Matest M. Agrest: Pionero de la Hipotesis de los “Antiguos Cosmonautas” y el Paleocontacto

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Matest M. Agrest: Pionero de la Hipotesis de los “Antiguos Cosmonautas” y el Paleocontacto

En 1959 un explosivo artículo cautivó la atención mundial, con sus ideas sobre visitantes alienigenas en tiempos antiguos. Si bien en privado esta visión empezaba a tener seguidores, alentada por la irrupción de la naciente ciencia ficción, sorprendía un reputado académico ruso lanzara proposiciones tan audaces en su concepción.

Su nombre Mates Mendelevich Agrest, y quién a partir de por lo tanto alcanzara rápida celebridad, convertido después en creador de culto. Desde luego Agrest no se encontraba solo en aquella movida radical, siendo porción de un colectivo salvaje interesado en promover una disputa por por lo tanto tabú. Nada menos que una revisión del pasado de la Tierra. Ahondemos en su historia.

Apriete su cinturón lector, se avecina un viaje movido.

“Hasta actualmente no conocemos nada sobre culturas extra-planetarias, pero el ejemplo de una civilización geogénica (terrestre) muestra que el tiempo requerido para su desarrollo a tal nivel en el que los vuelos espaciales son posibles (varias docenas de milenios) es exageradamente pequeño si se compara con el instante de la evolución del mundo (diversos miles de millones de años). Por consiguiente, es permisible suponer que nuestra Tierra ha sido visitada repetidamente por seres alienigenas durante los últimos millones de años. Posteriormente de cada visita de esta clase, estos o aquellos rastros deberían haber quedado en la Tierra. Si tal visita tuvo sitio ya en el período histórico, por lo tanto es natural esperar que este suceso se haya reflejado tanto en mitos como en varios monumentos componentes y fenómenos geológicos”. M.M. Agrest. Cosmonautas en la Antigüedad, 1961.

Mates Mendelevich Agrest vino al planeta un 20 de Julio de 1915, en la metrópoli de Knyazhitsy, provincia de MogiljowBielorrusiaAgrest fue criado en la estricta observancia judía, que en 1929 cuando cumplió 19 años se graduó como rabino certificado. Como una forma de insertarse mejor en la sociedad rusa, por por lo tanto atravesada por una revolución política sin precedentes, y dominada por un ateísmo reinante, el adolescente rabino tomó la decisión de orientar su formación hacia el campo académico.

Fue así Agrest tomó la decisión de su ingreso a la exigente Universidad de Leningrado, donde inclinara sus investigaciones en el área de la matemática y mecánica. Pero los esfuerzos de Agrest tuvieron abundante dificultad, a causa de su poco dominio de la lengua natal, solamente hablaba yiddish y hebreo. sin embargo, Agrest no se rindió, consiguiendo captar la atención de diversos profesores atónitos por sus conocimientos. Después de un lustro complicadas en 1938 logró su ansiado título como matemático de prestigio.

Mates Mendelevich Agrest el matemático ruso que fuera uno de los primeros investigadores en defender la hipotesis de los Antiguas Cosmonautas. Cortesía: hadashot.kiev.ua

Después Agrest fue admitido como estudiante de posgrado en el Instituto Astronómico Estatal, donde conocería a Iósif Samuílovich Shklovski, destacado astrofísico, al igual que miembro de la Academia de Ciencias de la URSS, y quién más tarde alcanzaría importancia en Estados Unidos por su cooperacion con Carl Sagan en Vida Inteligente en el Cosmos, 1967. En aquel recordado trabajo Carl Sagan en uno de sus capítulos, anotó sobre la probabilidad de visitas interplanetarias en la antigüedad terrestre. La verdad es Agrest trabó amistad con Shklovski, quién no tardó en recomendarlo en su ascenso a diferentes puestos. Por ese por lo tanto Agrest entregó una de sus primeras disertaciones sobre mecánica celeste, centrada en los anillos de Saturno.

Este ensayo le valió al matemático su posterior ingreso al Instituto de Físico Química, guiado por Yakov Borisovich Zel’dovich, que desde 1940 venía desarrollando investigaciones sobre armas nucleares.  Fue un paso notable en su carrera, dado que Agrest se encontraba siendo alistado para trabajar nada menos en Arzamas-16, plan ultrasecreto impulsado por la URSS en su carrera nuclear compitiendo con Estados Unidos por el dominio en esa zona. Agrest estuvo colaborando con las autoridades rusas desde 1948 hasta 1951, cuando sorpresivamente fue destituido, a causa de su condición religiosa como miembro judío.

