Criptoterrestres: ¿vive una civilización no humana avanzada oculta en la Tierra?
Hace unas semanas, la comunidad ufológica mundial quedó sorprendida al conocerse un revelador documento presentado por tres académicos estadounidenses, que describe la hipótesis Criptoterrestre como una posible explicación para el origen del fenómeno OVNI.
Desde su publicación, se ha desatado un gran debate en toda la red, con muchos considerando esta propuesta como demasiado audaz e incluso polémica. El informe sugiere la posible existencia de otros seres inteligentes que conviven con nosotros y que estarían ocultos en algún lugar del planeta.
Antes de adentrarnos en el fascinante mundo de los Criptoterrestres, hagamos un repaso de dos de sus principales proponentes y grandes responsables del escenario actual.
Mac Tonnies. Secretos del Último Forteano
“¿Y si junto a nosotros, en un claro sigilo, existe una raza de seres increíblemente antiguos que podrían ser nativos de nuestro planeta? Quizás, hace eones, fueron nuestros maestros tecnológicos, pero hoy en día podrían estar en declive. ¿Y si, para moverse entre nosotros, se han hecho pasar ingeniosamente por visitantes de mundos lejanos? ¿Y qué pasa si nosotros, aquellos que profundizamos en el mundo del OVNI y aquellos que nos hemos encontrado con tales entidades, hemos caído repetidamente en sus artimañas maquiavélicas? Estas son las preguntas que están en el corazón de Los Criptoterrestres.” Nick Redfern, 2010.
Conocí a Mac Tonnies (1975-2009) hace unos cuantos años, después de que mi buen amigo Renato Longato me recomendara su imprescindible libro The Cryptoterrestrials: A Meditation on Indigenous Humanoids and the Aliens Among Us (Los Criptoterrestres: Una Meditación sobre los Humanoides Indígenas y los Alienígenas entre Nosotros), publicado en 2010.
Esa insistencia no era en vano, ya que Renato y yo compartíamos algunas de las ideas expresadas por Tonnies, cuya muerte prematura a los 34 años debido a una arritmia cardíaca puso fin a las conjeturas de un investigador audaz, especialmente en sus intentos por esclarecer el origen de los OVNIs.
Nativo de Independence, Missouri, Tonnies se graduó a una edad temprana como profesor de literatura inglesa en la Universidad de Ottawa. Fue durante ese tiempo que también comenzó a desarrollar una pasión por los llamados temas marginales y de alta extrañeza. Ya entonces, Tonnies se definía como autor, escritor y un declarado seguidor del legendario Charles Fort. Su primer libro, Illuminated Black, se publicó en 1995, mostrando su talento como cuentista. En 2004, publicó el subversivo After the Martian Apocalypse: Extraterrestrial Artifacts and the Case for Mars Exploration (Después del Apocalipsis Marciano: Artefactos Extraterrestres y el Caso de la Exploración de Marte), donde Tonnies se sumergió en la temática ufológica.
En su estudio, Tonnies discute la posible existencia de una antigua civilización marciana, que quizás se extinguió tras un violento cataclismo cósmico de origen no natural. Sus ruinas podrían ser aún visibles, en una realidad que el mundo académico niega.
Escribe:
“¿Fue Marte alguna vez la luna de un mundo desconocido, destruida en un momento de violencia convulsiva? Y, lo que es más urgente, ¿hay alguna manera de reconstruir tal evento, suponiendo que algo así haya sucedido? Hasta que seamos capaces de explorar Marte y el cinturón de asteroides en detalle, es poco probable que esta teoría sea reivindicada pronto”. (Tonnies, 2004, p. 5).
The Cryptoterrestrials se publicó en 2010, un año después de la prematura muerte de Mac Tonnies, quien falleció a los 34 años. Hoy en día, su libro se considera una obra de referencia esencial para comprender la hipótesis que está revolucionando el mundo académico.
