Cuando el Hombre era un Dios


—”¿Eres Dios?” —”¿Dios? Sí… vine de las estrellas”. Diseño basado en estatuilla de antiguo astronauta hallada en Ecuador. Autor: Christopher Reach (chrisreach.deviantart.com/)
La contaminación que acostumbra a cubrir el cielo hace que perdamos la noción de lo que sea universo. Los cálculos continúan difíciles, inciertos y contradictorios. Los números varían. El astrónomo Harlow Shapley, por ejemplo, habló en «100 quintillones de estrellas al alcance de los telescopios». Mientras el astrónomo Willy Ley calcula que, sólo en la Vía Láctea, existen 30 billones de estrellas. Entre ellas, 18 billones de sistemas planetarios y 180 millones de planetas capaces de mantener la vida. A partir de ahí, el Dr. Ley calcula —siempre en términos pesimistas— que existen 1.800.000 planetas con seres vivos y, por lo menos, 18 mil planetas con vida inteligente.
Entre tantos planetas, sistemas y galaxias, parece muy poco lógico que la Tierra sea el único mundo habitado. En verdad, el hombre tiende a no aceptar todo aquello que no puede dominar.
Visualización del universo observable. La escala es tan enorme que los finos granos representan colecciones de grandes supercúmulos de galaxias. El supercúmulo de Virgo —hogar de la Vía Láctea— está marcado en el centro, pero es demasiado pequeño para ser visto.
Hay dos fuentes básicas de investigación sobre la presencia de extraterrestres en la historia de la Tierra. Una son los registros humanos: las pinturas en las cavernas, los pergaminos, las tablas de arcilla, los templos, los sepulcros, los libros, los manuscritos. La otra fuente son los mitos y leyendas transmitidos oralmente de generación en generación durante milenios.
Esas dos fuentes convergen en cuestiones restrictivas dichas «científicas»:
- ¿Por qué los registros humanos no hablan claramente de la presencia extraterrestre en épocas pasadas?
- ¿Son los mitos y leyendas sinónimos de «mentira», «superstición» e «imaginación popular»?
Vamos a responder a una pregunta por vez. En primer lugar, la presencia extraterrestre está registrada en innumerables obras, sólo que estos registros no son interpretados de esa forma por la ciencia oficial. En segundo, los hombres «primitivos» son generalmente menospreciados en su capacidad de retratar la realidad, pues son tratados siempre como seres ingenuos y supersticiosos. Algunos de ellos, en verdad, deben haber sido tan adelantados que todavía no conseguimos descifrar sus mensajes, o lo que resta de ellos.
Ser dibujado en el techo de una cueva por los aborígenes australianos. ‘Journals of Two Expeditions of discovery’, por George Gray, 1938.
No se puede olvidar que la capacidad humana de construir una cultura es tan fuerte como su capacidad de destruirla. Vale mencionar una pequeña lista de devastaciones de documentos históricos:
- 330 a.C. – La biblioteca de Persépolis es incendiada por las tropas de Alejandro, el Grande.
- Siglo III a.C. – El emperador chino Chi-Che Hoang manda destruir todos los libros de ciencia e historia del país.
- 48 a.C. – Julio César provoca el primer incendio de la biblioteca de Alejandría.
- 54 – San Pablo manda a destruir, en Efeso, todos los libros que tratan de «cosas curiosas».
- Siglo III – Emperadores cristianos destruyen el Templo de Diana y los «archivos paganos».
- 390 – Cristianos incendian la Biblioteca de Alejandría.
- Siglo VII – Monjes irlandeses mandan quemar 10 mil manuscritos rúnicos que contaban la historia de la civilización celta.
- 641 – Tercer incendio de la Biblioteca de Alejandría, por orden del califa Ornar.
- 728 – 300 mil manuscritos son quemados en Bizancio, por orden del emperador León Isauriano.
- Siglos XIV y XV – La inquisición quema un número inmenso de «manuscritos heréticos».
- Siglo XVI – Conquistadores españoles destruyen casi todos los libros sagrados de los mayas, incas y aztecas.
- 1566 – Francisco Toledo, virrey del Perú, destruyó una cantidad inmensa de paños incas y tablas con la historia de la antigua América.
¿Qué decían todos esos documentos? La cantidad de los que consiguieron llegar ilesos hasta nuestros días es mínima.
La destrucción de la Biblioteca de Alejandría supuso la pérdida de una gran cantidad de documentos y libros, y se ha convertido en un símbolo cultural de la destrucción. Se estima que esta biblioteca, la más importante del mundo antiguo, llegó a tener cerca de medio millón de libros.
Sobre la cuestión del mito y de la leyenda, observemos la opinión del historiador Norberto de Paula Lima: «En nuestros días, el mito es visto como todo pensamiento opuesto al pensamiento científico y lógico. En la Antigüedad, y en las sociedades que entre nosotros son llamadas “primitivas”, el mito es la única realidad concreta e importante, en una verdadera inversión de nuestros valores (…). Para las sociedades primitivas, el mito es la verdadera historia, la raíz y la explicación de toda historia cronológica».