¿Cómo se vería una grieta hacia otro universo y dónde podría existir?
La idea de una grieta en el universo que conecte con otro cosmos ha fascinado a científicos, escritores y cineastas por décadas. Aunque suena a ciencia ficción, hay teorías científicas que permiten especular, con cierto rigor, sobre cómo se vería un portal interdimensional y en qué regiones del universo podría aparecer uno.
¿Qué es una «grieta» entre universos?
En términos teóricos, una «grieta» entre universos podría entenderse como un puente o túnel que conecta nuestro universo con otro dentro del marco del multiverso, una hipótesis propuesta por varias teorías físicas, como la teoría de cuerdas y la cosmología inflacionaria.
Una de las formas más discutidas de estas grietas es el agujero de gusano, una solución a las ecuaciones de la relatividad general de Einstein, descrita por Einstein y Nathan Rosen en 1935 (el llamado puente de Einstein-Rosen). Este puente teórico podría conectar dos puntos distantes en el espacio-tiempo, o incluso dos universos separados.
¿Cómo se vería una grieta interdimensional?
Aunque nunca se ha observado una, los modelos teóricos y simulaciones computacionales sugieren que una grieta entre universos podría tener características como:
Distorsión visual extrema: La luz alrededor de la grieta se doblaría debido a la intensa curvatura del espacio-tiempo, similar al efecto de lente gravitacional observado en agujeros negros.
Oscuridad central o “boca” del agujero: Similar al horizonte de eventos de un agujero negro, podría verse como una esfera oscura rodeada de anillos de luz distorsionada.
Emisión de radiación: Si estuviera activa, podría emitir radiación de Hawking o incluso partículas exóticas que no pertenecen a nuestro modelo estándar.
Inestabilidad visible: Algunas teorías predicen que el borde de un agujero de gusano podría “vibrar” o tener fluctuaciones cuánticas visibles si se encontrara cerca de la escala de Planck.
¿Dónde podría existir una grieta entre universos?
No hay evidencia directa de la existencia de tales portales, pero hay zonas del universo que han sido consideradas candidatas hipotéticas por fenómenos anómalos:
1. Mancha Fría del CMB (Cosmic Microwave Background)
Una anomalía detectada en el fondo cósmico de microondas (CMB) por el satélite WMAP y confirmado por Planck. Se trata de una región inusualmente fría, ubicada en la constelación de Eridanus, de unos 1.8 a 3.3 mil millones de años luz de diámetro.
Algunas teorías, como la del multiverso inflacionario, proponen que esta región podría ser el resultado de una colisión entre nuestro universo y otro universo «burbuja», lo que dejaría una huella visible como esta «mancha fría».
2. Agujeros negros supermasivos
Algunos científicos, como Leonard Susskind y Juan Maldacena, han especulado que ciertos agujeros negros podrían estar conectados a otros universos a través de agujeros de gusano no atravesables (relación ER=EPR). Aunque no nos permitirían viajar, podrían estar físicamente vinculados a regiones de otro universo.
3. Regiones con materia oscura inexplicable
Se ha propuesto que algunas concentraciones de materia oscura —una sustancia invisible que compone el 27% del universo— podrían representar una «sombra gravitacional» de universos paralelos interactuando con el nuestro.
¿Es posible detectar una grieta entre universos?
Actualmente, no existen métodos experimentales que puedan confirmar la existencia de portales interdimensionales. Sin embargo, algunos avances que podrían acercarnos incluyen:
Observatorios de ondas gravitacionales como LIGO y Virgo, que podrían detectar firmas anómalas.
Estudios del fondo cósmico de microondas para identificar irregularidades inexplicables.
Simulaciones cuánticas que modelan la creación y comportamiento de miniagujeros de gusano en laboratorio.
Conclusión
Aunque una grieta entre universos sigue siendo, en gran parte, especulativa, no es un concepto totalmente excluido por la física moderna. Las anomalías observadas en el cosmos, como la Mancha Fría, y los avances en la teoría cuántica de la gravedad podrían algún día ofrecer pruebas indirectas de su existencia. Hasta entonces, estos portales siguen siendo una frontera entre la física teórica y la imaginación.
