si bien las primeras explicaciones de su presencia pueden rastrearse hasta los años 30, no ha sido hasta finales de los 80, cuando los encuentros se dispararon de forma exponencial. de inmediato la prensa bautizó a esta criatura como la “Bestia de Bray Road”, en indiscutible mención a la carretera que ha sido escenario predilecto para sus incursiones.

Al acecho en la carretera

Los declarantes lo explican como una criatura bípedo, de un metro ochenta de altura, muy corpulento, cubierto de un espeso pelaje oscuro, a veces con vetas de color gris o plata. En reglas generales no diferiría mucho de los supuestos avistamientos del Sasquastch o Bigfoot, si bien con unas claras discrepancias. Tiene las orejas puntiagudas, hocico, colmillos prominentes y sus ojos son similares a los de un lobo. igualmente se le ha descrito con tres poderosas garras, con las que inclusive ha cazado y despezado animales. Se la observado caminar erguido y además a cuatro patas. Para varios investigadores podría tratarse de avistamientos del Bigfoot malinterpretados, si bien sin embargo para la experta Linda Godfrey, autora de diversos libros encima del asunto, no hay dudas de se trata de otro tipo de animal criptozoológico, con semejanzas al mítico hombre lobo.

Particularmente, casi de una forma casual, a las manos de Godfrey llegó el relato que abrió la caja de Pandora. Jamás imagino la repercusión mediática que tendría el una declaración de aquella adolescente que acudió asustada a la redacción del periódico a contar su experiencia.

Ocurrió la noche del 31 de octubre de 1991, Doristine Gipson conducía calmadamente su vehículo por Elkhorn (Wisconsin), en las proximidades de la intersección con el Hospital en Delavan, cuando golpeó algo con su neumático derecho. Tras bajarse del coche vió en la oscuridad, a unos 15 metros de separación, algo que aparentaba una “persona” corpulenta al lado de la carretera, “poseía un pecho descomunalmente ancho, como los individuos que levantan pesas, cubierto de pelo largo” comentaría a la reportero.

La enigmatica criatura observada en Wisconsin.

Antes de que pudiera aproximarse más, la horrenda criatura se abalanzó hacia ella, teniendo el tiempo justo para llegar a su coche y abandonar el sitio despavorida. Aquella cosa saltó sobre su coche, pero resbalo en seguida. Doristine regresó más tarde en compañía de un adolescente para comprobar que el monstruoso ser continuaba merodeando los alrededores de la carretera. La adolescente no poseía ni idea de que animal pudiera ser aquello que le atacó, pero tal vez creyó que pudiera ser un oso enfurecido tras haberlo golpeado con su coche. Los rasguños en la chapa del coche evidenciaban que el encuentro había sido muy real y eventualmente peligroso.

Una noche de otoño de 1989, Lorianne Endrizzi de 24 años de edad, conducía por la citada carretera y solamente a unos 800 metros del anterior capitulo, vió en el arcén izquierdo un “animal” de rodillas y encorvado. Cuando aminoró la marcha de su vehículo pudo diferenciar, a menos de 2 metros de separación, que no se trataba de algo normal. Ante sus ojos apareció una “bestia” gris, cubierta con un espeso pelo marrón, con orejas puntiagudas, colmillos y un hocico como el de un perro. Sus ojos poseían un color amarillento. Entre sus garras aparentaba que poseía un animal muerto.

El encuentro de Lorianne Endrizzi

Su aspecto fue descrito como muy musculoso y con movimientos propios de una persona. El avistamiento había durado unos 45 segundos. Intrigada consultó en la biblioteca con la esperanza de encontrar contestación a su encuentro. Su sorpresa fue mayúscula al comprobar que la única criatura que se aparentaba al animal que había observado era una ilustración del hombre lobo… Edrizzi se puso en contacto con el periódico local, tras conocer los rumores del anterior suceso, y así fue como el 29 de diciembre de 1991, tras la publicación de un reporte de Linda Godfrey se gestaba el mito de la “Bestia de Bray Road“.