Un año antes de esta publicación, en 2003, Tonnies comenzó con Posthuman Blues, que más tarde se reputó como uno de los mejores blogs de Kansas City, centrado en el pensamiento transhumanista, la ciencia ficción y el movimiento ciberpunk. Fue en este espacio donde Tonnies, cada vez más disruptivo en su pensamiento, dio inicio al concepto de Criptoterrestres, una palabra compuesta derivada del término griego kriptós (oculto o encubierto) y terrestre, como originario de este planeta. En una entrevista de 2007, UFOpunk: El extraño mundo azul de Mac Tonnies, realizada por Simons Cellars, y al ser consultado sobre la cuestión Criptoterrestre, Tonnies afirmó:
“Últimamente he estado desarrollando lo que llamo la ‘hipótesis criptoterrestre’, que intenta prescindir por completo del ángulo extraterrestre. Si se analiza detenidamente la complejidad y el impacto psicosocial del fenómeno, es tentador especular que estamos interactuando con una inteligencia nativa de este planeta. Si es así, ¿dónde se esconden? ¿Qué están haciendo y por qué se nos muestran de la manera más desconcertante posible? Es posible que seamos víctimas de una campaña de ingeniería psicológica a largo plazo diseñada para mantenernos bajo control para que no descubramos que tenemos vecinos”.
Harold E. Putthof. Modelos Ultraterrestres
¿Es la fuente del fenómeno OVNI principalmente terrestre, ultraterrestre (por ejemplo, un antiguo grupo oculto, una sociedad aislada de alta tecnología anterior al Diluvio, extraterrestres/“dioses” varados), o extraterrestre, asumiendo que las diferencias entre estas alternativas son significativas? Harold E. Puthoff. Modelos Ultraterrestres, 2016.
En una biografía reseñada por la influyente Agencia Central de Inteligencia estadounidense, más conocida por sus siglas CIA, sobre Harold E. Puthoff se recoge lo siguiente:
“Harold E. Puthoff, MSE, Ph.D., especialista con 38 años de experiencia en física cuántica, parapsicología y fenómenos parafísicos, llegó al SRI en 1972, donde trabajó en el área de láseres y también inició investigaciones en biorretroalimentación y mediciones de biocampo. Titular de patentes en las áreas de láseres y dispositivos ópticos, el Dr. Puthoff ha supervisado la investigación de candidatos a doctorado en Ingeniería Eléctrica y Física Aplicada en la Universidad de Stanford. Sus publicaciones incluyen un libro de texto sobre láseres que se usa ampliamente en universidades tanto en Estados Unidos como en el extranjero, y más de 25 artículos en revistas profesionales. Antes de unirse al personal del SRI, fue investigador asociado en el Laboratorio de Microondas y profesor en el Departamento de Ingeniería Eléctrica después de recibir su doctorado en Stanford en 1967. Mientras estaba en Stanford, concibió, patentó y desarrolló un láser Raman sintonizable que produce radiación de alta potencia en toda la porción infrarroja del espectro. Antes de ingresar a Stanford, el Dr. Puthoff se graduó con una maestría en la Universidad de Florida en 1960. Es oriundo de Chicago”. [Fuente]
Nacido en 1936 en Chicago, es una de las mentes más destacadas de las últimas décadas. Aunque ya llevaba algún tiempo siendo objeto de atención debido a sus innovaciones en el campo de la física electrónica, su ingreso durante la década de los setenta en el Instituto de Investigación de Stanford (SRI), contratado para conducir experimentos enfocados en el desarrollo psíquico, hizo de su nombre una leyenda temprana, y más tarde fue reconocido como uno de los padres de la parapsicología estadounidense.
Durante una década, Puthoff, junto al físico y también parapsicólogo Russell Targ, fueron los artífices del llamado Proyecto Stargate, donde se analizaron, entre otros fenómenos, la visión remota. Tras finalizar este trabajo, Puthoff se sumergió durante la década de los ochenta en el estudio de la energía de punto cero.
Además de ser una mente brillante, Puthoff también se interesó por el mundo espiritual, un interés que comenzó en 1960 cuando se encontró con la controvertida Iglesia de la Cienciología, fundada por Ron Hubbard. Más tarde, Puthoff recordaría que esta experiencia cambió el rumbo de su vida, y aunque su compromiso como miembro fue significativo, en 1971, desencantado con la poderosa organización, decidió alejarse.
