El temblor devastador que atravesó Turquía dejó tras de sí miles de muertos. Estas ondas también fueron percibidas en Siria, aunque con menos intensidad, llegando inclusive hasta el Cáucaso. Los científicos ahora se preguntan cuál fue la causa principal detrás del desastre natural.
Los expertos han pronosticado que los terremotos continúaran por lo menos durante más de un año. Rápidamente comenzaron los rumores de que Turquía fue golpeada con algún tipo de arma sísmica, cosa que abrieron la puerta para toda clase de teorías conspirativas.
Aunque la idea seria desestimada por los científicos debido a la gran destrucción que conllevaría, todavía se mantiene viva la posibilidad de que sea cierta.
Los especialistas asiáticos siempre vienen trabando duro en torno a la disminución de la perturbación geomagnética de la Tierra, empleando herramientas científicas para generar consciencia de la desaceleración del núcleo terrestre.
Algunos investigadores creen que la forma más segura de prevenir movimientos anormales en la tierra es detener completamente el núcleo fundido, y luego hacerlo girar en la dirección opuesta. Esto ayudará a reducir el riesgo de terremotos e irregularidades naturales.
Aunque algunos creen que la rotación del núcleo de la Tierra es un cambio único, otros expertos han señalado que hay cierta regularidad en el fenómeno. Se sabe que sucede periódicamente con una frecuencia de una vez cada treinta y cinco años, igual que ocurre durante los periodos naturales día-noche o las estaciones del año.
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