El evangelio prohibido revela el secreto de la inmortalidad


¿Buscando la inmortalidad? El Evangelio de Tomás presenta un camino que no se basa en la ciencia, sino en la verdad que hay en uno mismo.
La inmortalidad: la obsesión eterna
Todo el mundo está obsesionado con la inmortalidad. Nadie quiere morir, ¿verdad? La gente prueba de todo, desde congelarse la cabeza hasta tomar pastillas experimentales, todo en nombre de la vida eterna. Pero la inmortalidad es más que simplemente esquivar la muerte: se trata de encontrar un propósito, un significado y no desvanecerse en el olvido como un tuit olvidado. La gran pregunta es: ¿dónde se encuentra la inmortalidad? La ciencia no es de mucha ayuda: todavía no pueden curar el resfriado común. ¿Pero la religión? Hay cierto potencial allí. El Evangelio de Tomás podría contener las pistas, si te atreves a investigar más a fondo.
El Evangelio de Tomás
El Evangelio de Tomás es como el primo rebelde de la Biblia que nunca llegó a ser parte del canon oficial, probablemente porque era demasiado “veraz” para los líderes de la iglesia. Descubierto en la Biblioteca de Nag Hammadi en 1945, contiene 114 dichos atribuidos a Jesús, pero son radicalmente diferentes de lo que se escucha en la iglesia. Este texto no se preocupa por las reglas, los rituales ni la teología diluida.
Algunos estudiosos, como Elaine Pagels y Marvin Meyer, sugieren que el Evangelio de Tomás puede haber precedido a la mayoría de los Evangelios canónicos, lo que sugiere una versión mística anterior de las enseñanzas de Jesús centrada en la transformación interior en lugar de en milagros o profecías apocalípticas. Otros lo datan más tarde y atribuyen el texto al siglo II o más allá.
En esencia, el relato de Tomás no trata de que Jesús murió por tus pecados o resucitó de entre los muertos . Se trata de despertar, de encontrar la verdad dentro de ti y de darte cuenta de que ya eres inmortal.
Encontrando la inmortalidad en las palabras de Tomás
En el Evangelio de Tomás, Jesús dice:
“Si extraes lo que hay en tu interior, lo que tienes te salvará. Si no extraes lo que hay en tu interior, lo que no tienes te destruirá.”
En términos más simples, deja de buscar la salvación fuera de ti; el tesoro siempre ha estado dentro de ti.
Esta idea se alinea con las tradiciones gnósticas de la época, que enfatizan el conocimiento directo de lo divino por sobre la dependencia de autoridades externas. El Jesús de Tomás afirma que no necesitamos sacerdotes, templos ni rituales para conectarnos con Dios. Necesitamos despertar a la verdad que ya está en nuestro interior.
Otro dicho, “El reino de Dios está dentro de vosotros y alrededor de vosotros”, refleja esta idea. Es paralelo al versículo bíblico de Lucas 17:21: “El reino de Dios está entre vosotros”, pero va más allá y sugiere que el paraíso no es un destino distante después de la muerte. Está aquí y ahora, si puedes verlo.
A pesar de los claros paralelismos entre el Evangelio de Tomás y el pensamiento gnóstico, especialmente al enfatizar el conocimiento interior y la chispa divina dentro de cada ser humano, la conexión exacta entre este Evangelio y el gnosticismo sigue siendo objeto de debate.
La inmortalidad no es lo que piensas
Desde la perspectiva de Thomas, la inmortalidad no consiste en evitar la muerte, sino en darse cuenta de que uno ya es eterno. El cuerpo puede ser temporal, pero el alma es una parte atemporal de uno mismo. Sin embargo, esta comprensión requiere trabajo interior: autoconciencia, honestidad y el coraje de superar el ego que nos frena.
En su libro Beyond Belief (Más allá de la creencia) , Elaine Pagels sostiene que el Evangelio de Tomás desafía a la iglesia institucional al promover una conexión directa y personal con lo divino. No se trata de vivir para siempre en una ciudad de oro, sino de reconocer nuestra verdadera naturaleza y trascender las limitaciones de nuestro ego.
Por qué el Evangelio de Tomás se destaca
Seas cristiano o no, la mayoría de los textos religiosos están repletos de reglas y dogmas que dictan qué hacer, qué creer y cómo comportarse. Tomás no juega a esos juegos. Presenta la verdad y te deja la opción de aceptarla o rechazarla.
Esta es su fortaleza. Thomas no te pide que creas en un cielo distante. Te llama a despertar aquí y ahora, a ver lo divino en ti mismo y en el mundo que te rodea. Esta es una espiritualidad cruda, sin filtros, no apta para los débiles de corazón.
El mundo al revés de Thomas
Una de las características más llamativas del Evangelio de Tomás es cómo pone todo patas arriba. Los primeros serán los últimos. Los ricos son pobres. Los fuertes son débiles.
Tomemos esta cita: “Bendito el que era antes de ser”. ¿Qué significa esto? Es como un koan zen diseñado para expandir tu conciencia . El erudito Stephen Davis sugiere que este dicho apunta a la naturaleza eterna del alma: existe antes y después del nacimiento físico.
Otra cita: “Si la carne surgió del espíritu, es asombroso. Pero si el espíritu surgió del cuerpo, es doblemente sorprendente”. Esta frase desafía al materialismo, recordándonos que el espíritu no es secundario; es la fuente de todo.
La visión de la Iglesia sobre Tomás
La Iglesia consideró este evangelio peligroso, y con razón. Desde el principio, la Iglesia buscó mediar entre Dios y sus seguidores, afirmando que no se puede ser cristiano sin él. Recuerde que, sin la Iglesia, ni siquiera el pecado original puede ser limpiado. Si uno se da cuenta de que no necesita sacerdotes, rituales o reglas para conectarse con lo divino, todo el sistema se derrumba. Por eso, la Iglesia no suprimió activamente el Evangelio de Tomás como lo hizo con otros escritos, sino que permitió que se desvaneciera en la oscuridad hasta su redescubrimiento en el siglo XX.