EL ASPECTO DEL PRIMER SER HUMANO
Una interpretación científica revela la apariencia del primer humano moderno, datado de hace aproximadamente 160.000 años, exhibido en el Museo Moesgaard en Dinamarca.
La historia de la humanidad inicia con un ancestro común que compartimos con los simios antropoides. La evolución de los primates humanos se originó en África, se estima que entre 6 y 8 millones de años atrás, culminando con el surgimiento del hombre moderno, que apareció hace unos 150.000 a 200.000 años y posteriormente se dispersó por todo el planeta. Estos ancestros fueron denominados homínidos y forman parte de la gran familia de los simios, conocida como Hominoidea, cuyos integrantes son los hominoides.
Contrario a la creencia popular, el linaje evolutivo humano no es una secuencia lineal. Existen evidencias científicas de múltiples ramificaciones extintas, con especies homínidas que se extinguieron sin dejar descendencia. Identificar nuestra ascendencia directa es complejo y aún faltan piezas en este rompecabezas evolutivo, además de que existen discrepancias entre los científicos acerca de las hipótesis más acertadas.
No obstante, se reconocen dos hitos fundamentales en nuestra evolución: el primero, más antiguo, corresponde a los homínidos africanos, incluyendo al género Australopithecus. El segundo, más reciente, al género Homo, que abarca a las especies extintas que probablemente son nuestros antecesores directos: Homo habilis y Homo erectus. Estos habitaron África hace entre 2 y 2.5 millones de años, y sus fósiles han sido hallados en el desfiladero de Olduvai en Tanzania y en el lago Turkana en Kenia. Homo habilis, como indica su nombre, fue la primera especie conocida por fabricar herramientas y utilizar fuego.
Homo erectus se distingue por ser la primera especie humana en migrar desde África hacia Europa, Oriente Medio y Asia. Esta especie se extinguió en todas las regiones excepto en África, donde evolucionó hacia lo que se conoce como Homo sapiens arcaico. Por ende, el sur de África es considerado la “cuna de la humanidad”.
La evolución del antiguo Homo sapiens se vio influenciada por el aislamiento genético provocado por desiertos y montañas en esa región del continente. Posteriormente, esta especie se dispersó a otras partes de África, Europa y Asia (hace entre 200.000 y 100.000 años), donde evolucionó hacia Homo sapiens neanderthalensis (el hombre de Neanderthal, adaptado a climas fríos y no considerado un ancestro directo del hombre moderno, sino una especie cercanamente emparentada) y finalmente hacia el Homo sapiens sapiens moderno, adaptado a los climas cálidos de África.
Recientemente, los científicos han anunciado el posible hallazgo de un ancestro común de los neandertales y el hombre moderno, denominado antecesor Homo, que vivió hace aproximadamente 800.000 años en lo que hoy es España. Los neandertales desaparecieron hace unos 30.000 años, posiblemente debido a la competencia con el Homo sapiens sapiens, la hibridación entre ambas especies o una combinación de ambos factores.
El modelo evolutivo conocido como “Out of Africa” ha recibido apoyo de la biología molecular. Los análisis de ADN mitocondrial indican que todos los humanos modernos provienen de una pequeña población ancestral en el sur de África. Como el ADN mitocondrial se transmite únicamente por línea materna, a este antepasado se le ha denominado la “Eva africana”.
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