El terrible exorcismo de Vilma Trujillo

En una aldea oculta en Nicaragua, hace algunos años, ocurrió una tragedia. Una mujer llamada Vilma Trujillo que sufría de un trastorno mental fue quemada viva, bajo la creencia de que había sido poseída por el demonio. Antes, fue recluida, quedando durante varios días dentro de una iglesia, donde no podía comer ni beber agua. Un día, los miembros del culto que la habían encerrado tuvieron una “revelación”. El grupo de religiosos decidió preparar una hoguera para “purificar” el cuerpo de la mujer. Cuando fue encontrada, aún estaba viva; sin embargo, contaba con gran parte de su cuerpo quemado. Falleciendo por los severos daños que había sufrido.

Hoy, te presentamos la triste historia de Vilma Trujillo, quien fue cruelmente asesinada. Conócela a continuación:

A los 25 años, Vilma Trujillo sufría un trastorno mental. De repente, comenzó a decir cosas sin sentido; o a hablar cuando se encontraba sola. Solía repetir que “daría a luz a una serpiente” y se postraba de rodillas “hablando con el diablo”. No sólo eso, esta joven mujer de un pequeño pueblo en Nicaragua también alucinaba, escuchando voces que le instaban a realizar diversas acciones. Su familia dijo que nunca la había visto así; por lo que no sabían qué hacer en esta situación.

Vilma Trujillo y su familia vivían en una aldea llamada El Cortezal, de raíces muy religiosas y tradicionales. No sólo eso, la ciudad más cercana estaba a kilómetros de distancia; por lo que la familia decidió no llevarla con un médico. Vilma y su hermana asistían a una iglesia evangélica de la comunidad. Y ahí, el Pastor, Juan Rocha, dijo poder ayudarla. Ya que, según sus propias palabras, se trataba de una posesión demoníaca.

Juan Roca, era un pastor de 23 años: y junto con sus seguidores, llevaron a Vilma a una cabaña una cabaña, en donde llevaban a cabo diversos cultos. Cuando llegaron al lugar, llamado la Iglesia de la Visión Celestial, Vilma Trujillo decidió a permanecer allí por voluntad propia; hasta que lograra “mejorar”. Durante seis días Vilma permaneció en este lugar sin agua ni comida, mientras era exorcizada.

Sin embargo, como era de esperarse, llegó un momento en que no pudo soportar más el hambre, la sed y, en general, el estado de debilidad en el que se encontraba. Se dice que llegó a coger un hacha para tratar de romper la puerta del lugar, lo que le fue impedido. Su familia no sabía lo que estaba pasando; ya que Rocha sólo les informaba que aún no se encontraba curada.

Fue entonces que, en el sexto día de “exorcismo” uno de los miembros de la iglesia, dijo tener una “revelación” enviada por Dios en sus sueños. Para exorcizarla y liberarla de los demonios que la poseían, era necesario purificarla en una hoguera. Increíblemente, el pastor y su grupo estuvieron de acuedo, y empezaron a preparar una pira para Vilma. Cuando el “verdadero” exorcismo comenzó, su hermana de 15 años, que estaba presente en la iglesia, dice que la escuchó gritando: “Voy a morir, voy a morir”. Después de que la quemaran viva, uno de los miembros entró en la iglesia y le dijo a su hermana que corriera en busca de ayuda.

Homicidio

Sin embargo, ya era demasiado tarde. Cuando la hermana de Vilma Trujillo fue a la casa de su tía, Vilma se encontraba en muy mal estado. Cuando el padre de Trujillo y un grupo de rescate llegó al lugar, su hija estaba semi-inconsciente, desnuda y con el 80% del cuerpo quemado. Fue llevada a su casa, donde le habló a su hijo de 5 años: “Los pastorcitos me bautizaron”.

El Cortezal es un pueblo que apenas tiene electricidad, no tiene carretera asfaltada, no tiene internet o una buena señal para teléfonos celulares. A la familia de la joven le tomó cerca de 12 horas llegar a la ciudad más cercana. Cuando llegaron al hospital, tuvo que ser reenvía a un hospital más grande. Cuando tomaron un avión a otro hospital, Vilma murió en el camino; a causa de un edema pulmonar y fallo múltiple de órganos.

Cuando cuestionaron al pastor sobre la razón por la que había quemado a Vilma Trujillo, dijo que estaba endemoniada y que Dios había ordenado que la quemaran. El pastor Juan Rocha, su hermano, Pedro José, su hermana, Tomasa y Franklin Jarquín (marido de Tomasa) fueron condenados por entre 35 y 36 años de cárcel por secuestro y asesinato.