¿Qué hay detrás de los seres luminosos?

Varias imágenes publicadas en redes sociales revelaron la existencia de seres luminosos, principalmente en América Latina.

Nadie sabe de dónde vienen, ni quiénes son, ni el motivo de su aparición. ¿Representan algún peligro? ¿Representan una advertencia?
Bloggers, influencers y sitios web de todo el mundo los han vinculado con la presencia de ovnis en nuestro planeta porque muchas veces van precedidos de luces en el cielo; otros hablan de apariciones de seres incorpóreos o de espíritus de difuntos; y otros, finalmente, con seres míticos como la pelacara peruana , cuya imagen ocupa la apertura de este artículo.
Los avistamientos de seres luminosos no son herencia de la selva ni de lugares solitarios. A principios de septiembre de este año, por ejemplo, un fenómeno luminoso en el cielo de Chicago (Estados Unidos) fue registrado por un conductor, que parecía ser un ser flotando sobre una carretera.
Las impactantes imágenes recuerdan el supuesto espectáculo luminoso observado en Arroyo de Boi, en Caxambú, municipio brasileño del estado de Minas Gerais, en junio pasado.

Algunos estudiosos sugieren que este tipo de fenómenos son generados por Inteligencias No Humanas (INH) como una especie de mecanismo de defensa. Su objetivo sería neutralizar el choque ontológico, creando deliberadamente una experiencia “divina” o “sobrenatural” en los testigos.
Sucedió en El-Zeitoun, un barrio a las afueras de El Cairo, donde se encuentra la iglesia copta de Santa María. A las 8:30 de la tarde del 2 de abril de 1968, cientos de miles de personas vieron aparecer en el techo de la iglesia una imagen luminosa que se asemejaba a la Virgen con su aureola de santidad y que acabó transformándose en una “paloma” luminosa.

El entonces presidente de Egipto, Abdul Nasser, fue testigo de la aparición. La policía, pensando que se trataba de una proyección, registró los alrededores sin éxito. Las apariciones continuaron ocurriendo hasta finales de los años 70.
El patriarca local declaró que no tenía dudas de que la Madre de Dios apareció en el techo de la iglesia copta y Nasser declaró que Egipto era una sociedad abierta a las creencias religiosas.
El 8 de junio de 1968, la aparición fue visible desde las 21 horas hasta las 4:30 horas ininterrumpidamente.
Las apariciones eran a menudo precedidas por luces misteriosas que a veces se ubicaban sobre la iglesia, a veces entre las nubes que cubrían la cúpula como un dosel. Cuando esto sucedió, grandes destellos de luz salieron disparados de ellos.
Ahora, los avistamientos de seres luminosos -aunque no siempre relacionados con la Virgen- vuelven a proliferar, especialmente en América Latina. En la selva brasileña, por ejemplo, esta “aparición” se registró recientemente y llama la atención de los residentes como un fuego que esconde algo más. Algunos escépticos minimizan el asunto e intentan explicar el vídeo con un volcán pirotécnico aunque no existe ninguno de esa longitud en el mercado.
También hay conspiradores que creen que se trata de diferentes caras del Proyecto Blue Beam , un proyecto secreto que, utilizando tecnología holográfica, es capaz de “crear” una falsa invasión alienígena como forma de introducir una “guerra psicológica” y otros “controles” de la población.’.
Existe otra posibilidad, más inquietante, que formó el germen del Proyecto Delphi : una conspiración oculta.
A finales de los años ochenta, investigadores del fenómeno ovni de toda España firmaron un manifiesto que aseguraba que los ovnis, las apariciones marianas y otros fenómenos “sobrenaturales” eran caras distintas de un mismo fenómeno que pretendía manipular la conciencia humana. Este INH utilizaría diversas manifestaciones de interacciones o escenarios “absurdos” para aparecer como una entidad reconocible dentro de la cultura objetivo; como un ángel, un demonio o una deidad.
Estos fenómenos no son una manifestación sociológica, sino física y tangible, capaces de proyectar imágenes, utilizando luces y sombras alrededor de sus cuerpos físicos.
Esta forma de enmascaramiento tiene como objetivo confundir y apaciguar al testigo o al potencial abducido porque la inteligencia oculta detrás de estos fenómenos conoce el shock ontológico en los testigos y, de esta manera, puede manipular la situación para crear un ambiente favorable donde ellos, y sólo ellos, , tener control sobre la situación y el individuo.
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