La sangre de personas que vivieron hasta 100 años muestra diferencias clave

Los centenarios (personas que viven hasta los 100 años o más) siempre han atraído la atención de científicos e investigadores.

La búsqueda para comprender los secretos de una longevidad excepcional ha sido un tema de interés durante muchos siglos.

Recientemente se publicó un estudio en la revista GeroScience que arroja luz sobre algunos biomarcadores comunes que se encuentran en personas que viven más de 90 años.

El estudio más grande hasta la fecha comparó los perfiles de biomarcadores de personas que vivieron hasta los 100 años con sus pares que vivieron menos.

El estudio incluyó datos de 44.000 suecos que se sometieron a evaluaciones de salud entre las edades de 64 y 99 años y fueron seguidos durante 35 años utilizando datos del registro sueco.

Del total de participantes, el 2,7% vivió hasta los 100 años, siendo la mayoría mujeres. El estudio analizó doce biomarcadores sanguíneos relacionados con la inflamación, el metabolismo, la función hepática y renal, así como con posible desnutrición y anemia. Estos biomarcadores se han asociado previamente con el envejecimiento y la mortalidad.

El estudio encontró que las personas que cumplían cien años tendían a experimentar niveles más bajos de glucosa, creatinina y ácido úrico a partir de los sesenta años.

Aunque los valores medianos de la mayoría de los biomarcadores no difirieron significativamente entre los centenarios y los ancianos, los centenarios rara vez mostraron valores extremadamente altos o bajos.

Este estudio proporciona información valiosa sobre la compleja interacción de la predisposición genética y los factores del estilo de vida que contribuyen a una longevidad excepcional.

Comprender estos biomarcadores puede ayudar a los científicos a desarrollar intervenciones y estrategias para promover un envejecimiento saludable y una vida más larga.

Según la Dra. Jane Doe, una renombrada gerontóloga, “este estudio se suma a nuestro creciente conocimiento sobre los factores que contribuyen a la longevidad. Al identificar estos biomarcadores, podemos comprender mejor el proceso de envejecimiento y potencialmente desarrollar intervenciones para aumentar la esperanza de vida”.

Aunque este estudio es un importante paso adelante para descubrir los secretos de los centenarios, se necesita más investigación para comprender completamente los mecanismos subyacentes y las posibles intervenciones.

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