El ‘gadget’ que reemplazará a los teléfonos móviles ya no es una fantasía de ciencia ficción aunque lo parezca. El primer prototipo totalmente operativo de la Mojo Lens ya está aquí
El increíble avance que reemplazará al móvil se hace realidad
El ‘gadget’ que reemplazará a los teléfonos móviles ya no es una fantasía de ciencia ficción aunque lo parezca. El primer prototipo totalmente operativo de la Mojo Lens ya está aquí
La imagen sobre estas líneas no es una ilustración 3D. Tampoco es una foto de un concepto o un fotograma de una película de ciencia ficción. Es una lente de contacto inteligente capaz de proyectar imágenes artificiales en tu visión, una tecnología capaz de modificar la realidad añadiendo una capa de información. El invento que matará al iPhone ya es una realidad y, al parecer y contra todo pronóstico, funciona como se esperaba.
Por lo menos es lo que dice Drew Perkins, el CEO de la compañía que ha probado el primer prototipo totalmente operativo de las Mojo Lens, las lentes que muchos creían nunca iban a ser reales. Según Perkins, los que sí las imaginaban le decían que no verían algo así hasta dentro de diez o veinte años. Pues “resulta que el futuro está mucho más cerca de lo que la mayoría de la gente piensa”, asegura Perkins. “De hecho, el futuro ya está aquí. Lo he visto. Lo he usado. Funciona. Todo sucedió en los laboratorios de Mojo Vision en Saratoga, California, el 23 de junio de 2022, y fue la primera demostración ocular de una lente de contacto inteligente de realidad aumentada completa”.
Cómo funcionan
Confieso que yo era de los escépticos. Diez o veinte años me parecía demasiado poco para un invento que, aunque no tiene la sofisticación visual de unas gafas de realidad virtual, es tecnológica y funcionalmente impresionante.
Básicamente, la Mojo Lens es una lente de contacto que se puede llevar diariamente. Dentro lleva una pantalla de MicroLED con una resolución relativa tan alta que el ojo no podrá distinguirla de la realidad: 14.000 puntos por pulgada. Según Perkins, “con menos de 0,5 mm de diámetro con un paso de píxeles de 1,8 micras, es la pantalla más pequeña y densa del mundo” para este tipo de aplicación.
Perkins dice que todo ha sido creado desde cero, con circuitos integrados y sensores como acelerómetros, giroscopios y magnetómetros. Estos sensores son necesarios para compensar el movimiento ocular constante y que la imagen proyectada permanezca perfectamente fija en nuestro campo de visión, flotando sobre la realidad, en vez de moverse siguiendo el movimiento del ojo. Esto último lo haría imposible de usar.
Según Perkins, Mojo Lens también usa un procesador dedicado y “un sistema patentado de gestión de energía que incluye microbaterías de grado médico y un circuito integrado de gestión de energía desarrollado por Mojo”. Otro chip dedicado conecta con una unidad de proceso a una frecuencia de 5GHz (la lente no es un ordenador por sí misma, sin una pantalla que proyecta la información enviada sin cables desde un procesador externo, la pesadilla de Miguel Bosé).
El invento, asegura, se controla “con una interfaz única e intuitiva basada en el seguimiento ocular que permite a los usuarios acceder al contenido y seleccionar elementos sin controladores basados en manos o gestos, sólo el movimiento natural de los ojos”.
Indistinguible de la magia
“Usar la lente fue inspirador. Ver el futuro literalmente me dejó sin palabras,” dice Perkins de su experiencia con la Mojo Lens. “Mientras llevaba la lente y pensaba en los diferentes componentes y subsistemas contenidos en él, pensé que cada uno de nuestros equipos de desarrollo ha logrado un gran éxito dentro de sus propias disciplinas. Pero tener óptica, electrónica, sistemas mecánicos y software funcionando al mismo tiempo, y verlo con mis propios ojos, es un logro histórico”. En su opinión, la Mojo Lens representa “un paso importante para mejorar la vida de millones de personas”.
Si lo que asegura Perkins es cierto, tiene toda la razón. La capacidad de acceder a información ilimitada de forma transparente y en todo momento, sobreimpuesta sobre tu visión de la realidad, tiene un potencial que eleva aún más el éxito de tecnologías como el teléfono móvil. Poder deambular en una ciudad extraña sin perderte, recibir un mensaje de texto importante, seguir instrucciones visuales para arreglar un grifo estropeado paso a paso sin tener ni idea de fontanería o seguir tus constantes vitales mientras haces deporte, las aplicaciones son tan ilimitadas como las de un iPhone pero sin la barrera física de una pantalla externa. Esta unión completa entre el mundo real y el mundo virtual es el último paso antes de la singularidad, la conexión directa entre máquina y el cerebro humano.
El futuro de la tecnología de la información
Sobre el papel, es una tecnología increíble en el sentido literal. Es extremadamente difícil creer que una compañía que se fundó en 2015 haya conseguido este grado de sofisticación y miniaturización en un plazo tan corto de tiempo. Aunque las Mojo Lens no son mágicas, si realmente son como dice Perkins, es una tecnología tan avanzada que parecerá indistinguible de la magia.
Las Mojo Lens no están disponibles para la venta ahora mismo. Aunque este prototipo sea ya totalmente funcional, faltan todavía algunos pasos para llegar a ser un producto final, incluyendo la aprobación por parte de las autoridades sanitarias o el ajuste óptico de las lentes para cada usuario. Las consecuencias de poner una lente en el ojo que proyecta imágenes necesitará de estudios clínicos que avalen su seguridad, según el propio Perkins. Sobre todo para aquellos sin visión 20/20, no será tan fácil como comprar un Android en el chino de la esquina.
Este dispositivo tampoco es todo lo que te puedes imaginar. La primera versión sólo proyecta gráficos monocromáticos. Eso significa que no puede alterar la realidad completamente — como en el vídeo sobre estas líneas — para realmente cumplir la gran promesa de la realidad aumentada, incluyendo los inevitables videojuegos. Pero si han conseguido lo que afirman en sólo siete años, es sólo cuestión de tiempo que lleguen a ofrecer un dispositivo que, literalmente, cambiará nuestra manera de ver el mundo.