Así es.

El hecho de que hayan podido demonizar la gripe, resfriados y catarros mientras normalizan ictus, infartos, cáncer, autismo y Alzheimer, demuestra lo profundamente programada que está la sociedad.
El hecho de que hayan podido demonizar la gripe, resfriados y catarros mientras normalizan ictus, infartos, cáncer, autismo y Alzheimer, demuestra lo profundamente programada que está la sociedad.