"Cosmonautas en la Antigüedad" el artículo que consagrara mundialmente a Matest Agrest

“Cosmonautas en la Antigüedad” el artículo que consagrara mundialmente a Matest Agrest. Cortesía: scribd.com

Después de un tiempo de inquietud Agrest volvió a trabajar, esta vez en el Instituto de Física y Tecnología de Sujumi, actual República de Georgia, volcándose a los investigaciones de las funciones cilíndricas incompletas. En paralelo empezó a delinear su tesis doctoral. Vemos a Agrest cada vez más sumergido en su trabajo investigador, en cambio, la lectura de una noticia impulsará cambios en su lectura sobre la historia humana. Por esos días, la prensa mundial se encontraba muy pendiente sobre las tensiones nucleares entre las potencias. En una nota se propuso como implementación de defensa ante ataques atómicos: “el lanzamiento de miles de millones de agujas delgadas a una órbita proxima a la Tierra”, y donde un anillo impenetrable rodearía el mundo como los observados en Saturno. Como resultado, cohetes chocarán con las agujas, colisionando después en el cosmos”. De repente Agrest fue presa de una divulgación. observemos.

Matest Agrest obtuvo de sus orígenes judíos, gran inspiración en la construcción de su tesis cósmica

Matest Agrest consiguió de sus orígenes judíos, gran inspiración en la edificación de su tesis cósmica. Cortesía:

¿Antiguos Cosmonautas en el Pasado de la Tierra?

“El desarrollo de la vida en distintas zonas del cosmos puede, en términos generales, tomar distintas formas. en cambio, no hay duda de que algunas direcciones de desarrollo deberían ser iguales en todas partes, iguales que en la Tierra. En concreto, dado que la vida inteligente, como la vida en general, precisa continuamente un consumo de energía, su desarrollo debe ir por todas partes en la dirección de la búsqueda de diferentes fuentes de energía. Por consiguiente, partiendo del hecho de que la estructura y las propiedades de la materia son iguales en el Cosmos, tal desarrollo debería conducir en todas partes, como ejemplo, al hallazgo y uso de la energía intraatómica”. M.M. Agrest. Cosmonautas en la Antigüedad, 1961.

Antiguos Astronautas y un interrogante sin fin

Antiguos Cosmonautas y un interrogante sin fin. Cortesía: ernestdescals / wordpress

El artículo sobre defensa espacial ante un posible ataque nuclear entre potencias rivales provocó un fuerte impacto en Agrest, que mirase tras aquella nota, ampliación de sus propios investigaciones en la materia. Agrest empezó a interrogarse, si los anillos de Saturno poseían la misma función defensiva propuesta en el artículo, arribando a la deducción en aquel mundo pudiera existir vida inteligente.  Empezó a interrogarse si tal vez cosmonautas de ese mundo habrían visitado la Tierra en un pasado remoto. Para estar seguro Agrest debía rastrear sus huellas. El Antiguo Testamento Bíblico acudió a su rescate, tal como le fuera atestiguado por el mismo creador a Brad y Sherry Hansen Steiger, quienes expusieron su una declaración en una Conferencia Mundial auspiciada en Las Vegas por La Sociedad de Antiguos Cosmonautas, y que tuviera sitio en 1993.

“Como recordó el Dr. Agrest, fue durante una noche de verano en 1959, cuando la teoría del paleocontacto pareció estallar en su cerebro. Había estado leyendo el texto bíblico del Génesis en una de las traducciones más antiguas de la Biblia al arameo, la Torgum Andelessa, cuando los pasajes sobre los Nephilim, normalmente conocidos como los ‘gigantes de la Tierra en aquellos días’, estaban en el Arameo reseñado como ‘los caídos’. Al juntar la identificación de los Nephilim como ‘los caídos’ o ‘aquellos que hacen que diferentes caigan’ con los narraciones del texto apócrifo Enoc sobre los Vigilantes y la ascensión de Enoc al firmamento, el Dr. Agrest revisó velozmente las narraciones sobre la destrucción de Sodoma y Gomorra por ‘ángeles’. En vez de que seres angelicales visiten las metrópolis pecaminosas y obedezcan la voluntad de Dios de destruirlas con ira celestial, el Dr. Agrest percibió actualmente la gran detonación que demolió las metrópolis como una detonación nuclear”.

Estatuillas Dogu. Para varios, esta es prueba de la hipotesis de los antiguos cosmonautas. (Pinterest)

Este hallazgo llevó a que Agrest decidiera presentar su teoría al gobierno ruso, redactando Teoría, conjeturas y suposiciones: ¿el rastro conduce al cosmos?, que en 1959 fuera difundido en la revista Новое Русское Слово (Nueva Palabra Rusa), y que originalmente había ya aparecido en Литературная газета (Gazeta Literaria).

