El tiempo perdido …. Contactados …

Julio Verne. Pero, ¿Sabemos realmente quién era Julio Verne?

Pudo ser Julio Verne un contactado?Otro caso comparable al de Jonathan Swift(autor de Los viajes de Gulliver) es el del también novelista Julio Verne. En su obra De la Tierra a la Luna avanza notables coincidencias con los vuelos tripulados que el hombre realizaría cien años más tarde. 

Veamos algunas …

En la novela de Verne, los viajeros a la Luna, tres, al igual que los tripulantes de las futuras cápsulas Apolo, son lanzados desde la península de Florida, en los Estados Unidos, desde un lugar que dista solamente 200 Km. de Cabo Cañaveral, en la misma Florida. En la novela de Verne, los protagonistas dudan inicialmente si efectuar el lanzamiento desde Florida o desde el litoral meridional de Texas.

Y si la NASA lanza las cápsulas Apolo desde Florida, instaló su mundialmente famosa central de operaciones precisamente en Houston, en el litoral meridional de Texas. La duración del viaje de la Tierra a la Luna es, en la novela, de tres días, exactamente la duración del viaje real efectuado por los astronautas americanos cien años más tarde. 

De regreso a la Tierra, la cápsula de los tres intrépidos viajeros de la novela cae en el océano Pacífico, en donde un navío estadounidense los rescató. Y la cápsula que efectuó el primer vuelo humano a la Luna, Apolo 8, rescatada igualmente por un navío estadounidense, cayó también en el Pacífico, apenas a dos millas y media de distancia del lugar indicado en la novela de Julio Verne.

Una diana sin discusión, si consideramos que la superficie del océano Pacífico es de 166 millones de Km. cuadrados. Más: el comandante de la cápsula Apolo 8, en una carta enviada al nieto de Julio Verne, en la que califica a éste de “uno de los grandes adelantados de la era del espacio”, escribe:

“Nuestra nave espacial fue lanzada desde Florida, al igual que la de Barbicane, y tenía el mismo peso y la misma longitud que aquélla.”

El primer vuelo humano a la Luna imaginado por Julio Verne partió en diciembre de un año indeterminado de la década de los 60 del siglo pasado.

El primer vuelo humano tripulado a la Luna se realizó cien años más tarde, y efectivamente en el mes de diciembre de un año de la década de los 60: fue el 21 de diciembre de 1968 cuando el el Apolo 8 los primeros tres hombres llegaron a la Luna, la orbitaron y regresaron a la Tierra, amerizando en el Pacífico… Tal vez Julio Verne se acercó excesivamente a la realidad para que todo no fuera más que una coincidencia casual.

Los ejemplos de Jonathan Swift, de Julio Verne y de muchos otros nos colocan sobre una pista…  ¿De dónde obtuvieron sus datos? Entre las varias posibilidades, no cabe perder de vista ésta: que alguien no perteneciente a nuestra especie humana terrestre nos pudiera inocular determinadas ideas.

Y qué decir de Moisés! …. Moisés fue un humano que sufrió de tiempo perdido es más, cuando regresó de la famosa montaña … los días se transformaron en años para él y la evidencia de ello fue su extraño envejecimiento. Que Moisés fue un contactado, queda confirmado en el siguiente pasaje bíblico:

“Yahveh les dijo acto seguido a Moisés, a Aharon y a María: ‘Acudid los tres a la entrada del oráculo’. Y los tres fueron. Entonces Yahveh descendió en la columna de nube, se colocó a la entrada de la tienda y llamó a Aharon y a María. Y los dos salieron.

Y les dijo: ‘Escuchad mis palabras: si entre vosotros dos hubiera un profeta de Yahveh, me mostraría a él en visión, le hablaría en sueños. No sucede así con mi siervo Moisés; él es el hombre de confianza de toda mi casa. Yo le hablo cara a cara, en visión y no en enigmas; él contempla la imagen de Yahveh.”

Estaríamos ante un viaje intergaláctico? … El libro del Exodo sigue corroborando plenamente este extremo:

“Yahveh dijo a Moisés: ‘Acudiré a reunirme contigo dentro de una nube espesa, para que el pueblo pueda darse cuenta de cuando hablo contigo y crea aún más en ti.'”

Pero Yahveh advierte del peligro que supone aproximarse a su ‘nave’:

“Además, márcale al pueblo un límite alrededor de la montaña y adviérteles: ‘Guardaos de subir a la montaña y de tocar su base. Quien toque la montaña morirá.'”

Y, efectivamente, Yahveh subió a bordo de la nube para desplazarse hasta Moisés:

“Al tercer día, de madrugada, hubo encima de la montaña truenos y rayos y una nube espesa, acompañados de un fuerte resonar de trompeta.”

(…) “La montaña del Sinaí humeaba toda ella, porque Yahveh había bajado sobre ella con fuego.”

(…) “Entonces Yahveh llamó a Moisés a la cumbre de la montaña, y Moisés subió.”

(…) “El pueblo se mantenía lejos, mientras Moisés se acercó a la oscuridad en la cual se hallaba Yahveh.”

… Y ya su estancia prolongada dentro de la nube-nave de Yahveh:

“Moisés entonces subió a la montaña. Entonces una nube cubrió la montaña, y la gloria de Yahveh se estableció encima de la montaña del Sinaí. La nube la cubrió durante seis días, y, al séptimo día, Yahveh llamó a Moisés desde el interior de la nube. El aspecto de la gloria de Yahveh era a los ojos de los israelitas como un fuego abrasador en la cima de la montaña. Moisés penetró en medio de la nube y subió a la montaña, y permaneció en la montaña durante cuarenta días y cuarenta noches.