Armas de la cia

En 1975, un comité del Congreso reveló que la CIA desarrolló una pistola que disparaba dardos venenosos, causando ataques cardíacos sin dejar rastro. Funcionaba con una batería y disparaba una bala de hielo con toxina congelada en su interior. Al impactar, la bala se derretía, dejando solo una pequeña marca roja. Se cree que la CIA pudo haber usado esta arma en operaciones encubiertas.

La revelación causó gran controversia. Muchos quedaron impactados por su existencia, cuestionando la ética de su uso y el alcance de las operaciones encubiertas de la CIA. Algunos legisladores pidieron mayor supervisión sobre las actividades de inteligencia, mientras que el público expresó preocupación por el poder de estas tecnologías.