Tamaño del Universo: Finito e infinito al mismo tiempo

Consideremos el universo como “potencialmente infinito”. Llegué a esta conclusión a través de principios como el “principio de equivalencia” y otros que subyacen a las “teorías de la relatividad”, incluida la ley de conservación de la información.
El quid de la cuestión es que, al igual que la materia que contiene, el universo debe exhibir dualismo. Si las partículas pueden existir como corpúsculos y como ondas, entonces el universo debe ser “cerrado sobre sí mismo” y “potencialmente infinito”, experimentando su propio tiempo en cada momento.
Este “dualismo” también otorga el derecho de que el universo esté formado por “partículas entrelazadas”.
En cuanto a la medición del tamaño del universo en términos de tiempo y su “infinito potencial”, si esto es cierto, entonces en algunas regiones distantes, el universo es potencialmente muy joven o incluso no nacido, existiendo en una singularidad. Por el contrario, en otras partes del cosmos distante, ya es antiguo y abarca incontables billones de años.
Teóricamente, se podría discernir la edad del universo en el espacio; Algunas galaxias deberían parecer más jóvenes de lo esperado, mientras que otras pueden parecer más antiguas.
¿Por qué utilizamos “potencialmente” en lugar de “infinitamente”? Porque el universo todavía tiene un valor finito para su tiempo máximo. En algunas regiones remotas del espacio existe una duración “máxima” de su existencia.
Podemos expresar la “edad temporal actual del universo”, no sólo lo que observamos desde nuestro punto de vista espacial. Sin embargo, no podemos articular con precisión “todo el tamaño espacial del universo”. En algún lugar de él, el espacio pierde significado debido a la ausencia de materia, y en otros lugares pierde significado en un punto de singularidad.
En cualquier momento dado y en cualquier punto de su existencia, expresar las dimensiones espaciales del universo es imposible. Sin embargo, potencialmente, estas dimensiones no tienen límites, lo que indica que el universo es “potencialmente infinito”.
En cuanto a “estar aislado de uno mismo”, este concepto se entiende más fácilmente. La constante aquí es que si hay algo en el universo, el universo existe esencialmente dentro de esa cosa.
Siguiendo la misma lógica, el “centro del universo” sería un punto con una entropía mínima. Sin embargo, detectarlo no es factible, al menos según el “principio de existencia en todas partes”: la equivalencia. En la práctica, este punto se observaría en todas partes en cualquier momento dado y, desde cualquier perspectiva espacial, el universo parecería plano.
¿Dónde tiene el universo su “propio tiempo”?
Para abordar esto, planteemos algunas preguntas más. ¿Qué constituye la “distancia real” desde el centro de un agujero negro hasta cualquier punto exterior a él? Se considera infinito o, más exactamente, inconmensurable. Sólo podemos referirnos a ella como “distancia angular”.
Ahora bien, ¿si intentamos medir la “distancia real” desde el centro de un agujero negro al centro de otro agujero negro?
Parece que el valor debería superar el “infinito”, lo que equivale formalmente a “eternidad”, introduciendo un “vector de tiempo adicional” en el universo a través de este medio.
Al mismo tiempo, este vector de tiempo atraviesa nosotros pero no atraviesa todo el universo, lo que significa que no pertenece directamente al universo y, por lo tanto, el universo posee su “propio tiempo”. En este escenario, sólo nosotros existimos en la “diferencia”, no el universo.
El universo abarca simultáneamente todos esos vectores, colectivamente, no individualmente, y no en sus distinciones, a diferencia de nuestra experiencia. También podemos poseer las flechas “macroscópicas” y “microscópicas” del tiempo.
Sin embargo, el tamaño del universo sigue siendo sólo “potencialmente infinito” si se considera su edad real en relación con su “propio tiempo”. Desafortunadamente, la verdadera edad del universo se nos escapa y la edad observada desde nuestro punto de vista no es auténtica.
En resumen, el tamaño del universo no conoce límites, ni en el espacio ni en el tiempo futuro. Desde cualquier punto de vista de observación, el tamaño del universo en el pasado será perpetuamente inexacto.
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