La misteriosa piedra de Petradox con enchufe triple de 100.000 años de antigüedad

El Petradox de John J. Williams fue descubierto durante una excursión realizada en un lugar semidesértico de Norteaméricaalejado de asentamientos humanos, complejos industriales, aeropuertos, fábricas electrónicas y plantas nucleares; Williams se niega a dar la ubicación exacta del hallazgo, (A pesar de que esto, podría dañar la credibilidad de su descubrimiento). No lo hace por temor a que el sitio sea despojado de otras reliquias misteriosas.

El Petradox también conocido como “Enigmalith“, presenta el aspecto innegable de un componente electrónico embebido en una formación natural de granito sólido compuesto de cuarzo y feldespato (incluyendo porcentajes muy pequeños de mica.)

Debido al secretismo que rodea el hallazgo, se ha etiquetado su precio en 500.000 dólares, sin embargo, la comunidad científica ha categorizado a el Enigmalith como un engaño elaborado exclusivamente para la fama y la fortuna de su dueño.

Pero, Williams explica que la piedra con el enchufe incrustado está disponible para que cualquier investigador le analice. Los científicos han evitado hasta el momento analizar la roca, a pesar de la invitación abierta para el análisis.

Williams aseguró, haber consultado a un ingeniero y geólogo para examinar la roca. 

El componente electrónico incrustado en el granito revela que no hay rastro de haber sido pegado o soldado en cualquier forma conocida. 

“Esta claro que el objeto ya existía en el momento de la formación de la roca”.

Aseguró Williams

Los análisis geológicos hechos a la piedra, datan con al menos 100.000 años de antigüedad, una imposibilidad técnica de acuerdo a la comprensión convencional de desarrollo tecnológico de la humanidad.

El instrumento atrapado en el Petradox ha sido comparado por algunos investigadores con un sistema electrónico (conector XLR) o un componente similar, mismo que presenta una atracción magnética débil, pues las lecturas del medidor ohm revelan que tiene una fuerza próxima a la de un circuito abierto.

El enchufe de tres pines o puntas está en una matriz. La pieza tiene un diámetro de 0,3 pulgadas no parece ser de fabricación orgánica, metal, cerámica, plástico, goma o algún otro material reconocible. 

Williams prohíbe que la muestra se rompa, por lo que han empleado  rayos X, para su análisis, revelando que el componente de la matriz se extiende en una estructura interna opaca dentro de la piedra.

Mientras que los escépticos creen que es una farsa, Williams asegura haber desenterrado una reliquia auténtica de una civilización perdida hace miles de años; y está dispuesto a que los científicos la autentifiquen. Sin embargo, insiste en estar presente durante el análisis.

Algunos creen que los científicos se alejan de la muestra porque temen a lo que puedan descubrir. 

En este caso hay de dos: El análisis científico podría confirmar que el artefacto es un elaborado engaño o  podría cambiar radicalmente nuestra comprensión de la historia humana.

Pese al marcado escepticismo que las distintas instituciones científicas han demostrado ante el hallazgo de Williams; hasta el momento ninguna persona ha podido comprobar que el artefacto incrustado en la piedra no sea una autentica “imposibilidad” en la historia evolutiva humana, o producto de la ciencia humana actual. 

Analizar y validar científicamente la posibilidad de que un componente electrónico hecho por el hombre pudiera haber sido atrapado durante la solidificación de una roca hace aproximadamente unos 100.000, podría resultar en el desenmascaramiento de una broma pesada o en, simplemente, cambiar de una forma radical nuestra comprensión de la historia humana y la tecnología existente sobre el planeta en épocas remotas.

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