Sin embargo, Puthoff nunca olvidó ese mundo, y en 2015 decidió llevar sus inquietudes aún más lejos, participando en la fundación de To The Stars Academy of Arts & Science, que actualmente tiene como objetivo ayudar a moldear la desclasificación de información sobre OVNIs por parte del gobierno estadounidense. Uno de los nombres que seguramente influyó en Puthoff y aumentó su interés en el campo ufológico fue el del psíquico Ingo Swann, a quien reclutó personalmente durante su estancia en el SRI. Aunque inicialmente las habilidades de Swann se utilizaron para espiar a los rusos, se investigaron secretos aún más extraños, como la presencia de vida alienígena en otros planetas y también en la Tierra.
Muchas de estas confidencias se conocieron en 1998, cuando Swann rompió un silencio impuesto durante décadas para presentar en público su ya clásico libro Penetration, donde habla sobre un misterioso informante, Axelrod, supuesto miembro de una sociedad secreta gubernamental, con quien colaboró entre 1975 y 1976. Mediante la entrega de coordenadas geográficas precisas, Swann logró visualizar una especie subterránea de tipo humanoide habitando la Luna, así como intrincadas edificaciones.
Durante otra de sus sesiones remotas, Swann se refirió al planeta rojo, donde, hace un millón de años, una antigua civilización marciana muy avanzada habría colonizado ese planeta. En la región de Cidonia, Swann dijo detectar formaciones de estilo piramidal.
Otro que hizo sorprendentes revelaciones fue Pat Price, otro de los psíquicos que integraron el llamado Proyecto Stargate del SRI. Price afirmó que sus visiones remotas le permitieron conocer la existencia de cuatro bases alienígenas ocultas en la Tierra. Curiosamente, tanto Price como Swann eran practicantes de la Cienciología.
Es difícil imaginar el impacto de estas revelaciones en la mente de un científico como Puthoff, quien ya había explorado algunas de estas cuestiones durante su tiempo en la Cienciología. A pesar de estos antecedentes, cuando en 2022 Harold E. Puthoff presentó su visión sobre los OVNIs, el ámbito académico se mostró algo sorprendido.
El informe se publicó en el Journal of Cosmology bajo el título Ultraterrestrial Models (Modelos Ultraterrestres), y comienza con dos afirmaciones clave. Primero, la certeza absoluta de que un fenómeno desconocido está interactuando con la población terrestre.
En cuanto al segundo punto, Puthoff señala:
“Actualmente se desconoce si el fenómeno es exclusivamente extraterrestre, extradimensional, cripto-terrestre, demoníaco/djinn, proto/humano antiguo, viajeros en el tiempo, etc., o alguna combinación o mutación de alguno o todos estos. Sin embargo, parece muy probable que el fenómeno per se no esté constituido exclusivamente por miembros de la población humana actual”. (Puthoff, 2022, p. 1).
Para abordar el problema de los OVNIs y su presencia en la Tierra, Puthoff propone cinco alternativas en un intento por desvelar sus orígenes, argumentando lo siguiente:
“¿Está el fenómeno compuesto predominantemente de “tuercas y tornillos”, psicológicos o metafísicos, suponiendo que se puedan hacer tales distinciones? ¿Es el origen del fenómeno predominantemente terrestre, ultraterrestre (por ejemplo, antiguos grupos ocultos, sociedades aisladas de alta tecnología anteriores al Diluvio, extraterrestres/”dioses” varados), o realmente extraterrestre, suponiendo que las distinciones entre estas alternativas sean significativas? ¿Ha “aumentado” el fenómeno en nuestra era o ha sido esencialmente constante durante milenios? ¿Están realmente relacionados los temas frecuentemente asociados, como las supuestas abducciones, los círculos en las cosechas y las mutilaciones de animales, o son categorías separadas de fenómenos? ¿Saben realmente las instituciones como los gobiernos y las agencias mucho más que nosotros (aunque sólo sea en ciertos ámbitos), o están esencialmente en la misma posición que todos los demás, es decir, con sólo algunos datos concretos a mano?” (Puthoff, 2022, p. 3).