Según se expone en un reporte crítico buscando fuentes autenticos sobre Agrest, Wiki Proyect Rusia:

“Por lo tanto, básicamente, presentó su teoría de paleocontacto en forma de manuscrito al Partido en julio de 1959 y después fue invitado a dar una charla encima del asunto. Cuando su patrocinador, que lo se encontraba ayudando a publicarlo, murió en febrero de 1960, Agrest fue a su funeral en Moscú y se enteró de que su trabajo se se encontraba difundiendo sin que incluso se hubiera difundido. Para conservar sus derechos de creador, velozmente logró que su manuscrito lo publicaran dos reconocidos escritores / periodistas de ciencia ficción”.

Más tarde Agrest recordaría el instante en que presentó en vivo su teoría ante sus colegas investigadores, como bien cuenta Pavel Amnuel en Enoc que voló al firmamento:

“La sala de conferencias se encontraba llena. Hablé durante más de una hora de ninguna manera silencio. Escuché mi propia voz pronunciando citas de la Biblia y el Zohar. Lo que la audiencia se encontraba pensando en ese instante, no lo sabía. Intentando de protegerme de las consecuencias negativas, hablé con una sonrisa en mi cara. En suceso de alguna reacción agresiva, diría: ¡Fue una broma! Cuando terminé de leer mi reporte con las palabras ‘Gracias por su atención’, la audiencia, contrariamente a todas las creencias de las reuniones científicas, estalló en aplausos atronadores. En ese instante casi pierdo la compostura, comencé a temblar”.

Las ciudades malditas de Sodoma y Gomorra, que Agrest interpretara su destrucción por causa de una bomba nuclear

Las metrópolis malditas de Sodoma y Gomorra, que Agrest interpretara su destrucción por causa de una bomba nuclear. Cortesía: artquid.com

Casi dos años mas tarde de estos sucesos, 1961, Agrest logró el padrinazgo de Alexander Kazantsev, pionero de la ufología soviética, y que alcanzara fama mundial por sus investigaciones sobre TunguskaKazantsev dio a conocer su curioso ensayo bajo un reciente título, Cosmonautas en la Antigüedad donde en el prólogo escribiera:

“El consejo editorial, sin contar los escritos bíblicos como lo principal en el concepto de Agrest, deja en manos del creador las traducciones de estos escritos, realizadas por él por mi parte, diferenciándose a veces de los canónicos de forma ventajosa para el creador. Para nosotros, la actitud de Agrest hacia estos escritos es valiosa para rebatir el comienzo divino de la Biblia, y para el enfoque materialista del examen de antiguos manuscritos ‘sagrados’. El consejo editorial además está familiarizado con diferentes puntos de vista sobre la naturaleza de las tectitas si se compara con el expresado por Agrest, en cambio, piensa que el creador tiene derecho a una teoría, sobre todo una teoría incluso no científica, pero de ciencia ficción. Como conocen, una teoría (el primer supuesto investigador) puede resultar ratificada o refutada, autentica o falsa, pero no anticientífica, si se construye sobre una base materialista. Únicamente una teoría es anticientífica. La teoría de Agrest, independientemente de la actitud hacia ella, está construida sobre una base materialista y merece atención”.

En Cosmonautas de la Antigüedad Agrest hizo mención a misterios históricos incluso vivos, y de perpetuo debate en el planeta arqueológico.  Temas como El santuario de Baalbek (Líbano), los enigmas del Mar Muerto y sus metrópolis perdidas, Sodoma y Gomorra, las cavernas argelinas en Tassili y sus grabados insólitos, sazonado todo su reporte con toques bíblicos, convertida su lectura en escrito irresistible. Agrest además afirmaba, explosiones atómicas habían tenido sitio en aquella remota antigüedad, nombrando escritos hindúes en su defensa. Y aquí un aporte de fascinante en este punto, donde Agrest hace gala de su dominio investigador, nombrando el enigma de las tectitas.

“En diversos puntos de la Tierra se han desvelado compuestos que contienen isótopos radiactivos con una vida media relativamente corta. En concreto, se han desvelado en bastantes zonas de la Tierra formaciones vítreas, llamadas tectitas, que contienen los isótopos radiactivos. Las tectitas no son producto de erupciones volcánicas, dado que su formación requiere una temperatura más elevada que la temperatura de la lava erupcionada. Las tectitas poseen múltiples propiedades, entre las que se resalta una: esta es la naturaleza de su distribución en la superficie de la Tierra. No están esparcidos uniformemente por todo el mundo, sino que se concentran en ciertas áreas bien definidas de la Tierra, formando algo al igual que campos de tectitas. Estos campos están situados en una franja estrecha en las proximidades del ecuador, como ejemplo, en Libia, India, Australia. Las tectitas podrían haberse formado a partir de rocas terrestres en aquellas regiones de la Tierra donde existían poderosas fuentes de calor y radiación radiactiva, o arribaron a nosotros desde el cosmos exterior. En el último suceso, las tectitas son muy distintas de los meteoritos tanto en edad, siendo mucho más jóvenes que los meteoritos, como principalmente en la naturaleza de su distribución en la superficie terrestre”.

