Arcontes: Entidades cósmicas que moldean la realidad humana
¿Quiénes o qué son los Arcontes? Según antiguos conocimientos, se trata de Entidades Cósmicas con la capacidad de moldear o manipular la realidad humana. La creencia en seres cósmicos que influyen en los asuntos humanos ha sido un tema recurrente en diversas culturas a lo largo de la historia. Los Arcontes, una enigmática raza no humana mencionada en antiguas escrituras y estudiada por eruditos contemporáneos como John Lash y David Icke, son un claro ejemplo de esta creencia.
Los orígenes de los Arcontes en la literatura gnóstica
El origen del concepto de los Arcontes se encuentra en antiguos textos gnósticos, especialmente en las escrituras de Nag Hammadi descubiertas en 1945. Estos textos describen a los Arcontes como fuerzas malévolas que emergieron durante la formación del sistema solar.
Según la interpretación de John Lash de los videntes gnósticos -antiguos chamanes y guías espirituales-, los Arcontes son una especie inorgánica que surgió junto con el cosmos. A diferencia de la vida orgánica en la Tierra, los Arcontes pertenecen a un plano inferior, “inorgánico”, con capacidades de creación limitadas pero con una tendencia hacia la imitación y el engaño. Se les considera entidades cósmicas del sistema solar, que existen más allá del ámbito de la experiencia humana.
Los arcontes son catalogados como entidades cósmicas.
Los titiriteros espaciales y el poder de las ilusiones
Según John Lash, los Arcontes poseen una habilidad distintiva para crear ilusiones y distorsionar la percepción humana. En los textos gnósticos, este poder se denomina “Hal” o simulación, y les permite implantar realidades engañosas, influenciando nuestras creencias y dirigiendo nuestros pensamientos y emociones hacia sus propios fines.
Este concepto se relaciona con la idea de David Icke sobre una “Internet holográfica”, donde estas entidades pueden alterar la percepción humana mediante la emisión de frecuencias que afectan la mente. Tanto Lash como Icke sostienen que estos poderes manipuladores son especialmente efectivos durante períodos de miedo y agitación, momentos que los Arcontes aprovechan para ejercer control sobre la humanidad.
Lash también argumenta que los Arcontes sienten envidia de la esencia creativa humana, nuestra riqueza emocional y nuestro potencial evolutivo. Motivados por estos celos, invaden la psique humana, alimentándose de energías negativas como el miedo, el caos y el desorden.
Las escrituras gnósticas describen además que los Arcontes llevan a cabo invasiones psíquicas e inducen experiencias similares a las modernas narrativas de abducción. Al fomentar el miedo y la confusión, los Arcontes aprisionan la conciencia humana, impidiendo nuestro progreso hacia una mayor conciencia y autorrealización.
Los Arcontes como Ingenieros Espaciales
Además de su rol como manipuladores, los Arcontes son descritos como los arquitectos del universo físico. Según la interpretación de John Lash de los antiguos textos gnósticos, los Arcontes actúan como “técnicos cósmicos”, entidades responsables de mantener las estructuras inorgánicas del sistema solar. Careciendo de la vitalidad de la vida orgánica, no pueden prosperar en la biosfera terrestre, pero sí habitan y afectan a los mundos exteriores.
Su naturaleza alienígena les permite realizar incursiones mentales significativas, aunque limita su interacción física con los humanos. Su principal método de operación es a través de la influencia telepática, distorsionando la percepción humana desde la distancia.
Doble realidad: El arte de manipular los cinco sentidos
David Icke propone que la humanidad está atrapada en una “prisión de los cinco sentidos”, donde el mundo material es solo una pequeña parte de una realidad multidimensional mucho más vasta. Según Icke, los Arcontes controlan esta realidad limitada dominando la difusión de información y moldeando la percepción a través de medios como la comunicación, la educación y las estructuras sociales.
Icke sugiere que estos seres operan en una frecuencia más allá de la luz visible y, aunque pueden parecer humanos, tienen una forma completamente diferente en dimensiones fuera de nuestra percepción sensorial.
Para Icke, la naturaleza ilusoria de nuestra realidad percibida es clave para entender el dominio de los Arcontes sobre la humanidad. Al influir en nuestras creencias y percepciones, crean una sensación artificial de limitación, impidiendo que las personas reconozcan su verdadera esencia como seres ilimitados e interconectados. Icke se refiere a este fenómeno como la “Internet holográfica”, una construcción en la que fuerzas externas moldean nuestras creencias y percepciones, confinándonos a una comprensión limitada de la realidad.
Los Arcontes son catalogados como «manipuladores de la realidad humana».
Superar el control de los Arcontes: La conciencia como camino hacia la libertad
Lash e Icke destacan la relevancia de la conciencia y la autorrealización como medios para liberarse del dominio de los Arcontes. Al tomar conciencia de la influencia de estos seres, la humanidad puede recuperar el control de su mente y espíritu, rompiendo el ciclo de miedo e ilusión. Lash ve en los textos gnósticos una advertencia y una guía esencial para que la humanidad reconozca y resista activamente estas influencias.
Para Icke, comprender que la realidad es en gran medida ilusoria y manipulada es el primer paso hacia la libertad. Afirma que al aceptar nuestra verdadera naturaleza como expresiones de una conciencia infinita, podemos contrarrestar la influencia de los Arcontes y transformar nuestra realidad. Este cambio de perspectiva nos permite superar las limitaciones impuestas por fuerzas externas, ayudando a la humanidad a reconectar con su divinidad innata.
Sabiduría ancestral aplicada a la época contemporánea
Las ideas de Lash e Icke proporcionan una perspectiva sobre las fuerzas invisibles que influyen en el comportamiento humano y los sistemas de creencias. Al explorar la antigua sabiduría del gnosticismo y las teorías modernas sobre la conciencia y la percepción, sugieren un camino hacia la liberación de los seres cósmicos que buscan manipular la existencia humana.
El análisis de los Arcontes destaca que el verdadero poder de la humanidad reside en la autoconciencia, la perseverancia y la búsqueda de una verdad que va más allá de la percepción convencional.