Aunque Puthoff ha sido un firme defensor de la hipótesis extraterrestre, entiende que el fenómeno OVNI parece corresponderse con una visión menos sofisticada y más terrenal. Puthoff llama a este nuevo factor “ultraterrestres”, definidos como un grupo secreto que evolucionó en paralelo a nuestra propia especie y que tiende al separatismo.
Entre los argumentos a favor, destaca la gran cantidad de avistamientos OVNIs registrados actualmente. También menciona los extraños mensajes de sus ocupantes, casi siempre orientados al cuidado ambiental y a las alertas sobre el peligro nuclear. Además, se observa un interés repentino por nuestro genoma humano, así como un notable uso de la telepatía y el dominio de ciertos avances tecnológicos que aún no hemos desarrollado.
El científico estadounidense refuerza esta última línea de pensamiento criticando a compañías multinacionales vinculadas al ámbito gubernamental, como el Battelle Memorial Institute, una corporación privada fundada en 1929 en Columbus, Ohio, especializada en el estudio de aleaciones metálicas con memoria, como las encontradas en Roswell.
Puthoff también menciona en su trabajo una información obtenida por el ufólogo británico Nick Redfern. En su libro de 2010, The NASA Conspiracies: The Truth Behind the Moon Landings, Censored Photos, and The Face on Mars (Las Conspiraciones de la NASA: La Verdad detrás del Alunizaje, Fotos Censuradas y la Cara Marciana), Redfern relata que, tras contactar con un ex contratista del antiguo Proyecto Gemini, descubrió lo siguiente:
“Existía evidencia de un pequeño grupo de individuos que no eran extraterrestres de algún sistema estelar lejano, sino que supuestamente representaban los últimos vestigios de una antigua raza terrestre. Hace miles de años, esta raza tenía una civilización avanzada y aislada, responsable de las leyendas de la Atlántida y relatos similares. Sin embargo, debido a ciertas circunstancias, se vieron obligados a retirarse a lugares remotos y aislados para sobrevivir, como montañas y fondos marinos. Actualmente, están principalmente preocupados por la guerra nuclear y la degradación ambiental, lo que les ha llevado a intentar influir en nuestra cultura. Sin embargo, sintieron que debían hacerlo bajo la apariencia de ser de sistemas estelares distantes para proteger su posición vulnerable, a pesar de su avanzada tecnología”. (Redfern, 2010, p. 113).
Antes de concluir su informe, Puthoff recomienda la lectura del libro de Mac Tonnies sobre los Criptoterrestres para una mejor comprensión de su hipótesis sobre los Ultraterrestres.
El Regreso de la Hipótesis Criptoterrestre
La idea de los criptoterrestres tiene una larga historia. Desde hace tiempo, se ha imaginado que los misterios pueden estar ocultos en las profundidades de la Tierra, como en las cavernas, tal como lo describió Julio Verne en su literatura de 1864. Basándose en esta posibilidad, se ha especulado que estos lugares podrían albergar civilizaciones antiguas, ya sean humanas o de otra especie, que decidieron esconderse allí.
En junio pasado, dos académicos de la Universidad de Harvard, Tim Lomas, especializado en psicología, y Brendan Case, dedicado a la investigación, junto con Michael P. Masters, un académico de la Universidad Tecnológica de Montana donde enseña antropología biológica, presentaron un informe titulado: The cryptoterrestrial hypothesis: A case for scientific openness to a subterranean earthly explanation for Unidentified Anomalous Phenomena (La hipótesis criptoterrestre: Un caso de apertura científica a una explicación terrestre subterránea para los fenómenos anómalos no identificados).
Este informe se difundió a través del prestigioso ResearchGate.