Los testigos empezaron a florecer y lo que en un comienzo parecían unos hechos aislados se transformaron en una auténtica trama digna de una novela de terror… y que mejor escenario que un fantasmal cruce de caminos…

ninguna persona duda de que la principal responsable de que los medios de comunicación aborden el tema de la Bestia de Bray Road es Linda Godfrey. Lo que en un comienzo fue mera curiosidad periodística se transformó en el fruto de un arduo trabajo de recopilación de testimonios que dirigieron todas las miradas hasta Wisconsin. En una entrevista aclaraba bastantes conceptos alrededor al misterio del hombre lobo de Wisconsin… ¿Cuándo y cómo se involucró en los extraños acontecimientos que se provocó en Elkhorn a comienzos de los años noventa? Se encontraba trabajando como reportera, columnista y caricaturista para el periódico del Condado de Walworth, La Semana, cuando una chica me apunta el hecho de que varias personas de Elkhorn habían descrito haber contemplado un hombre lobo. Le pregunté mucho y descubrí que ella decía la verdad (…). Pensé que si había algún raro animal acechando en las proximidades las personas poseía derecho a saberlo. ¿Cuál es el encuentro más horrible que has escuchado en relación a esta insolita criatura? Puede ser la historia de una adolescente que se encontraba sentada en un árbol detrás de un granero en su granja en la carretera de Bray. La criatura salió de los bosques y pasó la mayor porción de la hora del suceso intentando de subirse al árbol. Ella fue capaz de mantenerse lo bastante alto como para evitarlo, y más tarde enseñó las señales que dejó la garra en la corteza del árbol (…) Por lo menos actualmente conocemos que no puede trepar por los árboles. ¿En su “opinión” es la bestia un auténtico fenómeno biológico o hace cruzar la línea en el ámbito de lo paranormal? Una vez más, esa es el asunto principal, y opino que hay argumentos a favor de cada una. He tenido por lo menos una observación en este estado, en el que el declarante vio a dos criaturas, lo que incluye que tal vez podría existir una población reproductora. Por otra parte, hay quienes mantienen que las manifestaciones son de origen paranormal, y algunas fuentes han mencionado que los originarios americanos admiten que es el alma de un animal. ¿Piensa que hay alguna probabilidad de que la bestia sea una rama evolutiva? ¿Algún tipo de anomalía darwiniana que podría clasificarse, como usted propone en su texto, como un “canino homínido? Esa es mi apuesta, opino que hay más posibilidades en el campo de los fenómenos biológicos. Esta “cosa” no actúa sólo como un híbrido de perro, los perros mestizos no pueden caminar en posición vertical. Hemos tenido bastantes grandes carnívoros en este continente en un lapso de tiempo y, por supuesto, bastantes de ellos poseen propiedades caninas…

Así pudo saberse que en septiembre u octubre de 1989, un productor de leche de Elkhorn denominado Scott Bray se encontró con un animal que corría sobre sus cuatro patas. Era más grande y alto que un pastor alemán, con un cabello largo negro y gris. Pudo ver que poseía orejas puntiagudas y rabo. Y de igual forma que bastantes declarantes manifestó que poseía una complexión robusta. Casi en la misma fecha se recogió el encuentro de Russell Gest que se llevó el susto de su vida. Relató a los periodistas que había observado en un bosque próximo a la carretera una criatura de pelo negro y gris que caminaba sobre sus patas posteriores. Tenía un vasto cuello y anchos hombros. Su estatura era de metro y medio. Russell huyó despavorido cuando el raro animal se encaminaba hacia él. Se encontraba convencido que se trataba de un hibrido entre perro y lobo.

En marzo de 1990, Mike Etten un agricultor de Elkhorn sobre las dos de la madrugada y bajo la Luna llena, explicó una criatura de cabello oscuro más grande que un perro, que vió en las proximidades del cruce del Hospital.

Etten manifestó a la prensa:

“Se encontraba sentado como un mapache y aparentaba comer algo que poseía entre sus garras”.

Poseía la cabeza ancha y su hocico no era tan largo como el de un perro. Su cuerpo se encontraba cubierto de oscuro pelo espeso y sus extremidades inferiores eran grandes y gruesas. En un comienzo creyó, si bien no estaba convencido, que tenía que ser un oso, pero tras conocer los insolitos sucesos ocurridos en el área reconsidero su teoría.

Gran susto se llevó Dennis Hasting que, en 1989, mientras cazaba en los bosques de Kenosha fue sorprendido por el aullido desgarrador de un vasto animal. A unos 20 metros, entre el espejo ramaje, solo pudo adivinar la silueta de una gran criatura que caminaba sobre dos patas. Don Young es otro cazador que asegura haber contemplado varias veces a la “Bestia de Bray Road” merodeando por los bosques de Wisconsin, en una vez inclusive la tuvo en su punto de mira, pero no arribó a disparar por miedo.

