Antes Del Diluvio, El Eje De La Tierra Estaba Alineado Con La Constelación De Draco, No Con La Estrella Polar, Según Información De Atlas Antiguos

Hoy en día se entiende comúnmente que el término «antediluviano» significa «antiguo». Sin embargo, “inundación” es un término claro que se refiere al proceso de inmersión de un área en agua. La razón de su uso ambiguo es incierta y los lingüistas no pueden señalarla con certeza.
El concepto de un cataclismo global ocurrido en tiempos históricos, similar al diluvio bíblico, ha sido ampliamente explorado por los defensores de la historia alternativa. Se han propuesto numerosas teorías, que llevaron a la publicación de cientos de artículos y a la creación de miles de vídeos. Se han presentado varias pruebas, tanto directas como indirectas, pero siguen siendo difíciles de alcanzar respuestas definitivas sobre la fecha, las causas o el alcance de tal desastre. La ciencia convencional no reconoce estas afirmaciones ni el supuesto desastre.
Se postula con cierta confianza que un evento tuvo lugar en la antigüedad y posiblemente otro alrededor de principios del siglo XIX. Sin embargo, no existe documentación escrita; sólo persisten las tradiciones orales en diferentes culturas, con hasta 600 referencias. Los historiadores tradicionales han mostrado poco interés en estas narrativas.
Se sugiere un cambio en los polos geográficos de la Tierra como una causa potencial de la desaparición de culturas y civilizaciones antiguas y la alteración de la distribución continental. Esta hipótesis impulsó la propuesta de un modelo recurrente de cambios de polos.
Este modelo sugiere que la alineación de las estructuras antiguas hacia el norte (refiriéndose a un antiguo norte geográfico en lugar del polo norte actual) varía, lo que indica que estas estructuras se construyeron en diferentes períodos de tiempo. Las líneas que se cruzan desde la alineación direccional de iglesias y catedrales apuntan a antiguas ubicaciones de polos. Se afirma que todas las ciudades antiguas exhiben este patrón, con templos orientados en varias direcciones hacia el norte.


La inversión de los polos de la Tierra, potencialmente análoga al efecto Dzhanibekov observado por el cosmonauta en gravedad cero, podría provocar que América del Norte quede cubierta de hielo debido a la formación de un nuevo polo geográfico en su costa occidental.
Un evento de este tipo probablemente implicaría cambios en las placas litosféricas y el movimiento del agua oceánica, siguiendo el principio de inercia. Esto podría dar lugar a la formación de montañas y a importantes impactos oceánicos en la tierra, incluidos tsunamis gigantes, y provocar que los mares y lagos interiores se extiendan por las llanuras, lo que recuerda a la narrativa bíblica de las inundaciones.
La aparición de aguas internas de mares subterráneos a lo largo de fallas podría exacerbar esta catástrofe. Predecir la ocurrencia y el momento de tal evento sigue siendo especulativo.
Los atlas estelares antiguos pueden preservar la posición original del eje de rotación de la Tierra, ofreciendo información histórica sobre la orientación celeste del planeta.

Las constelaciones sirven como marcadores. Actualmente, el eje de rotación de la Tierra apunta hacia la Estrella Polar, situada en el extremo de la cola de la Osa Menor. Sin embargo, Durero representó el centro del cielo estrellado dentro de la constelación de Draco.

En astronomía, el cambio en la dirección del polo geográfico se atribuye a la precesión axial de la Tierra, que completa una revolución completa en la esfera celeste aproximadamente cada 26.000 años. Las cifras precisas son:
La precesión axial de la Tierra es gradual y ocurre a un ritmo de 1° cada 71,6 años. El polo tardará 25.776 años en completar un círculo completo. Además, existe un movimiento nutacional, que es una variación en el ángulo de inclinación de la Tierra con respecto al plano de la eclíptica. La nutación varía entre un mínimo de 22,1° y un máximo de 24,5°. Actualmente, la inclinación axial es de 23°27′ y va aumentando progresivamente.
Se espera que en el lapso de 500 años, la edad de estos atlas celestes, el eje de la Tierra se haya desplazado casi 7°. De manera similar, el cartógrafo holandés Federico de Wit también produjo un mapa comparable alrededor de 1670.
El centro al que apunta el eje de la Tierra se encuentra dentro de la constelación de Draco. Sin embargo, es curioso que los paralelos latitudinales no se tracen desde este centro, sino desde un punto cercano a la Estrella Polar. Esto puede representar la transición entre los polos antiguo y nuevo en la esfera celeste.

Existen numerosos atlas y mapas que representan la ubicación del eje de rotación de la Tierra. Aquí hay unos ejemplos:



El centro permanece dentro de la constelación de Draco, como se representa en los atlas de principios del siglo XVIII. A continuación se muestra un mapa detallado con todas las estrellas de la región del Polo Norte.

La Estrella Polar está sola y el Polo Norte, ubicado en la constelación de Draco, es distinto. Deberíamos ampliar este mapa.

Si hay una explicación alternativa para estos mapas antiguos y atlas estelares que muestran una ubicación diferente en el Polo Norte, compártala en los comentarios.
Parece que el centro de rotación del cielo estrellado en la constelación de Draco es el centro de la eclíptica, perpendicular al plano de rotación de los planetas del Sistema Solar. En los mapas estelares antiguos, esto era más significativo que el punto hacia el que apunta el Polo Norte geográfico de la Tierra.
Estos atlas y mapas parecen no tener relación con el concepto de cambio de polos. Sin embargo, en el atlas del siglo XVI de A. Durero, el polo geográfico (polo de la paz) no está marcado. ¿Podría haber coincidido con el polo de la eclíptica? Y después de un cambio, ¿se convirtió la Estrella Polar en el nuevo centro?
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