El artículo recorrió el planeta y Agrest fue saludado como un innovador creador, que arriesgando su reputación científica se lanzaba a una arena controversial. Pero no todos en Rusia se sintieron a gusto con sus explicaciones, recibiendo críticas mixtas sobre sus explicaciones, como así lo consigna Pavel Amnuel en Enoc que voló al firmamento:

“Komsomolskaya Pravda calificó las ideas de Agrest como dañinas y distrajeron a la juventud soviética de los contratiempos investigadores autenticos. Condenaron el uso de temas bíblicos por porción de Agrest, las ideas de paleocontacto se llamaron pseudociencia, pero en verdad no hubo objeción a la teoría”.

Azorado tal vez por la reacción provocada con su escrito, Agrest se refugió en sus actividades académicas, y siguió trabajando en la URSS hasta 1992 cuando cogió la determinación de emigrar a los Estados Unidos, radicándose hasta su fallecimiento en Carolina del Sur, en 2005 a la edad de 90 años.

Matest Agrest emigró en 1992 a los Estados Unidos, obteniendo aún más reconocimiento por sus fantásticos aportes

Matest Agrest emigró en 1992 a los Estados Unidos, obteniendo incluso más reconocimiento por sus fantásticos aportes. Cortesía: imdb.com

Reflexiones encima del pionero del paleocontacto

“El plan de una paleovisita fue destacada con más detalle por el maestro de Leningrado Nikolai Rynin, quien recopiló y sistematizó todo lo que se encontraba por lo menos en el más mínimo grado vinculado con los vuelos espaciales. En la enciclopedia de nueve volúmenes ‘Comunicaciones interplanetarias’ (1928-1932), recopiló 1200 hechos que pueden interpretarse como prueba de visitas alienigenas a la Tierra, incluidos cuantiosos mitos de las villas del planeta sobre dioses que bajaron del firmamento y pusieron los pilares de la sociedad moderna. No excluyo la conjetura de que Agrest, mientras estudiaba en la universidad, pudo familiarizarse con el trabajo de N. Rynin. ¿Por qué no?”., Yuri Venediktov. Matest Agrest Desconocido, 2015.

Pinturas rupestres de Val Camónica (Italia, a 45 km al sur de la frontera con Suiza), del 1000 a. C. Hay quien mantiene que estas pinturas son evidencia de la hipotesis de los antiguos cosmonautas. Cortesía: Luca Giarelli / Wikimedia Commons

Hay abundante disputa en cuestión de reclamar a Mates Mendelevich Agrest, como precursor de los Antiguos Cosmonautas, opinión atestiguada por diversos autores, pero si debemos identificar en el tenaz estudioso, su aporte como primer investigador en difundir estas ideas a nivel masivo. Su pensamiento iba incluso más lejos como se deja entrever en La Conferencia Mundial auspiciada en Las Vegas por La Sociedad de Antiguos Cosmonautas, donde Agrest enviara un reporte ratificando su pensamiento.

“La Tierra ha sido visitada por lo menos una vez por cosmonautas alienigenas. Estos cosmonautas eran criaturas antropomórficas humanoides. Hay bastantes mundos en el Cosmos habitados por seres inteligentes. El antropomorfismo (“imagen y semejanza”) de los seres inteligentes es un comienzo universal. Es hora de alinear la filosofía básica de la vida en la Tierra con las cuatro conclusiones previos”.

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En 1995 dio a conocer otro raro ensayo El antiguo mecanismo milagroso Shamir, denominado el láser de Moisés, que como que cuenta el experto italiano Simone Barcelli en su ensayo encima del maestro ruso:

“Agrest identificó al Shamir como un utensilio utilizada para cortar y grabar piedras muy duras”.

Y que en el Talmud según refiere Barcelli, es descrito como un gusano que puede perforar cualquier cosa complicado. Decenios mas tarde aquellos tímidos postulados incluso seguirían surcando las eras. Hasta Aquí.

Conclusión

La década del sesenta significó una revolución total que intentó una vuelta de página a un pasado hasta por lo tanto inamovible. Estos cambios alimentados por el auge de la ciencia ficción y la naciente carrera espacial, hicieron mella e influenciaron a generaciones enteras en cuanto nuevas creencias, donde el Paleocontacto fue recibido como santo grial de su era. El no estamos solos se transformó en un paradigma dominante, donde Mates Mendelevich Agrest supo jugar un rol fundamental como comunicador de estos modernos tiempos.

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