Una criatura agresiva

Una de las propiedades más confusas de los encuentros con el hombre lobo de Wisconsin quizás sea su aspecto hostil. En contra de los evasivos sucesos con el Bigfoot u diferentes criaturas criptozoológicas, en no escasas ocasiones la “Bestia de Bray Road” ha intentado aproximarse o atacar a los declarantes. En realidad, su mirada es descrita habitualmente como agresiva.

Portada del texto difundido por Linda Godfrey en 2003

En la navidad de 1990, sobre las 16:30 horas, Heather Bowey regresaba a casa en compañía de diversos amigos, en las proximidades de Lovelan, a corta separación del cruce con el Hospital, cuando observaron lo que pensaron que era un perro cubierto de nieve. Ante la llamada de los jóvenes, la criatura se puso de pie sobre sus patas traseras mostrando que se encontraba cubierta de un pelaje marrón plateado. Se puso a caminar torpemente hacía el conjunto, y tras diversos pasos corrió a 4 patas dando un enorme salto. Presas del pánico todos corrieron a la morada de Bowey que se encontraba a unos 250 metros, el “animal” los siguió unos instantes antes de tomar otra dirección.

Uno de los sucesos más escalofriantes ocurrió en el año 1972, en el Condado de Jefferson, cuando la policía recibió una llamada alarmada de un vecino que había soportado el ataque de un grotesco ser. Según el estudio efectuada por el Departamento de Recursos Naturales de Wisconsin el intruso fue descrito ante las autoridades como un “gran animal desconocido” que había intentado entrar en la granja forzando la puerta. El ser medía más de dos metros de altura, cubierto de largo cabello oscuro, caminaba como un hombre y tenía largos brazos acabados en garra. A las dos semanas volvió y atacó a uno de los caballos hiriéndole profundamente de hombro a hombro. En su día los expertos desecharon el suceso al considerarlo muy “violento” para un Bigfoot…

Documental hecho en 2018 sobre la enigmatica criatura.

De igual forma que ocurriera en West Virginia con los célebres sucesos protagonizados por Mothman (Hombre Polilla), en Michigan además se han dado toda clase de sucesos anómalos y forteanos en torno de las manifestaciones de la “Bestia de Bray Road” …

Sorprendentemente el verano de 1991, antes de conocerse las primeras apariciones del licántropo, se había informado a la policía de un desconcertante hecho sucedido en la zona y que jamás fue aclarado convenientemente. Se hallaron más de una docena de perros y gatos fallecidos en enigmaticas circunstancias en una zanja en el transcurso de la carretera de Willow. El funcionario local de Delavan, John Frederickson del Departamento de Recursos Naturales, manifestó que afirmaba que los animales habían sido usados en rituales satánicos. sin embargo, el jefe de la policía James Linn Jensen desestimó esta idea en junio de 1991. Frederickson argumentaba que varios de los animales poseían atadas sus patas traseras y presentaban cortes en las gargantas, diferentes estaban decapitados y desmembrados de varias formas.

El primer avistamiento sucedió en 1936, cuando Mark Schackelman un vigilante de seguridad en el Condado de Jefferson conducía en las proximidades de un antiguo túmulo de los indios nativos. Sobre la medianoche tuvo un encuentro que no olvido nunca. En las proximidades de la loma vió lo que afirmaba que era un perro, pero al alumbrarlo con su linterna se le congelo el aliento al comprobar que era una criatura erguida, cubierta de pelo, con orejas puntiagudas y tres garras en cada mano. Desprendía un olor nauseabundo. Huyó despavorido del sitio. Al día siguiente se localizó de reciente a la criatura que balbucea y repetía una palabra ininteligible, que el declarante alude como “Gadara”. Schackelman continuamente creyó que se localizó con un “demonio del infierno”. Lo curioso es que en decenios posteriores se ocurrieron los encuentros con distintos “engendros peludos” en Wisconsin que fueron bautizados con nombres tan singulares y dispares como “el Monstruo Bluff” o “El Eddy”.

