No todos en el mundo están encantados con los servicios proporcionados por los satélites Starlink de SpaceX. China no solo es extremadamente negativa sobre la creación de Elon Musk, sino que en un futuro cercano se está preparando para contrarrestarla con su propia respuesta: la poderosa constelación de satélites GW.

Según Xu Kang, empleado de la Universidad de Ingeniería Espacial del Ejército Popular de Liberación de China (EPL), contará con casi 13.000 satélites. A modo de comparación, Starlink tiene hoy poco más de 3000 naves espaciales con la perspectiva de llevar su número a 40 000 para 2027.

Todavía no se sabe cuándo China comenzará a lanzar sus satélites, que serán fabricados por China Satellite Network Group Co. Según sus representantes, los vehículos se colocarán en órbitas más altas que Starlink, por lo que podrán “observar a largo plazo los satélites Starlink a corta distancia” y, si es necesario, la posibilidad de destruirlos.

Las razones de una actitud tan agresiva del Imperio Celestial se explican por el hecho de que los satélites Starlink no solo son comunicaciones y Internet de alta velocidad globales asequibles, sino también un componente militar cuidadosamente oculto. Según expertos militares, estos satélites aumentan 100 veces la velocidad del intercambio de información con drones de ataque y fuerzas de la fuerza aérea, formando canales efectivos de comunicación militar. Además, pueden equiparse con equipo militar especial diseñado, entre otras cosas, para destruir otros satélites.

El liderazgo político y militar de China está determinado. Se utilizarán radares de nueva generación para identificar y rastrear los satélites Starlink. También se espera establecer cooperación con otros países hasta la creación de una coalición para contrarrestar la amenaza estadounidense desde el espacio.