Las 13 fobias más extrañas

Desde el miedo a los payasos hasta el miedo al color amarillo. Cientos de fobias, aunque no lo creas, están relacionadas con las cosas menos usuales e inspiran irracionales temores. Revisamos algunas de las más extrañas y extravagantes, según el diario británico The Telegraph:

Quienes padecen de Xantofobia podrían temerle a cualquier cosa de color amarillo, incluso el Sol y pinturas de dicha tonalidad. En los casos más severos de esta patología, podría incluir la sensación de pánico con solo escuchar la palabra: “amarillo”.

La Turofobia usualmente se asocia al queso y recuerdos traumáticos. Desde los turofóbicos al cheddar o al mozzarella tienden a alejarse con sólo ver un trozo de ellos. Algunos les temen a todos, otros sólo a algunos tipos.

La somnifobia se resume en un miedo excesivo y racional de quedarse dormido. Los somnífobos podrían temerle al sueño, dado que relacionan el dormir con la muerte. También, puede estar relacionada con un sentimiento de falta de control o pesadillas repetitivas. También, tienen la sensación de que dormir es una pérdida de tiempo.

La coulrofobia es una afección medianamente más común, y se suele presentar con mayor frecuencia en niños. La fobia a los payasos ha sido catalizada por la imagen de payasos tenebrosos en la cultura popular, a través de comics, cine y televisión. Daniel Radcliffe y Johnny Deep tienen este desorden sicológico.

La hylofobia involucra un miedo irracional a la madera, bosques o árboles. Es provocado por la exposición a películas y cuentos de hadas que involucran troncos humanoides tenebrosos. Muchos de quienes padecen esta fobia y se ven en determinado escenario les provocan una profunda ansiedad. Esto también puede pasar, sólo si comienzan a pensar en algo relacionado a la madera.

La omalofobia es el miedo a los ombligos. Quienes lo padecen, tienen miedo a tocarlos o a que tengan contacto ajeno con ellos. Esta fobia está relacionada con la asociación del ombligo, el cordón umbilical y el vientre materno. Los omalofóbicos pueden sentir repulsión con el sólo hecho de pensar en un ombligo.

El nombre de esta fobia tiene que ver con la falta de cobertura de un teléfono móvil. Según encuestas recientes, más de la mitad de los británicos padecen este miedo, que consiste en un constante temor a perder señal, quedarse sin batería o incluso perder de vista el aparato.

Los ombrófobos tienen un anormal miedo a la lluvia, al cual puede causarles severos ataques de angustia. Ésta es provocada por diversos factores, incluyendo el hecho que cuando se es niño te dicen: “No salgas con lluvia, porque te puedes enfermar”. La lluvia suele relacionarse con la depresión.

El miedo al Papa es muy poco común, pero está relacionada con la Hagiofobia (miedo a santos y cosas sagradas).

Quienes sufren uranofobia, le temen al cielo y “al más allá”. Está relacionado con creencias religiosas de personas que piensan que serán juzgadas una vez muertos.

El término pogonofobia es usado desde 1850 para describir el miedo a las barbas y es básicamente el miedo al vello facial.

Quienes padecen la trypofobia le temen a objetos con agujeros pequeños. No está considerada como una fobia oficial, aunque centenares de casos se han presentado. De acuerdo a nuevas investigaciones, se asocian los agujeros con el peligro: Panales de abejas, esponjas o cualquier planta con estas características. Los síntomas son nauseas, picazón en la piel o ataques de pánico.

Muchas personas son supersticiosas con el número 13, pero muy pocas están relacionadas con una fobia a él. Básicamente tiene que ver con un miedo irracional a los días viernes 13. Quienes lo padecen, se esfuerzan de evadir su uso o hacer cualquier cosa relacionada con la cifra.