Después a este suceso, en diversos zonas de Wisconsin aparecieron más animales fallecidos y mutilados. Otro suceso sin aclarar fue el de un perro que encontraron con la cavidad torácica abierta en dos y su corazón había sido extirpado. igualmente se han denunciado la desaparición de docenas de mascotas en misteriosas circunstancias.  Para elevar la inquietud sobre estos sucesos, un niño de Delavan manifestó que un hombre uniformado totalmente de negro intento, sin éxito, “secuestrar” a su perro labrador e introducirlo en un vasto coche negro…

Todo este macabro hecho se intentó relacionar con una supuesta “secta satánica” que habita una granja apartada muy en las proximidades de la famosa carretera, y que ha sido culpada, además, de hacer rituales en el camposanto y hacer macabros “graffitis”. Así pues no escasas voces empezaron a apuntar una vinculación entre la aparición del hombre lobo y dichas prácticas de magia negra ocurridas poco antes de la irrupción del licántropo.

Pero hay más sucesos complicadas de aclarar. En enero de 1992, un “hombre de negocios de renombre” habló con Linda Godfrey asegurando que había observado dos OVNIs surcando el firmamento de Delavan. Eran dos luces muy relucientes que emitían chispas mientras se desplazaban erráticamente. En la primavera de ese año, en las proximidades de una zona de pastoreo de Elkhorn se localizaron cinco caballos con sus gargantas acuchilladas. John Frederickson aseveró que “eran heridas casi del tipo quirúrgicas”.

Mas extraño si cabe fue el capitulo protagonizado por William Bosak, que sin duda ni quisiera fue garabateado en notas por los criptozoólogos que lo consideran una autentica herejía para sus pesquisas. El señor Bosak no hubiera imaginado nunca haberse hallado con semejante vehículo a su paso, y mucho menos con tan “primitivo” piloto. Eran en torno de las 10:30 horas de la noche del 2 de diciembre de 1974, en las proximidades de Frederic en Polk County, cuando el agricultor de 69 años vió una insolita maquina en forma de campana envuelta en una niebla que se encontraba casi en el suelo. La mitad del objeto se encontraba cubierta y en su parte evidente vió una ventana por la que observó una criatura delgada de tonalidad oscura a excepción de su cara. Su piel era de color marrón rojiza. Poseía mucho vello por todo el cuerpo que le salía de punta, pero carecía de barba, las orejas eran grandes como las de una ternera y sus ojos eran protuberantes. Poseía una apariencia espantoso, la rostro era chata y le daba aspecto de Bigfoot.

Sin duda que misteriosas criaturas peludas hayan sido vistas en el interior o alrededores de los OVNIs añaden más incógnitas al tema.

Bosak manifestó a los expertos:

“La criatura levanto sus brazos por encima de su cabeza, y por su expresión poseía el mismo temor que yo”.

Posteriormente de unos 10 segundos el objeto se perdió de la vista del declarante tras acercase a poca separación del agricultor hasta casi chocar con su vehículo. Al día siguiente al volver a la zona localizó una parte de suelo de un metro ochenta de circunferencia que se encontraba aplastada. ¿Qué enigma encierran los alrededores de Bray Road?… ¿nos encontramos ante un autentico hombre lobo?…

SÍGUENOS EN TELEGRAM

Respuestas para el monstruo

Para los investigadores consultados el animal descrito por los declarantes no pudiera ser ni un coyote, ni un lobo rojo nativo del sitio. Un lobo gris sería mucho más grande que un lobo nativo, pero por lo general no se localizan en el lugar. asimismo, los lobos grises no tienen la envergadura física de la “Bestia de Bray Road” ni pueden caminar sobre sus patas traseras. igualmente se ha valorado la teoría de un híbrido entre un perro y un lobo, pero la representación de unas garras con apariencia humana desecha esta posibilidad. El singular candidato aceptable para varios de los avistamientos pudiera ser un oso pardo. Pese a que estos animales no comen sus comidas con las palmas en alto, no camina largos trayectos a dos patas y extraña vez interactúa con los humanos.

Por su parte, el experto Richard Hendricks, al lado a Loren Coleman y Jerome Clark, creen que los declarantes pueden explicar al “Shunka Warakin” un extraño y extinguido espécimen de lobo que ya fue descrito por los originarios americanos y por los primeros colonos de la zona como un animal de piel y vello oscuro que camina sobre sus patas traseras. sin embargo, esta probabilidad además tiene sus lagunas, puesto que la criatura es descrita como de apariencia humana y su complexión tampoco se ajusta a los escasos datos conocidos del “Shunka Warakin”.

un gran numero de los criptozoólogos insinúan que las denuncias de Wisconsin se pueden encuadrar en el interior de los patrones conocidos y estudiados de los centenares de encuentros con el Bigfoot. Indican que quizás se refiera a unos ejemplares distintos a los usuales, más pequeños y con marcadas propiedades físicas que los hacen distintas de sus congéneres de diferentes lares, como puede ser el hocico y las garras.