Inspirados por figuras como Harold E. Puthoff y especialmente Mac Tonnies, el documento intenta ofrecer algunas respuestas a las preguntas que desde 2017 han vuelto a poner el fenómeno OVNI en el centro de la atención mediática, especialmente tras las denuncias de los militares estadounidenses. Según Lomas, Case y Masters, el escrito examina cuatro posibles escenarios como origen del fenómeno OVNI.
Primero, se considera la posibilidad de una antigua civilización disidente y tecnológicamente avanzada que podría residir no solo bajo tierra, sino también en los océanos. En segundo lugar, se plantea la existencia de una especie de homínido anterior, relacionado con los dinosaurios extintos, que podría haber continuado su evolución y ser altamente inteligente. En tercer lugar, se acepta la posibilidad de que extraterrestres hayan llegado a la Tierra en un pasado lejano y se oculten en ciertas regiones del planeta. Por último, no se descarta la interacción con el mítico mundo feérico, habitado por los llamados criptoterrestres mágicos, tan celebrados por Jacques Vallée.
Antes de la publicación de este trabajo, ya se había comenzado a difundir esta información, especialmente gracias a Tim Lomas, quien en 2023 publicó en The Journal of Transpersonal Psychology el artículo The ultraterrestrial hypothesis: A case for scientific openness to an “interdimensional” explanation for Unidentified Anomalous Phenomena (La hipótesis ultraterrestre: un caso a favor de la apertura científica a una explicación “interdimensional” de fenómenos anómalos no identificados). Esto fue seguido por The Extraterrestrial Hypothesis: A Case for Scientific Openness to an Interstellar Explanation for Unidentified Anomalous Phenomena (La hipótesis extraterrestre: un argumento a favor de la apertura científica a una explicación interestelar para fenómenos anómalos no identificados), publicado en febrero de este año en Philosophy and Cosmology.
El científico de Harvard Tim Lomas ha propuesto una hipótesis que impacta por sus implicaciones: la posibilidad de que exista otra civilización coexistiendo con nosotros.
Sin embargo, quien ha estado ofreciendo una exposición pública más detallada sobre las raíces del fenómeno OVNI es Michael P. Masters, autor de tres libros sobre el tema: Identified Flying Objects: A Multidisciplinary Scientific Approach to the UFO Phenomenon (2019), The Extratempestrial Model (2023), y Revelation: The Future Human Past (2023).
La hipótesis Criptoterrestre, explorada por Lomas, Case y Masters, ha sido recibida con gran escepticismo. Uno de los primeros críticos ha sido Avi Loeb, astrofísico también de Harvard, quien ha exigido más evidencias sobre la posibilidad de un fenómeno OVNI de origen terrestre. Este cuestionamiento resulta algo peculiar viniendo de Loeb, considerando la controversia que lo rodea desde 2017, cuando saltó a la fama por su postura sobre el objeto estelar Oumuamua, al que declaró como obra de una antigua raza extraterrestre.
Conclusión: Cada vez más científicos se están involucrando en la búsqueda de respuestas sobre el fenómeno OVNI, especialmente desde que el gobierno estadounidense reconoció su existencia en 2017. La discusión sobre una posible explicación criptoterrestre como origen del fenómeno presenta una pista poco explorada, que podría arrojar resultados si se superan los prejuicios y se profundiza en su estudio. Es cuestión de atreverse.
Curiosidad: Poco después de su publicación en ResearchGate, el estudio de Tim Lomas, Brendan Case y Michael P. Masters desapareció misteriosamente del sitio. Consultado al respecto, Lomas, ya erigido como portavoz del grupo, aclaró que estaban trabajando en algunas modificaciones. Cuando el estudio finalmente regresó a internet, se publicó acompañado de una nota que, entre otros puntos, ratificaba que la hipótesis Criptoterrestre podría considerarse falsa, aunque aún así merecía la pena su estudio. Me pregunto si este último añadido responde a algún tipo de presión por parte del mundo académico. Le escribí a Tim Lomas buscando su opinión, pero no recibí respuesta.
El Proyecto Gemini estuvo activo desde 1961 hasta 1965 y tuvo como objetivo acelerar los vuelos hacia la Luna.
Autor MundoOculto.es