Astrónomos está buscando “rastros” de supercivilizaciones en más de 2.800 galaxias lejanas

Astrónomos está buscando “rastros” de supercivilizaciones en más de 2

 

Un equipo de astrónomos del SETI está continuamente observando el espacio profundo en busca de señales de supercivilizaciones alienígenas avanzadas. Esta búsqueda abarca más de 2.800 galaxias lejanas, aunque en términos astronómicos, esta cantidad es mínima.

Investigadores del SETI Institute, el Berkeley SETI Research Center y el International Centre for Radio Astronomy Research han anunciado un estudio innovador que examina más de 2.800 galaxias en busca de indicios de supercivilizaciones avanzadas. A diferencia de estudios anteriores que se centraban en nuestra Vía Láctea en busca de “tecnofirmas” o señales de tecnología avanzada, este estudio utiliza el Murchison Widefield Array (MWA) en Australia Occidental para escanear miles de galaxias simultáneamente.

La Dra. Chenoa Tremblay, del SETI Institute y coautora del estudio, comentó:

“Este trabajo representa un avance significativo en nuestros esfuerzos por detectar señales de civilizaciones extraterrestres avanzadas. El amplio campo de visión y el rango de baja frecuencia del MWA lo convierten en una herramienta ideal para este tipo de investigación, y los límites que establezcamos guiarán futuros estudios”.

Aunque no se encontraron tecnofirmas definitivas, el equipo asegura que su estudio establecerá límites críticos de frecuencia y energía para futuras búsquedas de señales de supercivilizaciones en el cosmos.

A la caza de supercivilizaciones Kardashev

En el estudio publicado, el equipo de investigación detrás de este esfuerzo sin precedentes señala que su objetivo era superar los estudios SETI anteriores al escanear numerosas galaxias simultáneamente. Sin embargo, para que una señal sea lo suficientemente fuerte como para ser detectada en la Tierra, tendría que ser emitida por una civilización muy avanzada. Específicamente, según el equipo, tendría que provenir de una civilización de tipo II o III en la escala de Kardashev.

Los autores del estudio explican que las civilizaciones de Tipo I en la escala de Kardashev pueden utilizar toda la energía disponible en su planeta, las de Tipo II pueden aprovechar directamente la energía de una estrella, y las de Tipo III pueden capturar toda la energía emitida por su galaxia.

Por lo tanto, los investigadores indican que, en teoría, las civilizaciones en el extremo superior de la escala de Kardashev podrían generar grandes cantidades de radiación electromagnética detectable a distancias galácticas. En comparación, la humanidad se considera una civilización de Tipo 0, ya que aún no hemos logrado captar toda la energía de nuestro planeta.

La primera búsqueda extragaláctica de technosignatures a bajas frecuencias abarca 2.800 galaxias en una sola búsqueda

La primera búsqueda extragaláctica de technosignatures a bajas frecuencias abarca 2.800 galaxias en una sola búsqueda. Crédito de imagen: SETI

Escaneando 2.800 galaxias a la vez

El esfuerzo del SETI para localizar tecno firmas de supercivilizaciones comenzó con un análisis de la NASA/IPAC Extragalactic Database (NED). El equipo se centró en fuentes clasificadas como galaxias. Según los autores del estudio, de los millones de objetos catalogados en el campo de visión de 400 grados cuadrados del MWA, se identificaron 2.880 galaxias conocidas a partir de la colección completa de sondeos disponibles en la NED.

Tras seleccionar la región, los investigadores decidieron enfocarse únicamente en señales con una resolución espectral de 10 kHz que pudieran provenir de galaxias dentro de un campo de visión de 400 grados cuadrados hacia el remanente de supernova Vela. Además, dado que buscaban señales detectables a distancias cósmicas extremadamente largas, se centraron en señales de baja frecuencia en el rango de 98 a 128 MHz.

El escaneo de esta región del espacio duró 18 días y abarcó más de 2.800 galaxias, incluidas 1.300 cuya distancia a la Tierra ya había sido determinada.

Los investigadores señalaron:

“Aunque el MWA es menos sensible en comparación con los experimentos de un solo plato, este trabajo es importante debido a la cobertura única del rango de frecuencias, el gran campo de visión instantáneo y su resolución de fuente puntual”.

Representación artística de una Esfera de Dyson.

Representación artística de una Esfera de Dyson. Crédito de imagen: Vantazzy

El escáner no detecta señales alienígenas

Después de recopilar más de 17 horas de datos útiles, el equipo de investigación analizó la información en busca de señales de radio de baja frecuencia. Según el estudio publicado, buscaron señales que mostraran “un valor de 6σ sobre el ruido local” utilizando una herramienta estándar de estimación del ruido astronómico. La búsqueda no tuvo éxito, y el equipo señaló que “no se detectaron señales de este tipo a este nivel o superior”.

A pesar de esto, los investigadores afirman que su esfuerzo no fue en vano.

Los investigadores escribieron:

“Aunque no se detectaron señales, hemos establecido límites estrictos a la potencia del transmisor en las 1.317 galaxias”.

La distancia a nuestra Vía Láctea ya se conoce. Explican que estos límites ayudarán a refinar futuras búsquedas, incluidas aquellas que busquen señales de supercivilizaciones avanzadas en todo el cosmos.

Los investigadores añadieron:

“Con la sensibilidad de los radiotelescopios modernos, podría ser posible detectar la radiación procedente de una supercivilización de este tipo incluso a distancias galácticas”.

El equipo de investigación espera continuar en esta área de estudio, ya que la búsqueda de technosignatures en este rango de frecuencias “será crucial en el futuro”.

Steven Tingay, profesor de la Curtin University y coautor del estudio, comentó en un comunicado:

«El MWA sigue abriendo nuevas vías de exploración del Universo en busca de civilizaciones inteligentes y technosignatures, al tiempo que utiliza los mismos datos para estudiar la astrofísica de estrellas y galaxias.

Este trabajo es innovador y novedoso, pero también sienta las bases para futuras observaciones con telescopios aún más potentes».

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