Los Gigantes Preadamitas que vivieron antes que la humanidad

Se cree que los ángeles caídos mencionados en la Biblia, son una raza humanoide dolicocéfala de 3.5 metros de alto. Estos seres eran sumamente hostiles y estuvieron en la Tierra hace unos 45.000 años, después de la destrucción del mundo.

El adamismo fue un movimiento religioso de corte gnóstico que nació a mediados del siglo II a. C. Esta antigua secta herética preconizaba el retorno a la inocencia y pureza paradisiacas y, en consecuencia, los adeptos iban desnudos y practicaban la poligamia.

Se cree que antes de que de este movimiento naciera, una raza de seres humanoides habitó la Tierra. Los llamados “ángeles caídos” bíblicos.

Estos seres se establecieron, en primera instancia, en Marte. Crearon una poderosa civilización que sucumbiría ante una gran guerra atómica. Misma que destruyó el ecosistema marciano.

Estatua con el cráneo alargado de Ramsés II en el Cairo. Crédito: Children Cartoon Time / Dailymotion

Algunos seres escaparon con la poca tecnología sobreviviente hasta alcanzar la Luna, la cual aún no fungía como satélite terrestre.

Después de desarrollar una civilización lunar, decidieron trasladarse a la Tierra. La civilización terrestre ya estaba establecida y era dirigida por Jehová; la raza reptiliana que modificó genéticamente a los homínidos para esclavizarlos.

El choque entre ambas razas produjo una guerra que dio como victoriosa, en primera instancia, a los humanoides. De esa forma se mezclaron con la humanidad, dando nacimiento a los Gigantes Homocapensis. Los hijos de los ángeles caídos que se convertirían en los enemigos principales de Jehová por su enorme fuerza e inteligencia. Por ello decidió aniquilarlos con el Gran Diluvio Universal.

Se cree que los preadamitas son los responsables de las grandes construcciones antiguas encontradas tanto en Marte, la Luna y la Tierra. También fueron quienes atrajeron la Luna a la Tierra, convirtiéndola en su satélite principal y creando las estaciones del año.

Faraones egipcios como Ramses II eran híbridos de esta raza, afirman algunos investigadores. Así lo confirman los restos arqueológicos de su estatua en el Cairo.

Este relato ha sido cuestionado a lo largo de los años por la falta de fuentes fidedignas y autores. Sin embargo, los hallazgos recientes en la Antártida podrían respaldar el relato dado por Corey Goode, “El mensajero de la Federación Galática“, sobre esta raza preadamita.

En una entrevista, Goode declaró que había ciudades extremadamente antiguas que se descubrieron en el continente congelado junto a muchos animales y preadamitas conservados en el hielo.

Sobre los últimos, los describió como seres con cráneos alargados y con cuerpos de proporciones que, claramente, demostraban que no fueron diseñados para la gravedad o la presión atmosférica terrestre.

La entrevista completa se puede leer en el siguiente artículo.

Preadamismo en la antigüedad

Pirámide en la Antártida que demostraría la existencia de construcciones preadamitas desconocidas.

Sin embargo, el preadamismo no es solo una creencia actual. A mediados del siglo XVII, el teólogo Isaac de La-Peyrère, calvinista y gentilhombre de la Casa de Luis II de Borbón, mencionó a estos seres en su libro escrito en 1655.

En el texto mencionaba que Adán no fue el primer hombre de la Tierra, sino el primer hombre hebreo y la Tierra ya poseía poblaciones preadamitas. Se basó en ciertas expresiones del Génesis y un pasaje del capítulo V de la Epístola a los romanos de San Pablo.

El escritor menciona que si Adán pecó, en un sentido moralmente importante, debía existir un mundo con leyes ya establecidas previo a Adán.

Por ello, dedujo que existieron “2 creaciones”: La creación de los gentiles y después, la creación de Adán.

La-Peyrère justificó la existencia preadamita con el Génesis; después del asesinato de Abel, se narra que Caín tomó como esposa a una mujer que no era descendencia de Adán e inició la construcción de una ciudad.

El libro trajo una ola de indignación y el revuelo y en 1656, La-Peyrère se retractó y se convirtió al catolicismo.

El escritor fungió como secretario del Príncipe de Condé, donde trabajó en una casa al Sur de Holanda. Ahí conoció a la ex reina Cristina de Suecia, quien posiblemente fue la responsable de financiar su libro.

Imagen: Pinterest

Durante el siglo XIX, el concepto del Poligenismo y la hipótesis preadámica se volvió popular para aquellos que buscaban demostrar la inferioridad de los pueblos no occidentales. En Estados Unidos, se sostenía que las razas no blancas no eran descendientes de Adán.

Uno de los principales impulsores de esta teoría fue Samuel Morton, quien se basó en las medidas craneales para construir una teoría de diferencia racial y justificar la esclavitud.

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Cabe destacar que en ningún pasaje de la Biblia se menciona que, antes que Adán y Eva, no existiera vida. De hecho, los dinosaurios son criaturas preadámicas, confirmando la existencia de diferentes seres en diferentes periodos.

Cabe mencionar que lo contado en las sagradas escrituras es apenas una mínima parte la historia de la Tierra y, especialmente, del Universo. La edad adámica, según deja entrever la Biblia, dura alrededor de 7.000 años.

Investigaciones recientes sobre el ADN mitocondrial apuntan a “recalibrar” el reloj del ADN mitocondrial, lo que indica que la “Eva mitocondrial” vivió, en realidad, hace unos 6.000 años. Mismo tiempo transcurrido en la biblia desde Adán hasta nuestra época.

Eso demuestra que existe un gran “espacio en blanco” que no nos han contado y que sigue oculto. Una época preadamita que esconde, posiblemente, los verdaderos orígenes de la humanidad.