Tampoco hay pruebas que sea un auténtico hombre lobo, dado que ninguno de los cuantiosos testimonios que se han podido conseguir en el transcurso de los años han presenciado la transformación del hombre en animal o viceversa. Linda Godfrey considerada la mayor especialista en la “Bestía de Bray Road” defiende que puede tratarse de un “animal” desconocido incluso no catalogado ni siquiera por los más ortodoxos criptozoólogos que poseen autentico pavor a considerar siquiera la probabilidad del hombre lobo. Estos se decantan por la presencia en Wisconsin de una reducida población de Bigfoot “autóctonos” con peculiares propiedades físicas que los hacen distintas de sus vecinos de diferentes estados norteamericanos. en cambio, para diferentes expertos los sucesos que se registran en Wisconsin y alrededores poseen connotaciones muy misteriosas como para tratar ser resueltas con la posibilidad zoológica por muy extravagante que esta sea.

El tema de la “Bestia de Bray Road” tiene múltiples semejanzas con diferentes anómalos sucesos ocurridos en diferentes partes del planeta, como como ejemplo las apariciones del Mothman, donde la irrupción de un supuesto animal criptozoológico estuvo vinculado con fenómenos paranormales y ufológicos. Para estos investigadores los avistamientos del hombre lobo, podrían tratarse de manifestaciones desde diferentes dimensiones que solo son perceptibles por algunas personas y bajo determinadas circunstancias. Por ello vaticinan que será casi imposible atrapar algún ejemplar u obtener alguna evidencia fehaciente como sería lógico de esperar por el volumen de encuentros y lo, relativamente, reducido de la zona de los mismos.

¿UN CARVERNICOLA PERDIDO? Para bastantes criptozoologos los vecinos de Wisconsin no estarían frente a un hombre lobo, si no ante el avistamiento de un Bigfoot, indudablemente una criatura menos terrorífica. En realidad, uno de los sucesos registrados en Wisconsin, se ajusta según los expertos a sus patrones. Ocurrió a finales de 2005 cuando Mat Wakeley de 22 años conducía por White Pigen Road y a la altura del camposanto vió una criatura erguida entre las sepulturas. Podría medir en torno de dos metros de altura, se encontraba cubierto de pelo de color “chocolate con leche”, excepto en la rostro y pecho. Su cabeza mostraba una gran cabellera “con los pelos de punta”. Apoyaba el pie derecho sobre una lápida. Al adolescente le pareció que se trataba de un cavernícola.

Por su parte los escépticos están convencidos que todo se trata de sencillos observaciones erróneas de bestias salvajes conocidos, como lobos y osos que son “reinterpretadas” bajo la psicosis del hombre lobo. Apuntan inclusive la posibilidad de que varios desaprensivos se hayan disfrazados para incrementar la desconcierto y elevar la fama de la comarca. asimismo, se da la circunstancia que Wisconsin en el Siglo XIX acogió a centenares de inmigrantes alemanes que arribaron a la zona trayendo consigo sus mitos y folklore popular. Se sospecha que los modernos “americanos” pudieron arraigar en sus vecinos los mitos oriundas del hombre lobo que se observaron cumplimentadas con una terrible plaga de lobos que se registró en el estado y que perduraría en la memoria colectiva hasta el presente.

Todo esto serviría como perfecto caldo de cultivo para el nacimiento del fenómeno contemporáneo de la “Bestia de Bray Road”. sin embargo, los testigos siguen ahí, acumulándose con el paso de los años, inclusive diversos declarantes han pasado la evidencia del polígrafo demostrando que hubo un estímulo real para sus observaciones, ¿pero se trata verdaderamente del hombre lobo o estamos ante manifestaciones de un escurridizo y desconocido fenómeno parapsíquico que para amoldarse a las creencias locales?…

“The Beast of Bray Road” película hecha en 2005 que recoge de forma ficticia los hechos ocurridos alrededor a Bray Road

Una noticia de José Antonio Caravaca