Durante cuánto tiempo intentarán las civilizaciones avanzadas comunicarse con nosotros?
La investigación sobre tecnofirmas se está intensificando, con muchos artículos que especulan sobre la naturaleza, y a veces la longevidad, de las señales creadas por civilizaciones extraterrestres técnicamente avanzadas. Si bien no hemos encontrado ninguno hasta ahora, eso no quiere decir que no lo haremos, y sin duda sería útil comprender mejor qué buscar. Introduzca un nuevo artículo de Amedeo Balbi y Claudio Grimaldi, dos profesores de la Universita di Roma Tor Vergata y la Ecole Polytechnique Federale de Lausanne, respectivamente. Han adoptado un modelo estadístico para resolver el problema de comprender qué edad puede tener una firma tecnológica antes de que podamos encontrarla, y su respuesta es sorprendentemente joven.
Hemos informado antes sobre cómo otro artículo reciente pensaba que cualquier civilización que creara una firma tecnológica que podamos ver probablemente sea mucho más antigua que la nuestra. En pocas palabras, las firmas tecnológicas pueden durar mucho, mucho tiempo. Durante esos largos períodos, las firmas tecnológicas pueden viajar a lugares más lejanos. Dada la extrema longevidad de algunas de estas civilizaciones, resulta que es más probable que nos encontremos con una firma tecnológica que ha existido durante mucho tiempo que con una recién creada.
Sin embargo, una gran suposición en el artículo anterior es que la tecnofirma duraría períodos extremadamente largos. Es posible que esa suposición no siempre se cumpla, ya que muchas firmas tecnológicas deben ser respaldadas activamente, como las señales de radio o las luces artificiales en un planeta. Dado el apoyo activo que estos requieren, es probable que no reciban apoyo durante tanto tiempo como lo implica el documento anterior.
Dres. Balbi y Grimaldi, en cambio, utilizan una técnica estadística para reflejar con mayor precisión cuál creen que sería la situación real en el universo: las civilizaciones apoyan activamente sus tecnofirmas durante algún tiempo, pero las dejan desaparecer una vez que ya no son beneficiosas para la civilización misma, esencialmente eliminando nuestra oportunidad de encontrarlos. Desde un punto de vista estadístico, esto agrupa la gran mayoría de tecnofirmas observables en el extremo izquierdo del eje x, donde ese eje se define como la longevidad de una civilización.
Podríamos ver alguna firma tecnológica obvia que ha existido durante miles de millones de años y no requiere ningún apoyo activo, como la termorradiación de una esfera Dyson. Pero es mucho más probable que, si vemos uno, esté siendo apoyado activamente por una civilización activa.
En el artículo, los investigadores realizan un análisis estadístico más riguroso, incluida la invocación de una idea conocida como Ley de Lindy. Esa ley es algo contradictoria, ya que establece que la esperanza de vida de una tecnología es aproximadamente proporcional a su antigüedad. En otras palabras, a medida que una tecnología envejece, su esperanza de vida aumenta. Sin embargo, se ha demostrado en múltiples escenarios y tiene diversas causas.
El impacto que tiene en este análisis particular es claro: la distribución de probabilidad de la duración de la existencia de una civilización técnicamente avanzada debería estar sesgada según la Ley de Lindy para mostrar que las tecnofirmas de corta duración son mucho más comunes que las de larga duración.
Por el momento, todo esto es teórico, y sería interesante ver qué tiene que decir el Dr. Kipping, el autor del artículo original que defiende sociedades más longevas, sobre esta visión alternativa del tratamiento estadístico. Quizás pronto aparezca en un episodio de su canal Cool Worlds. Hasta entonces, el arduo trabajo de recopilación de datos SETI continuará a buen ritmo y los teóricos seguirán afinando sus modelos estadísticos, con la esperanza de vislumbrar algún día algo que existe.
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