Rudolph Steiner describe a los seres espirituales hostiles que se alimentan de tu ansiedad y miedos

Rudolph Steiner describe a los seres espirituales hostiles que se alimentan de tu ansiedad y miedos

La ansiedad, la depresión y el miedo devastan a tantos hoy en día, pero pocos se detienen a considerar que, además de las influencias materiales en nuestras vidas, también podemos estar bajo la influencia de seres que existen en dimensiones fuera de nuestra percepción ordinaria.

Muy pocos científicos hoy en día están dispuestos a explorar la metafísica para examinar la vida más allá de la percepción ordinaria a fin de establecer una conexión entre lo que se ve y lo que no se ve.

Sin embargo, Rudolph Steiner, uno de los científicos, filósofos y esoteristas más prolíficos y talentosos de su tiempo, dedicó gran parte de su trabajo a la tarea de mirar detrás del velo, compartiendo su percepción de la naturaleza más profunda de la vida y del mundo exterior.

Con respecto a la ansiedad, Steiner habló de seres hostiles en el mundo espiritual que influyen y se alimentan de las emociones humanas; un concepto rechazado rotundamente por la mayoría en la actualidad. Pero este análisis también es cierto para chamanes y otros que acceden a las dimensiones espirituales para aliviar el sufrimiento mental de sus pacientes.

Muchos están familiarizados con la noción de vampiros de energía, o personas que succionan tu energía y se alimentan de tus emociones negativas. Sobre la existencia de entidades similares que podrían habitar otras dimensiones, Steiner escribió:

“Hay seres en los reinos espirituales para quienes la ansiedad y el miedo que emana de los seres humanos ofrecen alimento de bienvenida. Cuando los humanos no tienen ansiedad y miedo, estas criaturas mueren de hambre. Las personas que aún no están lo suficientemente convencidas de esta afirmación podrían entender que se refiere solo de manera comparativa.

Pero para aquellos que están familiarizados con este fenómeno, es una realidad. Si el miedo y la ansiedad se irradian de las personas y estallan en pánico, estas criaturas encuentran una fuente de alimentación y se vuelven cada vez más poderosas. Estos seres son hostiles hacia la humanidad.

Todo lo que se alimenta de sentimientos negativos, ansiedad, miedo y superstición, desesperación o duda, son en realidad fuerzas hostiles en mundos suprasensibles, que lanzan crueles ataques contra seres humanos mientras se alimentan.

Por lo tanto, es sobre todo necesario que la persona que ingresa al mundo espiritual supere el miedo, los sentimientos de impotencia, desesperación y ansiedad. Pero estos son exactamente los sentimientos que pertenecen a la cultura contemporánea y el materialismo; debido a que aleja a las personas del mundo espiritual, evoca la desesperanza y el miedo a lo desconocido en las personas, convocando así a las fuerzas hostiles mencionadas anteriormente.”

Un concepto como este no se acepta fácilmente en la conversación cotidiana dirigida por el rígido escepticismo y el materialismo científico. Las tradiciones de hoy han tratado de expulsar de nuestra vida la sabiduría metafísica antigua y su aplicación práctica, y aunque la investigación científica es excepcionalmente valiosa, la percepción espiritual siempre ha sido parte de nuestra experiencia.

Las relaciones con seres extrasensoriales o hiper-dimensionales han sido durante mucho tiempo una parte de nuestra historia, y son directamente accesibles para cualquiera de nosotros cuando se presta la práctica y la atención adecuadas al asunto.

Encontrarse en la rutina del diálogo interno negativo, la depresión, la ansiedad paralizante o el miedo incontrolable e irracional es una señal, como indica Steiner, de una desconexión de nuestra verdadera naturaleza espiritual, exacerbada por seres que operan en los ámbitos espirituales. Esta es la razón por la que algunos consideran que los desórdenes como este son enfermedades espirituales, y hasta que la grieta se cure con la debida atención al desarrollo del espíritu, los sentimientos tienden a exacerbarse y conducirlos a la angustia.