Si nos encontramos con extraterrestres, es posible que no los entendamos en absoluto.

Imaginemos que un día recibimos una señal de un planeta lejano. Un mensaje que claramente no es natural, sino artificial. Un mensaje que indica la existencia de vida inteligente más allá de la Tierra. ¿Cómo reaccionaríamos? ¿Cómo nos comunicaríamos? ¿Cómo entenderíamos su idioma?

La idea de encontrar vida extraterrestre ha encendido la imaginación de innumerables cineastas, dando lugar a obras icónicas como Arrival, Contact y Star Trek. Pero, ¿qué tan realistas son estos escenarios? ¿Podríamos realmente aprender a hablar con extraterrestres o estaríamos perdidos para siempre en la traducción?

La respuesta no es sencilla, porque el lenguaje no es sólo un conjunto de sonidos o símbolos que transmiten significado. El lenguaje también es un reflejo de la cultura, la cognición y la biología. Está determinado por el entorno, la historia y las necesidades de los hablantes. El lenguaje está influenciado por la forma en que percibimos y categorizamos el mundo y por la forma en que nuestro cerebro y cuerpo procesan la información.

Por lo tanto, para comunicarnos con extraterrestres, necesitaríamos comprender no sólo su idioma, sino también su cultura, su cognición y su biología. Tendríamos que descubrir cómo evolucionaron, cómo viven, cómo piensan y cómo se expresan. Necesitaríamos descubrir qué tienen en común con nosotros y qué los diferencia.

Esta no es una tarea fácil, ni siquiera para los lenguajes humanos. Los lingüistas llevan siglos estudiando la diversidad y complejidad de las lenguas humanas y todavía quedan muchos misterios y desafíos por resolver. ¿Cómo surgió el lenguaje en nuestra especie? ¿Cómo se relacionan las lenguas entre sí? ¿Cómo cambian los idiomas con el tiempo? ¿Cómo afectan los idiomas a nuestro pensamiento y comportamiento?

Estas preguntas se vuelven aún más difíciles cuando consideramos las lenguas extraterrestres. No tenemos idea de qué tipo de idiomas podrían tener los extraterrestres, o si tienen algún idioma.

No tenemos idea de qué tipo de sonidos o símbolos podrían usar, o qué tipo de gramática o lógica podrían seguir. No tenemos forma de saber si tienen conceptos o categorías similares a las nuestras, o si tienen formas completamente diferentes de ver y comprender la realidad.

De hecho, los lingüistas sostienen que las lenguas extraterrestres podrían ser tan diferentes de las lenguas humanas que nunca podríamos aprenderlas ni comunicarnos con ellas.

Afirman que los lenguajes humanos comparten algunas características universales que están arraigadas en nuestra biología y cognición, y que las lenguas alienígenas pueden carecer de estas características o tener características que son incompatibles con las nuestras.

Por ejemplo, los lenguajes humanos utilizan unidades discretas de sonido (fonemas) o escritura (grafemas) que se combinan para formar palabras y oraciones. Pero las lenguas extraterrestres pueden utilizar señales continuas que varían en tono, intensidad o duración, sin límites claros entre unidades.

Los lenguajes humanos tienen estructuras jerárquicas que nos permiten insertar cláusulas dentro de cláusulas, creando significados complejos. Pero las lenguas extraterrestres pueden tener estructuras lineales que sólo permiten secuencias simples de palabras o símbolos.

Tenemos reglas recursivas que nos permiten generar infinitas oraciones a partir de un conjunto finito de elementos. Las lenguas extraterrestres pueden tener reglas finitas que limiten el número de oraciones posibles.

Estos son sólo algunos ejemplos hipotéticos de cómo las lenguas extraterrestres podrían diferir de las lenguas humanas. Puede haber otras diferencias que ni siquiera podemos imaginar, porque están más allá de nuestras capacidades cognitivas o de nuestras modalidades sensoriales.

Por ejemplo, los extraterrestres podrían utilizar colores, olores, gestos o telepatía para comunicarse, en lugar de sonidos o escritura. Los extraterrestres pueden tener sentidos u órganos diferentes a los nuestros, como la ecolocalización o la visión infrarroja. Los extraterrestres pueden tener modos de pensar diferentes a los nuestros, como el procesamiento paralelo o la computación cuántica.

Todos estos factores podrían hacer que las lenguas extraterrestres nos resulten incomprensibles, o viceversa. Es posible que no seamos capaces de percibir sus señales o de producirlas. Es posible que no podamos analizar sus estructuras o seguir sus reglas. Es posible que los humanos no seamos capaces de captar sus significados o transmitir los nuestros.

Sin embargo, no todos los lingüistas son pesimistas sobre la posibilidad de comunicarse con extraterrestres. Algunos lingüistas sostienen que las lenguas extraterrestres podrían tener algunas similitudes con las lenguas humanas que podrían facilitar el entendimiento mutuo.

Sugieren que podría haber algunos principios o limitaciones generales que gobiernen todas las formas de comunicación en el universo, independientemente de las características específicas de cada idioma.

Arik Kershenbaum, ecólogo conductual de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, cree que los desafíos evolutivos son verdaderamente universales y que las fuerzas evolutivas que dan forma a la vida en la Tierra producirán muchas características similares en la vida extraterrestre. Si está en lo cierto, significaría que la vida (y el lenguaje) en todo el cosmos pueden compartir ciertas características.

Significa que todos los lenguajes deben tener una forma de distinguir entre diferentes tipos de información (como sustantivos versus verbos), diferentes roles de los participantes (como sujeto versus objeto), diferentes relaciones entre eventos (como causa versus efecto) y diferentes niveles de certeza (como hecho versus opinión). Estas distinciones son esenciales para cualquier sistema de comunicación que tenga como objetivo transmitir mensajes significativos sobre el mundo.

“Mi opinión personal es que, en esencia, el lenguaje tendría que ser bastante similar al nuestro en el sentido de que su naturaleza matemática formal sería similar al lenguaje humano”, dice Ian Roberts, profesor de lingüística que también está en el Universidad de Cambridge. “Pero al mismo tiempo no necesariamente tendrían nada parecido al habla”.

Los lingüistas también proponen que todas las lenguas deben tener una manera de indicar el contexto y la intención del hablante (como el tiempo, el lugar, el estado de ánimo, el propósito) y una manera de señalar la retroalimentación y la comprensión del oyente (como preguntas, respuestas, confirmaciones, correcciones). Estas señales son cruciales para cualquier sistema de comunicación que tenga como objetivo establecer y mantener un diálogo entre interlocutores.

Estos son algunos posibles ejemplos de cómo las lenguas extraterrestres podrían tener algunas similitudes con las lenguas humanas. Puede haber otras similitudes que podamos descubrir o que podamos crear utilizando nuestra creatividad y nuestra curiosidad.

Podríamos encontrar puntos en común en los temas que nos interesan, como la ciencia, el arte o la filosofía, o inventar algunos símbolos o gestos nuevos que puedan representar conceptos universales, como números, formas o emociones.

Estos son algunos ejemplos esperanzadores de cómo podríamos comunicarnos con los extraterrestres, si es que alguna vez los encontramos. Por supuesto, no podemos estar seguros de si esto sucederá alguna vez o si tendrá éxito.

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